Caixa Sabadell expone la obra del ruso Serge Poliakoff
"Para el futuro, apuesto por Poliakoff". Lo dijo otro pintor abstracto: Kandinsky, en 1945, al ver una exposici¨®n de Serge Poliakoff (Mosc¨², 1900-Par¨ªs, 1969) en la galer¨ªa Esquisse de Par¨ªs. Sus amarillos vertiginosos, los n¨²cleos negros y rojos, las transparencias que producen sensaci¨®n de profundidad, las formas angulosas, los azules que vibran... pueden verse, por primera vez en Catalu?a, en el Sal¨®n Modernista de Caixa Sabadell hasta el 22 de febrero.
Con la exposici¨®n Una aventura crom¨¢tica: las gouaches 1930-1969, que agrupa 70 obras del singular artista ruso. "Hemos intentado explicar la aventura del arte abstracto de la segunda mitad del siglo XX", asegura el comisario de la exposici¨®n, Nicol¨¢s Morales. En el Sal¨®n Modernista pueden verse desde Composition abstraite, de 1938, en la que el pintor juega con la yuxtaposici¨®n de formas de colores sobre un fondo blanco, hasta el mural que hizo poco antes de morir, Pol¨ªptico-proyecto para un ayuntamiento, en el que las combinaciones imbricadas de rojos, azules y verdes recuerdan una escultura. Poliakoff casi nunca mezclaba colores. Consegu¨ªa, superponi¨¦ndolos o yuxtaponi¨¦ndolos, hacer fluir el azul hacia el blanco y utilizaba el pigmento rojo como una pasta.
Tocar en cabarets
Poliakoff huy¨® de Rusia durante la Revoluci¨®n de Octubre, en 1917, y sobrevivi¨® econ¨®micamente tocando en los cabarets de Par¨ªs hasta 1952, a?o en el que obtuvo un primer contrato con la galer¨ªa de arte Bing. No obstante, su trayectoria como artista hab¨ªa empezado mucho antes. Decidi¨® ser pintor en 1929, y en 1930 particip¨® en una primera exposici¨®n colectiva.
Poco despu¨¦s vivi¨® temporalmente en Londres, donde descubri¨® el arte abstracto, pint¨® escenas inspiradas en el folclor ruso, como lo hab¨ªa hecho Kandinsky, y qued¨® seducido por las tonalidades de los sarc¨®fagos egipcios del Museo Brit¨¢nico. Descubri¨® que los egipcios hab¨ªan obtenido los dorados que tanto le fascinaban con distintas capas de colores y decidi¨® aplicar la misma t¨¦cnica para obtener lo que llam¨® "la vida de los colores".
A finales de la d¨¦cada de 1930 empez¨® a preparar sus propios pigmentos para buscar el tono m¨¢s exacto. Cada tela era un espacio de experimentaci¨®n con el color. En la d¨¦cada de 1940 abandon¨® el dibujo con l¨¢piz por los trazos uniformes de azules y rojos, y fue reduciendo la gama de colores. Ya hacia el final de su vida, utiliz¨® una met¨¢fora para definir su creaci¨®n: "No hay que olvidar que cada forma tiene dos colores, uno interior y otro exterior. Es el caso del huevo, que es blanco por fuera y amarillo por dentro. Y pasa lo mismo con todas las cosas".
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