Sevilla elimir¨¢ la prostituci¨®n en la calle y multar¨¢ a los clientes
El Ayuntamiento de Sevilla aprobar¨¢ en el primer pleno de 2008, que se celebrar¨¢ a finales de enero, la nueva ordenanza antivand¨¢lica que, entre otras medidas, perseguir¨¢ la prostituci¨®n en las calles. El Gobierno local, del PSOE e IU, ha cambiado as¨ª de opini¨®n y auspicia ahora este plan que rechaz¨® el pasado mes de marzo tras una propuesta del PP.
La normativa local impondr¨¢ al cliente sanciones que pueden llegar a 3.000 euros, al tiempo que los agentes policiales facilitar¨¢n informaci¨®n y ayuda a las prostitutas. El alcalde, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, confirm¨® que se encuentran "en un ¨²ltimo periodo de audiencia de todos los colectivos que participaron en esta ordenanza para aprobarla de inmediato".
Las asociaciones vecinales de los barrios m¨¢s afectados por esta pr¨¢ctica callejera aplaudieron este tratamiento de la prostituci¨®n. Los vecinos de uno de los barrios m¨¢s afectados expresaron su deseo de que la ordenanza se cumpla para acabar con la sensaci¨®n de inseguridad y los incidentes que se suceden en esta zona. "Nuestras calles se llenan de prostitutas y travest¨ªs que provocan mucho jaleo, insultos a estas personas, venta de droga e incluso aut¨¦nticas batallas campales. En muchas ocasiones, es insoportable", dijo Manuel Gil, portavoz de la asociaci¨®n de vecinos Huerta del Pilar.
Igual que en Barcelona
La ordenanza sevillana comulga con el esp¨ªritu y las medidas que se aplican en Barcelona, ciudad pionera en regular la prostituci¨®n callejera. Ambas persiguen al cliente, preservan a los menores de la exposici¨®n p¨²blica de esta pr¨¢ctica, y ofrecen informaci¨®n y ayuda a las prostitutas.
Con todo, hay diferencias en las sanciones. Si en Barcelona las multas a los clientes oscilan entre 750 y 3.000 euros, las sanciones en Sevilla pueden ser m¨¢s elevadas: 1.500 por requerir a una prostituta y 3.000 por mantener relaciones sexuales en la calle. Menos dureza se aplicar¨¢ contra las prostitutas. Los agentes les informar¨¢n de que esta pr¨¢ctica est¨¢ prohibida y les ofrecer¨¢n ayudas sociales. En la Ciudad Condal, estas mujeres son igualmente informadas pero, si persisten en su actitud, son multadas por desobediencia. Adem¨¢s, pagan 750 euros si est¨¢n cerca de un colegio.
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