Ucrania ensalza su identidad
Kiev recurre a la hambruna de 1932-1933 para construir un Estado independiente
El Instituto de la Memoria Hist¨®rica de Ucrania quiere elaborar una historia del Estado desde una perspectiva propia. Se basar¨¢ en "los hechos reales", pero ¨¦stos ser¨¢n "dosificados en funci¨®n de la tarea de construir un Estado nacional", explica Igor Yujnovski, el director. "La dosis de los hechos hist¨®ricos en los que la naci¨®n venci¨® o puede ser exaltada ser¨¢ muy grande y la dosis en los que la naci¨®n perdi¨® ser¨¢ insignificante", afirma.
El instituto debe "mostrar a la sociedad que la independencia del Estado ha sido resultado de la sufrida lucha que la naci¨®n ha mantenido durante siglos" y tambi¨¦n que "s¨®lo un Estado nacional independiente puede garantizar la existencia f¨ªsica de los ucranios", afirma.
Stalin utiliz¨® el hambre como instrumento pol¨ªtico, dice un historiador
Con estas pautas, el instituto da hoy prioridad a la hambruna de 1932-1933, busca una calificaci¨®n jur¨ªdica internacional para las acciones del r¨¦gimen comunista que llevaron al "golodomor" y considera que el t¨¦rmino adecuado es "genocidio". El exterminio del campesinado m¨¢s productivos, los "kulak", llen¨® los pueblos ucranios de ni?os abandonados, hijos de los que mor¨ªan de hambre, de los fusilados y deportados a Siberia."A los menores de cuatro a?os, les daban un nuevo apellido; a los mayores, les instaban a olvidar a sus padres delincuentes", afirma Yujnovski.
Sobre el n¨²mero de v¨ªctimas de la hambruna las estimaciones var¨ªan. El historiador Yuri Shapoval calcula que fueron de 4,5 millones a 5 millones de personas. ?Acaso quiere Ucrania organizar un nuevo proceso de N¨¹remberg, esta vez contra el r¨¦gimen comunista? Yujnovski subraya la dificultad para ello, porque "las decisiones eran tomadas por ¨®rganos muy espec¨ªficos no reconocidos internacionalmente como ¨®rganos leg¨ªtimos de poder". "Las disposiciones del Comit¨¦ Central del Partido Comunista o las intervenciones de Stalin como dictador de la URSS eran obligatorias para toda la administraci¨®n"."Hay que entender el car¨¢cter de la URSS para encontrar las fuentes jur¨ªdicas de los delitos cometidos por sus autoridades", se?ala.
La compensaci¨®n material, si se plantea, podr¨ªa apuntar hacia Rusia, en tanto que heredera de la URSS. Se trata de un tema "muy delicado" que el instituto no ha abordado a¨²n, afirma Yujnovski. "La represi¨®n de 280.000 familias campesinas, exterminadas, expropiadas, enviadas a Siberia, todo esto exige una cierta compensaci¨®n", se?ala y se refiere a las indemnizaciones que el gobierno alem¨¢n tuvo que pagar a los trabajadores forzados en los territorios ocupados del Este de Europa. "Tenemos un precedente hist¨®rico que puede alegarse, aunque no sabemos a¨²n si vale la pena hacerlo y c¨®mo hacerlo. Veremos los precedentes de otros pa¨ªses ocupados por la URSS, como las rep¨²blicas b¨¢lticas", afirma. "El principal fin del instituto no es el castigo, sino la consolidaci¨®n de la sociedad", puntualiza.
El instituto quiere elaborar un libro con los nombres de las v¨ªctimas y tambi¨¦n "encontrar los nombres de los delincuentes". Los culpables ya no viven, pero "sus hijos no tienen derecho a no reconocer aquella maldad", se?ala.
Dice Yujnovski que decenas de miles activistas sovi¨¦ticos participaron en la colectivizaci¨®n en Ucrania y entre ellos, admite, hubo tambi¨¦n ucranios. Sin embargo, distingue entre los que daban las ¨®rdenes en Mosc¨² y los que se ve¨ªan obligados a cumplirlas."Torturaban y al mismo tiempo ten¨ªan un miedo horrible, porque pensaban que si no cumpl¨ªan su misi¨®n con crueldad les podr¨ªan fusilar o arrestar". "El terror era universal e invad¨ªa tanto a los que lo sufr¨ªan como a los que lo practicaban".
