Archivo de riadas en los ¨¢rboles
Los cient¨ªficos usan los datos para hacer mapas de riesgo y predicciones fiables
Los anillos de los ¨¢rboles pueden ayudar a predecir las avenidas m¨¢s peligrosas de los r¨ªos y torrentes. Investigadores del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME) est¨¢n trabajando en el novedoso campo de la dendrogeomorfolog¨ªa para tratar de reducir los riesgos derivados de estos eventos naturales, los que m¨¢s muertos causan en Espa?a. Es una muestra de lo mucho que pueden aportar las geociencias a la sociedad, el mensaje que quiere lanzarse justamente con la declaraci¨®n de 2008 como el A?o del Planeta Tierra.
Las crecidas dejan marcas en las ra¨ªces, los troncos y las ramas
Los or¨ªgenes de la dendrocronolog¨ªa, se remontan a Leonardo da Vinci
En su peque?o despacho del ¨¢rea de Riesgos Geol¨®gicos del IGME, el investigador Andr¨¦s D¨ªez Herrero explica las dificultades para calcular hoy en d¨ªa cada cu¨¢nto tiempo puede ocurrir una riada como la del torrente de Ar¨¢s, de 1996, que mat¨® a 87 personas en Biescas (Huesca). "La falta de aforos, pluvi¨®metros y documentos hist¨®ricos en zonas de monta?a obliga a utilizar datos de ¨¢reas colindantes y esto da resultados a menudo surrealistas", detalla este ge¨®logo, al tiempo que busca en su ordenador un ejemplo ilustrativo: "Seg¨²n estos artificios estad¨ªsticos, en la estaci¨®n de Artieda, cercana a Biescas, pueden caer 200 litros por m2 cada cuatro millones de a?os", sonr¨ªe.
Sin embargo, los investigadores han encontrado unos registros vivos con datos reales de inundaciones hist¨®ricas: los ¨¢rboles junto a los r¨ªos. D¨ªez Herrero especifica que la carga s¨®lida arrastrada por las crecidas deja una serie de marcas en las ra¨ªces, los troncos y las ramas de la vegetaci¨®n de ribera que pueden ser analizadas y datadas por los anillos de crecimiento.
Es el caso de un viejo aliso (Alnus glutinosa) de tronco deforme estudiado en los m¨¢rgenes del r¨ªo Alberche a su paso por Navaluenga (?vila), el primer lugar muestreado desde la puesta en marcha de este proyecto del Plan Nacional de I+D+i el pasado octubre. "Su forma de candelabro sugiere que una avenida parti¨® el ¨¢rbol y luego rebrotaron varias ramas verticales", detalla el investigador del IGME, que especifica c¨®mo si se introduce una barrena en una de estas ramas se puede extraer un testigo de madera (de cinco mil¨ªmetros de di¨¢metro) con una representaci¨®n de todos sus anillos de crecimiento desde la corteza al centro del tronco.
As¨ª, a partir de particularidades como el n¨²mero, el color o el grosor de estos anillos, y con t¨¦cnicas de correcci¨®n, los investigadores pueden deducir de forma precisa el a?o, e incluso la estaci¨®n, en el que tuvo lugar la avenida torrencial.
A diferencia de otras ramas de la dendrocronolog¨ªa, cuyos or¨ªgenes se remontan a observaciones de Leonardo da Vinci entre los siglos XV y XVI, la que se centra en inundaciones torrenciales es una disciplina bastante reciente. El equipo de bot¨¢nicos, ge¨®grafos, ingenieros de caminos, montes y ge¨®logos coordinado por D¨ªez Herrero ha recogido ya m¨¢s de un centenar de muestras de ¨¢rboles con una edad m¨¢xima de entre los 350 y los 400 a?os, e investiga con una quincena de tipos de indicios relacionados con avenidas de los r¨ªos, tales como deformaciones, bifurcaciones de las ramas, descortezados, nuevas ra¨ªces...
