Sarkozy reforma
El desenfreno reformista del presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy ha sido uno de los centros de atenci¨®n de la pol¨ªtica europea en los ¨²ltimos meses. En pol¨ªtica econ¨®mica, Sarkozy y su entorno disparan en todas direcciones, tanto anunciando medidas que pueden ayudar a eliminar las rigideces que sufre el pa¨ªs como haciendo declaraciones que revelan un entendimiento muy pobre de lo que son los mecanismos b¨¢sicos de una econom¨ªa de mercado.
As¨ª, y empezando por lo m¨¢s negativo, el presidente hace frecuentes declaraciones contra la independencia del BCE, sin reparar en que ¨¦sta ha sido un factor clave para anclar las expectativas de inflaci¨®n y contribuir a la estabilidad macroecon¨®mica. M¨¢s preocupante a¨²n es la propuesta de volver a una pol¨ªtica industrial activa (es decir, de subvenciones selectivas que distorsionan la asignaci¨®n de recursos), o incluso proteccionista, ignorando un principio tan ligado al bienestar econ¨®mico de la UE como es el libre comercio. La pintoresca propuesta de "hablar con los grandes centros de distribuci¨®n" para intentar contener la inflaci¨®n es algo que Sarkozy ya intent¨® en su etapa de ministro de Econom¨ªa.
Algunas de las medidas propuestas pueden tener un impacto importante en el potencial de crecimiento de la econom¨ªa francesa
Pero m¨¢s all¨¢ de estos signos alarmantes, algunas de las propuestas pueden tener un impacto importante en el potencial de crecimiento de Francia. Romper con la obligaci¨®n de trabajar un m¨¢ximo de 35 horas sin duda ayudar¨¢ a incrementar el PIB per c¨¢pita. Aunque las 35 horas han permitido a los franceses disfrutar de largos fines de semana, es evidente que el objetivo inicial de la medida -reducir el paro- apenas se ha cumplido, y que en cualquier caso se puede lograr con m¨¢s eficacia, como se ha hecho en otros pa¨ªses, a trav¨¦s de otro tipo de medidas. M¨¢s interesante a¨²n es la reforma de la administraci¨®n anunciada hace dos semanas, con una larga bater¨ªa de medidas encaminadas a contener el gasto p¨²blico (reducci¨®n del n¨²mero de funcionarios, racionalizaci¨®n de las fuerzas armadas, ministerios y agencias estatales).
M¨¢s all¨¢ de las inevitables reformas de algunos subsistemas de pensiones o de las bajadas puntuales de impuestos, estas dos reformas podr¨ªan ser clave para dinamizar la econom¨ªa. La primera est¨¢ ya casi aprobada, pero la segunda es s¨®lo un plan. Y antes de llevarla a cabo tendr¨¢ que convencer a los sindicatos, mucho m¨¢s favorables al "otro" discurso de Sarkozy.
M. Jim¨¦nez Gonz¨¢lez-Anleo es economista del ¨¢rea Europa del Servicio de Estudios del BBVA.
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