"Yo no me achico"
El sol de diciembre enga?a. No, en Palencia, en su calle Mayor, no hace calor. Esta noche ha helado. "Ocho bajo cero", precisa Marta Dom¨ªnguez (Palencia, 1975), que, cuando empieza a anochecer se prepara para salir a correr por un parque junto a sus habituales compa?eros de entrenamiento, Edu y Silvano.
Pregunta. ?C¨®mo se siente entren¨¢ndose por los parques de Palencia con este fr¨ªo?
Respuesta. Son diez primeros minutos en que piensas en todo, ?qu¨¦ hago aqu¨ª?, ?por qu¨¦ tengo que entrenarme?, ?por qu¨¦ tengo que sufrir? Entonces, la ¨²nica motivaci¨®n es pensar en los Juegos Ol¨ªmpicos.
P. Pero a¨²n faltan ocho meses. No le dan ganas de decir, como queda tanto, me voy a casita...
"Vivo en un estado de esperanza, porque a lo mejor no sale lo que preparo"
"Me estreso por no fallar, el cuerpo lo huele y responde inflam¨¢ndose"
"Y si hay que infiltrar el pie para ir a Pek¨ªn, me dejar¨ªa hacer en el pie cualquier cosa"
"Es el entrenamiento d¨ªa a d¨ªa, en el que el miedo acecha... Quiero quitarlo de ah¨ª"
R. No, no. El trabajo tiene que ser continuo. No puedes entrenarte dos meses a muerte si no has hecho el trabajo por detr¨¢s. Y lo tengo muy claro: para que todo salga bien, hay que hacerlo bien desde el principio.
P. ?C¨®mo puede motivarse si no ver¨¢ el rendimiento de lo que hace ahora hasta agosto?
R. Vivo en un estado de esperanza, porque a lo mejor no sale lo que preparo. Es un objetivo a muy largo plazo para el que te tienes que preparar d¨ªa a d¨ªa, cuid¨¢ndote en todos los sentidos, y confiando tambi¨¦n en la suerte de que no me pase nada, de no lesionarme, de no agarrarme un resfriado a ¨²ltima hora. Es duro, es duro, y adem¨¢s es un deporte en el que te lo juegas todo en un d¨ªa. Y, a veces, bueno, pues fallas.
P. ?No le atormenta el recuerdo de Atenas, donde no pudo competir finalmente por una lesi¨®n?
R. Las tres veces que he tenido la oportunidad de ir a los Juegos Ol¨ªmpicos, Atlanta 96, Sidney 2000 y Atenas 2004, por unas razones o por otras, he fallado. Asumo mi culpa en lo que cabe. En Atlanta era muy jovencita y llegu¨¦ pasada de forma; en Sidney me agarr¨¦ un resfriado una semana antes; en Atenas me lesiono... Me da miedo que llegue la cita y que yo no pueda estar al 100%. Es duro, es duro. Es el entrenamiento d¨ªa a d¨ªa en el que el miedo acecha... Quiero quitarlo de ah¨ª, a veces funciona y a veces me entra el ansia.
P. Un entrenamiento en el que, adem¨¢s, debe convivir doblemente con el dolor, con el que resulta de exigirle al cuerpo cada d¨ªa que llegue un poco m¨¢s lejos, y el de sus pies y tendones, tan tocados...
R. Cuando me duele el tend¨®n pr¨¢cticamente no puedo entrenarme, porque se inflama y me priva. Pero ¨²ltimamente, aparte, he tenido una sobrecarga de entrenamiento que ha sido, m¨¢s que nada, sobrecarga mental. Llega la alta competici¨®n, me estreso por no fallar, por hacerlo bien, el cuerpo lo huele y responde inflam¨¢ndose. Es algo que tengo que superar siempre y hasta ahora lo he conseguido. En Toro, en el Europeo de cross, tambi¨¦n tuve problemillas pero como hab¨ªa hecho bien el trabajo pude correr.
