"El 'hip-hop' tambi¨¦n es m¨²sica 'folk"

"No puedo decir que odiara Nashville despu¨¦s de 30 a?os de residencia, pero s¨ª necesitaba mudarme a un lugar con m¨¢s gente parecida a m¨ª. Y Nueva York es de los pocos sitios en Estados Unidos donde puedes ver el mundo entero a la puerta de casa". Steve Earle (Fort Monroe, Virginia, 1955) lleva un par de a?os asentado en el Village neoyorquino, cuna de la bohemia y el folk de los sesenta. "Justo en la calle donde se hizo la foto de portada del ¨¢lbum de Bob Dylan The Freewheeling. Me paso el d¨ªa orientando a los turistas".

Ese cambio lleg¨® tras casarse, en s¨¦ptimas nupcias, con la cantautora country Allison Moorer: "Era el primer matrimonio que afrontaba sobrio, aunque del anterior ya hab¨ªan pasado 13 a?os, los mismos que llevo lejos de las drogas", se sincera Earle. ?La consecuencia del amor y el nuevo marco? Washington Square serenade, duod¨¦cimo disco de su carrera: al rev¨¦s de los dos anteriores, m¨¢s personal que pol¨ªtico y un homenaje al sonido ac¨²stico del primer Dylan.

"En 'The wire' interpreto a un ex adicto paleto; o sea, que me fue f¨¢cil"

"Bush supli¨® Alcoh¨®licos An¨®nimos por el fanatismo cristiano"

La sorpresa son los ritmos electr¨®nicos que, sutilmente, vertebran las canciones. Los aporta John King, productor de obras de Beck o de raperos como Beastie Boys. "El hip-hop tambi¨¦n es m¨²sica folk: la gente aprende a hacerlo por s¨ª sola. Empec¨¦ a programar yo mismo en casa, hasta que decid¨ª contar con alguien experto en vez de pulsar botones por intuici¨®n. Aun as¨ª, varias son m¨ªas", asegura Earle.

La entente entre el rockero con ra¨ªces y el sabio tecnol¨®gico arranca con un tema de Tom Waits. "Es la sinton¨ªa de The wire, una serie policiaca televisiva de la que John King es fan¨¢tico. Cada temporada se emplea una versi¨®n diferente. La ¨²ltima, la nuestra. Luego, optamos por incluirla en mi disco. Cantar a Tom Waits me intimidaba un poco". ?Intimidado Steve Earle? ?Hablamos del mismo que se atreve a ejercer de actor en The wire? "Hago de ex adicto paleto, as¨ª que no tengo ni que actuar", bromea.

Su faceta comprometida aporta a¨²n p¨ªldoras, como una canci¨®n de tributo a Pete Seeger en el nuevo ¨¢lbum. Con el propio Seeger regrab¨® hace cuatro a?os la m¨ªtica Bring them home (Traedles a casa), escrita por Seeger durante la guerra de Vietnam. Para Irak no sirvi¨®: "Nosotros hicimos nuestro trabajo y la opini¨®n p¨²blica est¨¢ ahora contra la guerra. El que mi Gobierno no haya escuchado, s¨®lo me hace cuestionar la calidad de nuestra democracia. En eso me dio envidia Espa?a". Steve, adem¨¢s, prepara un espect¨¢culo sobre Seeger para un solo int¨¦rprete: "Est¨¢ basado en su primer disco tras salir de la lista negra en la caza de brujas. Creo haber encontrado a alguien capaz de tocar el banjo y encarnarle, por ejemplo, dirigi¨¦ndose al p¨²blico como si ¨¦ste fuera el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas". ?Qu¨¦ piensa Earle sobre The Seeger sessions, de Bruce Springsteen? "Me gusta, aunque yo tiendo a comunicar m¨¢s literalmente que Bruce en t¨¦rminos pol¨ªticos".

En diciembre zarpa su colaboraci¨®n con otra activista de la trova, Joan B¨¢ez. "Voy a producir su nuevo disco y espero escribir algo para ella". Y mientras prepara gira espa?ola para el a?o que viene, Steve conf¨ªa en publicar su primera novela, I'll never get out of this world alive, antes del final de 2008. "Voy con retraso. Se inspira en el realismo m¨¢gico latinoamericano y aparece el fantasma de Hank Williams. Un amigo me dice que deber¨ªa escribirla en espa?ol". Steve se regocija en sus ocurrencias. Se le nota contento, aunque cambie de mueca al hablar de su obra previa como escritor: un libro de relatos cortos, ninguno tan crudo como aquel en el que fue testigo de una ejecuci¨®n. Durante a?os trab¨® amistad con presos del corredor de la muerte, y dedic¨® incluso un documental a la mujer ejecutada en Tejas en 1998. Otro documental, Just an American boy (Amos Poe, 2003), muestra su ¨¦poca de m¨¢xima controversia, la que rode¨® a John Walker's blues, su canci¨®n sobre el talib¨¢n estadounidense. "Me sent¨ªa mal por el padre; mi hijo Justin tiene la misma edad. Muchos no la comprendieron". ?l tampoco entiende las cosas de Bush: "Creo que supli¨® Alcoh¨®licos An¨®nimos por fundamentalismo cristiano. Y en Espa?a sab¨¦is, por la Inquisici¨®n, la mala idea que es mezclar eso con pol¨ªtica".