El logotipo y la democracia
Ya no tiene remedio, pero vendr¨¢n otros marrones, ya que, sin duda, sigue valiendo mucho m¨¢s la apariencia que la esencia de las cosas. Ah¨ª est¨¢, iluminando el Ayuntamiento, el logotipo que va a representar a esta ciudad en su carrera hacia la candidatura ol¨ªmpica. En este conjunto de dise?os navide?os, generalmente poco navide?os, un logotipo m¨¢s o menos ni se nota, por lo que no es momento de juzgar su eficacia. El asunto empez¨® con la convocatoria de un concurso abierto, luego invitaron a la ciudadan¨ªa a que eligiese el mejor de entre los dibujitos. As¨ª se hizo. Seg¨²n ellos, democr¨¢ticamente. El resultado no gust¨® demasiado y hubo que modificarlo. Lo que pone de manifiesto que, o no saben muy bien lo que es, para qu¨¦ sirve y lo que vale un logotipo y, como dijo el poeta, desprecian cuanto ignoran, o s¨®lo buscan una ocasi¨®n m¨¢s para mover a los medios, despreciando los resultados, pero encantados con el descubrimiento de la democracia como panacea.
Por si pueden aclararse algo estas cosas, intentar¨¦ aclarar los t¨¦rminos. Veamos lo que es un logotipo. La palabra viene de los primeros tiempos de la imprenta. Los cajistas compon¨ªan los textos letra a letra, los "tipos" que en aquellos tiempos eran de madera. Se dieron cuenta de que muchas palabras se repet¨ªan a menudo, por lo que conven¨ªa tenerlas preparadas, atando los tipos con una cuerda y as¨ª pod¨ªan incorporarlas m¨¢s r¨¢pidamente. Como a las letras se les llamaba tipo, logotipo se llam¨® a cada palabra. Con el tiempo, se hicieron siempre as¨ª las impresiones de sus nombres. A ¨¦stos se les a?ad¨ªa un signo que identificaba mejor y m¨¢s r¨¢pido y que tambi¨¦n recibi¨®, por el uso, el nombre de logotipo. Hoy es rara la instituci¨®n, empresa o acontecimiento que no tenga su logotipo. Generalmente, suele encargarse a un profesional.
Un logotipo debe tener una serie de valores sin los que ser¨¢ un dibujito muy mono, pero no ser¨¢ logotipo. Debe ser altamente representativo. Su mensaje debe ser, adem¨¢s de identificador, exponente de las m¨¢s significativas, o deseadas, cualidades que acompa?an al emisor.
Debe tener un alto valor gr¨¢fico. Entendiendo por tal la facilidad y rapidez con las que el receptor pueda identificar y comprender los valores representativos antes mencionados. Y debe estar cargado de valores pl¨¢sticos, la facilidad que todo buen logotipo debe tener de realizarse y no desvirtuarse en cualquiera de los soportes: color, blanco y negro, en volumen, en movimiento, en diferente tama?o, etc¨¦tera.
As¨ª de sencillo. Como se ve, para hacer un buen logotipo solamente se requiere realizar una prolija investigaci¨®n para saber qu¨¦ hay que representar, c¨®mo y de qu¨¦ forma se "ve" lo que es (o lo que quiere ser) el que hace el encargo, y cu¨¢l va a ser el uso y hasta la vocaci¨®n de permanencia. Luego, hay que plasmar esto en algo visual y experimentar o "chequear" su legibilidad y facilidad de interpretaci¨®n. Despu¨¦s, constatar que el resultado es d¨²ctil y capaz de ser construido sin dificultades.
No es solamente un dibujito gracioso, ?eso lo hace mi ni?o!; es algo que representa, por ejemplo, el talante deportivo y cultural de Madrid, la ilusi¨®n por ser ol¨ªmpico y la importancia que los propios madrile?os dan a su ciudad. Lo que parece suficientemente serio como para ponerlo en manos de profesionales, como hacemos a la hora de construir o como exigimos cuando de nuestra salud se trata. Entonces, no nos vale la democracia, por mucha gente que vote a favor; preferimos la opini¨®n y el tratamiento del m¨¦dico, del profesional.
Juan Ignacio Macua es dise?ador, miembro de la AEPD.
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