Silencio de muerte

La Guerra Civil no s¨®lo sembr¨® la tierra con cientos de miles de espa?oles muertos, sino que conden¨® al silencio a millones. Al drama de las desapariciones y los fusilamientos en masa se uni¨® un miedo callado y doloroso en el seno de las mismas familias que hab¨ªan sido v¨ªctimas de la represi¨®n. El caso de la familia F¨¦lix, formada por campesinos de La Palma del Condado (Huelva), es paradigm¨¢tico. Uno de sus miembros, Juan Bautista F¨¦lix C¨¢ceres, desapareci¨® durante la contienda. "Nunca se habl¨® de nada entre nosotros. Lo ¨²nico que se dec¨ªa es que, una noche, lo sacaron de su casa, lo metieron en la c¨¢rcel del pueblo y, a la ma?ana siguiente, se lo llevaron en un cami¨®n. Y nunca m¨¢s se le volvi¨® a ver. Siempre se dijo que lo hab¨ªan matado", recuerda su sobrino, Juan F¨¦lix Pav¨®n, de 60 a?os.

Curiosamente, un sobrino nieto de Juan Bautista F¨¦lix C¨¢ceres es hoy el primer teniente de alcalde de La Palma, Manuel Garc¨ªa F¨¦lix. El edil forma parte del gobierno municipal del PP, inmerso en una pol¨¦mica acerca de una fosa com¨²n donde se supone que yacen unos 200 fusilados por las tropas franquistas. Vecinos y familiares de las v¨ªctimas han llamado la atenci¨®n por la urbanizaci¨®n que se est¨¢ construyendo junto a esa tumba sin identificar. Las familias se quejan de que el Ayuntamiento no est¨¢ siendo sensible con sus demandas de dignificar el lugar o exhumar los restos para darles una sepultura respetuosa y un homenaje en el cementerio municipal. Por lo que sabe la familia de Juan Bautista F¨¦lix C¨¢ceres, ¨¦ste no se encuentra enterrado en esa fosa, sino en alguna de un pueblo cercano, posiblemente Niebla.

Garc¨ªa F¨¦lix se mostr¨® ayer sorprendido al conocer que un hermano de su abuelo Pedro F¨¦lix hab¨ªa sido presuntamente asesinado. "Es la primera noticia que tengo. Sab¨ªa que mi abuelo Pedro hab¨ªa luchado en el bando nacional y que una granada cay¨® en su trinchera, dej¨¢ndole una cojera. Pero nada m¨¢s", afirm¨®. El teniente de alcalde prefiri¨® no hacer m¨¢s declaraciones. "Creo que es un tema muy delicado. Lo tengo que hablar con los agentes adecuados y no con los medios de comunicaci¨®n", zanj¨® educadamente.

A sus parientes no les extra?a que Manuel Garc¨ªa no sepa que un familiar suyo descansa, con toda probabilidad, en una fosa com¨²n. Ellos mismos apenas saben nada. "En mi familia no se hablaba de lo que le pas¨® a Juanillo. Se contaban muchas historias y an¨¦cdotas de abuelos, t¨ªos, primos... Pero de ¨¦l, nada", explica su sobrino, Juan. "Lo ¨²nico que sab¨ªamos de ¨¦l era su mote, Fari?as, que jugaba mucho a las cartas y que, posiblemente, ¨¦sa fue la raz¨®n de que una noche se lo llevaran para matarlo. Porque estamos seguros de que ¨¦l no estaba metido en nada de pol¨ªtica" contin¨²a. Pero todo son especulaciones. Nadie sabe qui¨¦nes entraron en casa, si eran militares o milicianos falangistas, u otros grupos. Tampoco se saben las razones para su apresamiento.El padre de Juan F¨¦lix Pav¨®n, que se llamaba Manuel, busc¨® por su cuenta, junto con sus tres hermanos, a los posibles culpables. "Aunque nunca resolvi¨® nada. A veces, se lamentaba por las noches y lloraba: '?Qui¨¦n mat¨® a mi pobre hermano?", recuerda su hijo.