Las se?ales m¨¢s interesantes, dice, son las que adem¨¢s de aportar una fecha revelan el orden de magnitud del suceso, como un descortezado en el tronco que indique la altura alcanzada por la l¨¢mina de agua. "En la zona de Venero Claro, en Navaluenga, hemos encontrado descortezados a cuatro metros del suelo", dice D¨ªez Herrero. Con este valor se puede estimar el caudal aproximado de la riada con un modelo hidr¨¢ulico.
"Los indicios pueden englobar desde toda una formaci¨®n vegetal, como cuando todos los ¨¢rboles de un bosque tienen la misma edad, hasta el nivel celular de la madera", subraya el ge¨®logo. De hecho, investigaciones realizadas en Suiza para estudiar aludes de monta?a con esta misma t¨¦cnica han encontrado que cuando los ¨¢rboles se doblan por el peso de la nieve generan un tipo de c¨¦lulas resin¨ªferas traum¨¢ticas con las que se refuerza la resistencia de la madera. Esto resulta muy interesante para investigar en los ¨¢rboles pasadas avenidas de nieve o de agua y, por ello, un miembro del equipo del IGM, Juan Antonio Ballesteros, se ha desplazado a un laboratorio puntero de la Universidad de Friburgo para buscar similares a estas resin¨ªferas traum¨¢ticas en las muestras de madera de Espa?a.
De momento, los datos de avenidas hist¨®ricas sacados de estos archivos naturales ya muestran grandes diferencias con las aproximaciones estad¨ªsticas usadas hasta ahora. Pero el objetivo es poder usar toda esta nueva informaci¨®n de los ¨¢rboles para elaborar series hist¨®ricas con fechas y orden de magnitud de las avenidas ocurridas en cada corriente. As¨ª se podr¨ªan dibujar mapas de riesgo y realizar predicciones mucho m¨¢s fiables.
El A?o del Planeta Tierra
Los pr¨®ximos 12 y 13 de febrero se lanzar¨¢ de forma oficial, desde la sede de la Unesco en Par¨ªs, el A?o Internacional del Planeta Tierra. Esta iniciativa, promovida por esta organizaci¨®n de Naciones Unidas y la Uni¨®n Internacional de Ciencias Geol¨®gicas (IUGS), tiene como fin principal el concienciar de la importancia para las sociedades humanas de las llamadas Ciencias de la Tierra, como son la geolog¨ªa, la geograf¨ªa, la geof¨ªsica, la geomorfolog¨ªa, la vulcanolog¨ªa, la meteorolog¨ªa, la hidrolog¨ªa... Unas ¨¢reas cient¨ªficas en las que trabajan cerca de 400.000 investigadores en todo el mundo y que resultan claves para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, la reducci¨®n de riesgos geol¨®gicos, el estudio del clima o incluso la salud de las personas.
Aunque en realidad el A?o Internacional del Planeta Tierra fue declarado por Naciones Unidas para el trienio que va desde enero de 2007 a diciembre de 2009, ser¨¢ en 2008 cuando se concentren todos los actos cient¨ªficos y de divulgaci¨®n preparados por las 26 organizaciones asociadas y los comit¨¦s nacionales de 70 pa¨ªses. En Espa?a, el Comit¨¦ Nacional del A?o Internacional del Planeta Tierra est¨¢ presidido por Jos¨¦ Pedro Calvo, m¨¢ximo responsable de la Comisi¨®n Nacional de Geolog¨ªa y del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME). Se han organizado conferencias y presentaciones en muy diversos ¨¢mbitos.
Para el IGME
la actividad estrella ser¨¢ una exposici¨®n itinerante que recorrer¨¢ 40 ciudades en dos a?os. La muestra, Planeta Tierra, abordar¨¢ los diez temas prioritarios: aguas subterr¨¢neas, riesgos geol¨®gicos, Tierra y salud, clima, recursos, megaciudades, Tierra profunda, oc¨¦anos, suelos, y Tierra y vida.
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