El historiador Shapoval cree que la situaci¨®n era "complicada". "Es dif¨ªcil llamar verdugos en sentido pleno a quienes serv¨ªan al Comit¨¦ Central y al Kremlin y estaban ante la disyuntiva de perecer o mantener la l¨ªnea"."Algunos dirigentes locales fueron juzgados por ayudar a los campesinos o repartirles pan", dice.
La colectivizaci¨®n produjo un hambre masiva en Rusia y en Kazajist¨¢n, pero en Ucrania tuvo un car¨¢cter espec¨ªfico, seg¨²n Shapoval, porque s¨®lo aqu¨ª "el hambre se transform¨® en un factor e instrumento de la pol¨ªtica nacional". De genocidio permite hablar una carta de 1932 en la que Stalin afirmaba no confiar en la directiva comunista de Ucrania, explica el historiador, seg¨²n el cual "Stalin tem¨ªa la alianza de los nacionalistas ucranios con los polacos y los culpabiliz¨® del hambre que ¨¦l mismo hab¨ªa provocado".
"Rusia sufri¨® mucho a causa del r¨¦gimen bolchevique, pero no tanto como Ucrania, que era la ¨²nica rep¨²blica socialista dispuesta a lograr la independencia. Para Rusia, tanto si era zarista, comunista o republicana, Ucrania representaba el peligro de desintegraci¨®n del imperio", afirma Yujnovski.
La repoblaci¨®n de las localidades desertizadas a causa de la hambruna con "miles de familias de Rusia y Bielorrusia" "cambi¨® la composici¨®n nacional de Ucrania", sostiene el director del instituto, y aduce este hecho para oponerse a la oficialidad del idioma ruso. Ucrania occidental, no perteneciente a la URSS en aquella ¨¦poca, no fue afectada por la hambruna, pero all¨ª confluyen otras memorias, la de los hebreos exterminados y la de los polacos cruelmente enfrentados con los ucranios.
Leonid Kravchuk, el primer presidente de Ucrania, se disculp¨® ante los hebreos por los delitos de sus compatriotas al servicio del nazismo, afirma Yujnovski. El tema no est¨¢ cerrado. En octubre el presidente Y¨²shenko condecor¨® como "h¨¦roe de Ucrania" a Rom¨¢n Shuj¨¦vich (1907-1950), jefe del Ejercito Insurrecto de Ucrania (UPA). Esa distinci¨®n a un nacionalista que en 1941 entr¨® con los alemanes en Lvov al frente del batall¨®n Nachtingall escandaliza en Israel. Iosef Lapid, ex ministro de Justicia de este pa¨ªs y uno de los dirigentes del memorial dedicado al Holocausto, le record¨® a Y¨²shenko hace poco que existen pruebas de la participaci¨®n de Shuj¨¦vich en el exterminio de 4000 judios.
Sin embargo, Yujnovski defiende la memoria de Shuj¨¦vich. "Desde su juventud luch¨® por la independencia de Ucrania y contra los polacos, participando en actos terroristas contra funcionarios polacos antiucranianos. Cuando los alemanes ocuparon parte de la URSS, pens¨® que ayudar¨ªan a Ucrania a convertirse en un estado independiente, pero se equivoc¨®". "Con excepci¨®n de ese corto periodo de su vida de 1941-1942 en el que existi¨® el batall¨®n Nachingall, Shuj¨¦vich llev¨® una vida dif¨ªcil pero digna", afirma. En cuanto a los enfrentamientos polaco-ucranios, ¨¦stos son "un problema solventado".
En Ucrania, a diferencia de Rusia, los archivos del partido comunista est¨¢n abiertos y son muy accesibles. Shapoval cree que los historiadores rusos tienen una barrera psicol¨®gica para calificar la hambruna de "genocidio" y tambi¨¦n miedo a que Kiev pida compensaciones materiales a Mosc¨². Uno de los programas conjuntos entre investigadores de los dos pa¨ªses contempla la redacci¨®n de una historia de Ucrania confeccionada por rusos y otra de Rusia confeccionada por ucranios.
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