Un lastre que no nos podemos permitir
Nadie est¨¢ contra los derechos de los autores ni de que ¨¦stos perciban compensaciones por copia privada de sus creaciones. S¨ª que lo estamos contra la aplicaci¨®n de un canon indiscriminado e injusto, contra su reparto arbitrario y contra una gesti¨®n no p¨²blica del mismo. No tiene ning¨²n tipo de justificaci¨®n gravar con este canon todos los soportes y dispositivos. Perjudica a todo el sector tecnol¨®gico, repercute indiscriminadamente a los consumidores y dificulta el acceso a la sociedad de la informaci¨®n. La pregunta a responder es ?por qu¨¦ tienen que pagar un canon, que se justifica por el derecho a realizar una copia privada de la obra de un autor y como compensaci¨®n al mismo, quienes usan los soportes y dispositivos electr¨®nicos para usos distintos como pueden ser empresas, administraciones o particulares? La pregunta no tiene una respuesta razonable. Tampoco el criterio de aplicaci¨®n del canon se puede generalizar a todo elemento susceptible de poder ser usado como soporte para copias privadas de obras de autor, papel, telas... Menos de recibo es justificar el canon digital con el argumento de que compensa las p¨¦rdidas que el desarrollo tecnol¨®gico genera a quien crea los contenidos; representar¨ªa un lastre para el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n para Espa?a que no nos podemos permitir.
Diferentes voces se han alzado contra el canon digital: las m¨¢s de 1.300.000 firmas recogidas por la "plataforma contra el canon"; la Audiencia Provincial de Madrid, que afirmaba "confuso derecho es ¨¦ste en el que se cobra canon a cambio de una actividad prohibida"; el comisario europeo McCreevy, que en respuesta a una pregunta parlamentaria afirma que s¨®lo pueden gravarse con c¨¢nones los soportes y equipos para hacer copias destinadas realmente a uso privado; el dictamen de la "comisi¨®n asesora sobre la sociedad de la informaci¨®n", presidida por Manuel Castells, uno de los mayores expertos mundiales en este campo, que califica al canon como "manifiestamente ineficaz e imperfecto"; los autores que publican o editan sus obras bajo licencias copyleft se desmarcan tambi¨¦n del cobro del canon.
Mas all¨¢ de las opiniones, es un hecho irrefutable que el canon no ha detenido la pirater¨ªa -es m¨¢s, nos hace a todos responsables de ella- ni compensa adecuadamente a los autores. Si la copia privada fuera un derecho se podr¨ªa justificar un canon compensatorio que, entiendo, s¨®lo podr¨ªan recaudar y gestionar las administraciones p¨²blicas, no entidades privadas como las sociedades de gesti¨®n de los derechos de autor. Pero como muy bien explica Roberto Santos de Hispalinux, la copia privada no es un derecho, es un l¨ªmite a los derechos de los autores a restringir la copia. Lo que justificar¨ªa un porcentaje en cada obra original puesta a disposici¨®n del p¨²blico que deber¨ªa cobrar el autor y s¨®lo el que ya es el titular del derecho y quien lo cede, como compensaci¨®n de la copia privada de su obra.
El canon actual no funciona as¨ª. Repercute en todo tipo de soportes v¨ªrgenes y dispositivos a pesar de que la inmensa mayor¨ªa de los usos de la tecnolog¨ªa digital (administraciones, empresas...) no corresponde a copia privada y no tiene ning¨²n sentido que deban pagar este canon.
La enmienda que present¨¦ y se aprob¨® en el Senado el pasado 11 de diciembre dice lo siguiente: "En el plazo de un a?o se presente un proyecto de ley en el que se modifique el art¨ªculo 25 del texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual eliminando el llamado canon digital y proponiendo alternativas consensuadas con el sector para la salvaguarda de los derechos de autor y de la propiedad intelectual". Es un texto que cuestiona el canon digital pero a su vez afirma los derechos de autor, y lo m¨¢s importante es que insta al Gobierno a abrir un di¨¢logo para superar el actual conflicto entre consumidores y autores.
Creo que es posible encontrar soluciones que resuelvan problemas sin lesionar derechos. Hay que superar esta situaci¨®n de bloqueo que se traduce en el d¨ªa a d¨ªa en el incremento exponencial de ciudadanos que se adhieren a la "plataforma de todos contra el canon" junto con unas sociedades de gesti¨®n de derechos de autor cada vez m¨¢s enrocadas en la defensa del canon. La pol¨ªtica no puede ignorar esta realidad y debe aportar soluciones. La enmienda es una. Ahora corresponde a los grupos en el Congreso de Diputados decidir si mantienen la enmienda aprobada en el Senado o seguimos en el conflicto abierto que hay entre un sector importante de la sociedad contra el canon digital.
Jordi Guillot es senador de ICV por La Entesa Catalana de Progr¨¨s.
Babelia
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