Rock y fotos por la ausencia

Irma Ferreira muri¨® con 22 a?os a las cinco y media de la madrugada del 7 de enero de 1977. El Ej¨¦rcito argentino en plena dictadura de Videla bombarde¨® su casa de la ciudad de Rosario. Su hijo de un mes y medio sobrevivi¨® milagrosamente. Desde ayer, en el antiguo palacio de Linares hay colgada una foto tomada en 1970 en la que Irma sonr¨ªe junto a su hermana Susana justo antes de salir de casa. Al lado hay otra foto reciente, tomada 36 a?os despu¨¦s de la original. El mismo jarr¨®n, el mismo espejo, la misma mesa pero, esta vez, s¨®lo est¨¢ Susana, que ya no sonr¨ªe.

Es una de las 15 im¨¢genes que el fot¨®grafo argentino afincado en Barcelona Gustavo Germano expone desde ayer y hasta el pr¨®ximo 31 de diciembre en la Casa de Am¨¦rica (plaza de Cibeles, 2). Partiendo de los ¨¢lbumes familiares de muchos asesinados durante la dictadura argentina (1976-1983), el fot¨®grafo volvi¨® 30 a?os despu¨¦s a la provincia norte?a de Entre R¨ªos. All¨ª captur¨®, en el mismo sitio que se hizo la foto original, a los familiares de los asesinados. "Un d¨ªa pens¨¦ que me hubiera gustado ver envejecer a las personas que asesinaron", cuenta Gustavo sobre la barra de bebidas de la inauguraci¨®n. "Y de ah¨ª naci¨® la idea que empez¨® a materializarse hace dos a?os". En las fotograf¨ªas actuales la ausencia del asesinado-desaparecido estremece. Son retratos incompletos, y ah¨ª reside su fuerza. Una inocente y cotidiana estampa familiar se convierte, 30 a?os despu¨¦s, en un desolador vac¨ªo.

En una de las antiguas est¨¢ el propio Guillermo junto a sus cuatro hermanos. En la nueva s¨®lo hay tres. Falta Eduardo, al que el Ej¨¦rcito mat¨® cuando ten¨ªa 18 a?os. Guillermo ten¨ªa 11. "Durante la preparaci¨®n de la foto, tras localizar a las familias, hab¨ªa un ambiente normal. Pero en el momento de disparar con la c¨¢mara se hac¨ªa un silencio estremecedor", recuerda el fot¨®grafo.

Mientras Gustavo deambulaba ayer por la inauguraci¨®n, en el pasillo de abajo se o¨ªan guitarras. El m¨²sico argentino Ariel Rot lanzaba una mirada c¨®mplice sobre el escenario al hombre que le ense?¨® a tocar, Claudio Gabis. A su lado y entre cerveza y cerveza, Andy Chango tocaba el piano. Un improvisado grupo de m¨²sicos argentinos llen¨® de rock la Casa de Am¨¦rica para brindar por los ausentes y acompa?ar la exposici¨®n en el d¨ªa de la inauguraci¨®n.

"Durante la dictadura hab¨ªa temor, y mucho, en la calle", explicaba Ariel antes de subir a tocar. Con 16 a?os, el ex tequila lleg¨® a Madrid con sus padres (¨¦l periodista influyente y ella cantante de m¨²sica sefard¨ª) exiliado por la dictadura.

"Me emocion¨¦ mucho cuando vi las fotograf¨ªas de Gustavo", recordaba Andy Chango, que fue el encargado de organizar el lado musical de la exposici¨®n. "A m¨ª la dictadura me toc¨® de costado, pero todos tenemos amigos afectados directamente. El padre de mi primera novia muri¨® asesinado y ella se despertaba llorando todas las noches". Sonaron cl¨¢sicos del rock argentino como No pibe, compuesta por Claudio Gabis, de 58 a?os, cuando estaba al frente del grupo argentino Manal. Tambi¨¦n Jugo de tomate y Debajo del puente. El p¨²blico, con las primeras filas sentados en el suelo, bailaba, cerraba los ojos y recordaba a los que no est¨¢n.