Desde hace no mucho, los sobrinos de Juanillo Fari?as, han empezado a conocer m¨¢s detalles de su t¨ªo a trav¨¦s de testimonios de familiares directos que hab¨ªan permanecido mudos. Uno de ellos fue Diego, hermano de Juanillo, y posiblemente la ¨²ltima persona de la familia que lo vio vivo. "Antes de que Diego muriese, cont¨® que la noche en que se llevaron a Juanillo a la c¨¢rcel, a ¨¦l mismo tambi¨¦n lo apresaron. Esa noche la pasaron juntos all¨ª dentro. Diego dijo que fue la peor noche de su vida. Al d¨ªa siguiente, los montaron a los dos en un cami¨®n con m¨¢s gente. Pero un vecino, intercedi¨® por ellos, aunque s¨®lo dejaron bajarse a Diego. Aquello le afect¨® mucho toda su vida. Dec¨ªa que le dol¨ªa terriblemente recordarlo, y apenas lo cont¨® nunca", explica Juan Manuel F¨¦lix, sobrino nieto del desaparecido. Juan Manuel, de 24 a?os pertenece a las Juventudes del PSOE, es uno de los familiares m¨¢s sensibilizados con el problema de la memoria hist¨®rica y el que m¨¢s ha luchado para reivindicar el nombre de su t¨ªo abuelo.

Juan Manuel ha participado activamente en la reivindicaci¨®n de los familiares de los enterrados en la fosa de La Palma del Condado, que piden al Ayuntamiento una mayor sensibilidad hacia el lugar donde, seg¨²n ellos, se hayan enterrados los cuerpos de los represaliados por el franquismo. Seg¨²n fuentes del Ayuntamiento de La Palma, el contencioso no ha variado en los ¨²ltimos d¨ªas, pues no se ha recibido ninguna comunicaci¨®n formal por parte de ninguna de las partes implicadas.

Por su parte, la Asociaci¨®n por la Memoria Hist¨®rica y la Justicia de Andaluc¨ªa, que lidera las peticiones de los familiares de las v¨ªctimas cree que la ley de la Memoria Hist¨®rica, recientemente aprobada, ampara de manera legal sus demandas. "Nosotros creemos que el antiguo cementerio de La Palma del Condado, donde est¨¢n enterrados los restos de los fusilados, es un lugar protegido, tal y como cataloga la ley a estos espacios. Por tanto, las autoridades deben protegerlo", explica Rafael L¨®pez, presidente de la Asociaci¨®n.

"A partir de ahora y bas¨¢ndonos en el texto de la nueva ley", contin¨²a L¨®pez, "vamos a volver a presentar denuncias en los juzgados de La Palma -donde ya presentamos cinco anteriormente-, en la Subdelegaci¨®n del Gobierno y en el Ayuntamiento", afirma L¨®pez. El presidente de esta asociaci¨®n que lucha contra el olvido de las v¨ªctimas asesinadas durante la Guerra Civil cree que el alcalde de La Palma del Condado, Juan Carlos Lagares, "no puede oponerse a la ley" y por tanto conf¨ªa en que se re¨²na con miembros de la asociaci¨®n y de las familias. "Aunque lo cierto es que la relaci¨®n, hoy por hoy, es muy fr¨ªa. Y no contamos con ninguna fecha cerrada", reconoce.

"Lo que nosotros pedimos es una mayor sensibilidad de las administraciones para la colaborar en recuperar los nombres y los lugares de d¨®nde ocurrieron estos hechos. Hemos intentado negociar con el Ayuntamiento de manera natural. Ojal¨¢ la posibilidad de que haya familiares represaliados dentro del equipo de gobierno les sensibilice un poco m¨¢s", concluye L¨®pez.