Mujeres pendientes de la justicia

Tienen miedo. Por el proceso penal que puede abrirse contra ellas pero, sobre todo, por la posibilidad de que sus nombres y apellidos salgan a la luz. As¨ª se sienten las 40 mujeres que han declarado ante la Guardia Civil como imputadas por someterse, presuntamente, a abortos fuera de los supuestos previstos por la ley. Colectivos feministas y abogados que han estado en contacto con ellas aseguran que est¨¢n viviendo un calvario; en especial, las que decidieron abortar hace a?os y hab¨ªan olvidado por completo el asunto.

Entre las mujeres afectadas hay numerosas extranjeras, sobre todo francesas, holandesas e italianas, que llegaron a Barcelona por las facilidades para interrumpir su embarazo en las cl¨ªnicas Ginemedex, dirigidas por el doctor Carlos Mor¨ªn. Aunque ninguna ha sido formalmente detenida, la Guardia Civil no ha tenido m¨¢s remedio que leerles sus derechos por un supuesto delito de aborto ilegal, castigado en el C¨®digo Penal con multa o con pena de un m¨¢ximo de un a?o.

Por tratarse de condenas leves, todos los juristas consultados coinciden en que, si finalmente fuesen condenadas, ni llegar¨¢n a ingresar en prisi¨®n. Ni siquiera en el caso de que acumulen antecedentes. "Lo normal es que no les pase nada", sostiene uno de ellos. Adem¨¢s, este tipo de delitos prescriben a los tres a?os. Por tanto, las mujeres que abortaron hace m¨¢s tiempo "no deber¨ªan" ser llevadas a juicio.

"Los testigos protegidos est¨¢n identificados con un n¨²mero. Eso, para el imputado y durante la fase de juicio oral, es imposible. Por ello, cuando se levante el secreto de sumario alguna mujer puede protestar", indica el abogado Miquel Capuz. En la pr¨¢ctica, se?alan los juristas, "lo habitual" es que, como las mujeres est¨¢n colaborando con la polic¨ªa y han resultado ser una pieza clave en la investigaci¨®n, la juez ni siquiera mantenga las imputaciones.