P. ?C¨®mo lo supera, machac¨¢ndose m¨¢s?
R. No lo llego a superar del todo. A veces son problemas de tendones, otras me salen granos o me molesta una muela sin raz¨®n f¨ªsica, sin que haya infecci¨®n. Creo que lo somatizo y me afecta de una manera o de otra.
P. Despu¨¦s de la operaci¨®n que le priv¨® de Atenas, particip¨® en el Mundial de Helsinki 2005 y no le fue muy bien la experiencia. ?Lleg¨® a pensar que ya era su final?
R. Qued¨¦ la 14? en el Mundial. No fue un buen puesto. Ser la 14? del mundo a m¨ª no me llena, pero acab¨¦ orgullosa porque despu¨¦s de un a?o de estar parada y seis meses de entrenamiento duro pude reencontrarme en la alta competici¨®n. El resultado no me llen¨® pero me hizo animarme: si he tenido todos estos problemas y en seis meses he podido meterme en una final, qui¨¦n sabe si esperamos un poco m¨¢s y mi cuerpo se va recuperando a lo mejor vuelvo a ser lo que era.
P. Pero en el Europeo de 2006, si no es por el presidente de la federaci¨®n, que la convenci¨® de que corriera los 5.000 despu¨¦s de no estar a su altura en los 10.0000, a lo mejor se vuelve deprimida o con m¨¢s dudas...
R. Deprimida, no, porque despu¨¦s de la lesi¨®n que me priv¨® de Atenas mi cabeza cambi¨® totalmente. Empec¨¦ a valorar m¨¢s el d¨ªa a d¨ªa, no objetivos a cuatro a?os, sino a corto plazo. Empec¨¦ a pensar de otra manera. Me di cuenta de que hab¨ªa en la vida m¨¢s que el atletismo. Los atletas nos pensamos que vivimos en el pa¨ªs de las maravillas, y no es as¨ª, ?no?
P. Sin embargo, no cuadra muy bien lo del d¨ªa con su decisi¨®n de no ir al Mundial de Osaka este verano...
R. El verano lo he pasado mal despu¨¦s de tomar la decisi¨®n. Por eso empec¨¦ a pensar en el pr¨®ximo a?o, la ¨²ltima oportunidad ol¨ªmpica. Y si hay que infiltrar el pie, me dejar¨ªa hacer en el pie cualquier cosa. El a?o pasado no pod¨ªa gastar un cartucho en un pie lesionado, un pie que psicol¨®gicamente me afecta mucho, por un Mundial, que tampoco me importa tanto como unos Juegos. Ya tengo dos platas mundiales y lo que me llena son los Juegos.
P. ?Es consciente de que se ha convertido en un s¨ªmbolo, de la alegr¨ªa con que la sociedad acoge sus victorias, su lucha?
R. A los atletas nos entra miedo, pero unos salen victoriosos del miedo y otros no. En la alta competici¨®n la cabeza manda m¨¢s que el cuerpo, y te bloquea. Te bloquea el miedo. Si eres capaz de controlarlo, sales victorioso. A m¨ª me ha ido muy bien porque siempre he dejado todo en la pista. Siempre he dicho que si hay que morir, mor¨ªa. Y creo que la gente ve en m¨ª capacidad de sacrificio, de lucha y, sobre todo, ganas de ganar.
P. Se diferencia, as¨ª, de la mayor¨ªa de los espa?oles, que salen derrotados de antemano cuando corren con africanos...
R. Yo, desde muy peque?ita, pens¨¦ que ning¨²n atleta espa?ol ser¨ªa campe¨®n ol¨ªmpico, pero a ra¨ªz de Ferm¨ªn Cacho en Barcelona, dije si ha ganado ¨¦l, podemos ganar cualquiera. Y a partir de ah¨ª, con 17 a?os que ten¨ªa, lo fui viendo muy cerquita. Yo no me achico. Cuando corro no doy nada por perdido. No creo que sean superiores a nosotros siempre. Bien, ellas superan una selecci¨®n natural, desde que nacen tienen que luchar por vivir, pero si una atleta se prepara tambi¨¦n puede ganarlas.
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