Iniesta, contra todos
El Barcelona acab¨® echando de menos a Messi y maldiciendo el mal momento en que el cl¨¢sico pill¨® a Ronaldinho, Deco y Henry, que ni siquiera jug¨®. El equipo de Frank Rijkaard llevaba 34 partidos de Liga sin conocer la derrota en su feudo y 51 marcando, al menos, un gol. La ¨²ltima vez que se qued¨® a cero fue en marzo de 2005 ante el Espanyol.
- Eto'o. Acus¨® el lastre y la incomodidad de tener pegado como una lapa a Pepe. Adem¨¢s, Cannavaro ayud¨® a su compa?ero en las coberturas. Goz¨® de dos buenas ocasiones pero sus disparos, no pod¨ªa ser de otra forma, rebotaron en el central portugu¨¦s.
- Puyol. Persigui¨® a Robinho por todo el campo. Le cost¨® neutralizar al chinche brasile?o y en el empe?o vio una tarjeta amarilla. En contrapartida, su brega le vali¨® para prodigarse en varias acciones defensivas, especialmente en un centro envenenado de Van Nistelrooy nada m¨¢s dar inicio el segundo periodo.
- V¨ªctor Vald¨¦s. Estuvo bien de manos y nada pudo hacer en el gol de Baptista, pero su falta de autoridad en las salidas por alto provoc¨® un ataque de nervios cada vez que Sneijder lanzaba una falta desde la medular.
- Iniesta. P¨ªcaro y desequilibrante. Heinze le cerr¨® el camino por la banda derecha, a la que se vio confinado con la entrada de Ronaldinho en el once inicial. Se busc¨® la vida por otras zonas y de su clase e inspiraci¨®n vivi¨® el Bar?a. Habilit¨® a Eto'o, casi forz¨® un penalti a Casillas, produjo buena parte de las ocasiones de su equipo y puso a prueba a Casillas. Una jugada resumi¨® el mal cariz del traj¨ªn azulgrana. Recibi¨® en la punta izquierda, caracole¨®, no encontr¨® a nadie para combinar, ni por delante ni por detr¨¢s, y entonces debi¨® darse cuenta de lo que suced¨ªa: por momentos, estaba jugando ¨¦l solito contra todo el Madrid. Con la entrada de Giovani, retras¨® su posici¨®n. Incansable, sigui¨® siendo uno de los pocos que cre¨® problemas al bloque defensivo madridista, empezando por Diarra.
- Ronaldinho. Tras una semana en el centro del hurac¨¢n, volvi¨® a la alineaci¨®n titular. O ahora, o nunca, entendi¨® Rijkaard. El brasile?o, a a?os luz del que fue, no estuvo a la altura. Las carencias f¨ªsicas amputan su fant¨¢stica capacidad para desequilibrar un partido. Pocas veces desbord¨® a Sergio Ramos, y no estuvo en la onda que requer¨ªa el partido. Busc¨® con insistencia faltas absurdas en una muestra de su impotencia y falta de confianza en sus propias posibilidades.
- Los j¨®venes. Giovani y Bojan reactivaron al Bar?a en los pocos minutos que les concedi¨® Rijkaard. Suyos fueron los mejores remates. Dejaron al descubierto la defectuosa confecci¨®n del once azulgrana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.