El cierre de minas amenaza con dejar en la calle a 400 trabajadores

Era la cr¨®nica de un cierre irreversible y un despido anunciado. El pasado lunes 31 los yacimientos mineros de As Pontes y Meirama se clausuraron para siempre. El ¨²ltimo d¨ªa del 2007 fue tambi¨¦n el ¨²ltimo de la vida ¨²til de estas dos cuentas mineras que explotaban desde hace 30 a?os Endesa y Uni¨®n Fenosa para alimentar las calderas de sus centrales t¨¦rmicas en As Pontes y Meirama (Cerceda). Fue adem¨¢s el ¨²ltimo d¨ªa de trabajo para medio millar de operarios de la miner¨ªa auxiliar. De las entra?as del subsuelo gallego se han extra¨ªdo en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas unos 347 millones de toneladas de lignito pardo -un tipo de carb¨®n mineral- que se emple¨® como materia prima para generar millones de kilovatios de energ¨ªa el¨¦ctrica consumidos en hogares y empresas gallegas y exportados a otras autonom¨ªas. Sin embargo, aunque la veta mineral no se ha agotado a¨²n, la quema del carb¨®n local ha dejado de ser rentable por su alto coste medioambiental dentro del Protocolo de Kioto, ya que contamina en exceso (69% carbono) y su poder calor¨ªfico es relativamente bajo.

Apenas dos d¨ªas despu¨¦s de echar el candado, el cierre definitivo de las dos cuencas m¨¢s productivas de la miner¨ªa gallega arroja una ¨²nica certeza -el fin de la explotaci¨®n-, y abre otras tantas inc¨®gnitas sobre el futuro de los trabajadores de las compa?¨ªas auxiliares y la viabilidad de un ambicioso proyecto de regeneraci¨®n medioambiental dise?ado por las el¨¦ctricas para transformar las cuencas mineras en dos espacios acu¨¢ticos de uso p¨²blico, al que est¨¢n obligadas por ley al t¨¦rmino de la explotaci¨®n. Aunque la recuperaci¨®n de la cuenca pontesa se presume m¨¢s compleja desde el punto de vista ecol¨®gico, los sindicatos, especialmente la CIG, temen que la situaci¨®n laboral de 401 trabajadores de las subcontratas mineras (256 en As Pontes y 145 en Meirama) derive en un conflicto social. Critican, adem¨¢s, que Fenosa no aceptase negociar un plan de prejubilaciones e incorporaciones a la empresa principal, similar al propuesto por Endesa.Endesa ha accedido a absorber a 80 de los operarios auxiliares de As Pontes en virtud a un acuerdo firmado en 2006. Para Manuel Cabaleiro (CIG), el proceso de incorporaciones acab¨® en una maniobra "vergonzosa" que se realiz¨® "a dedo" siguiendo criterios de "afinidad pol¨ªtica y sindical". La central nacionalista present¨® hace once d¨ªas una denuncia por "discriminaci¨®n sindical" en los tribunales ferrolanos y critica que el "cierre no traum¨¢tico" de la explotaci¨®n anunciado a bombo y platillo por Endesa, se traduzca en el "abandono" de 401 trabajadores auxiliares de As Pontes y Meirama.

En el otro extremo de la balanza sindical, las centrales UTG y CC OO hacen una lectura "positiva" y consideran que el cierre de las minas no supondr¨¢ "un problema grave de desempleo". Roque Vidal, responsable de la FIA-UGT, sostiene que el proceso de incorporaciones fue "limpio y transparente" y se?ala que entre los recolocados en la central pontesa "hay afiliados y cargos sindicales de la CIG". "Ochenta incorporaciones pueden parecer poco" se?ala Vidal, "pero las ayudas del Plan Miner y la Xunta contribuir¨¢n a mitigar el cierre y recolocar a todos los trabajadores en nuevos proyectos industriales en la zona, adem¨¢s de estudiar otras alternativas como jubilaciones parciales". Desde CC OO explican que existe un compromiso por parte de Endesa y Fenosa para mantener cierta actividad no extractiva en la mina que ocupe a las subcontratas mineras hasta que inicien los planes formativos necesarios para recolocarlos en otros sectores empresariales.

Esteban V¨¢zquez, responsable de la federaci¨®n minera de CC OO en Galicia, estima que el n¨²mero de trabajadores a recolocar ser¨¢ reducido, en torno a 40, si las el¨¦ctricas cumplen la pr¨®rroga laboral comprometida. "Hay buena disposici¨®n y queremos pensar que hay una garant¨ªa de trabajo para los pr¨®ximos meses". Mientras, la CIG ya ha convocado para ma?ana una asamblea en la villa minera y no descarta iniciar un nuevo calendario de movilizaciones para exigir que estas empresas asuman su "responsabilidad social". "El carb¨®n gallego ayud¨® a superar graves problemas energ¨¦ticos" recuerda Cabaleiro, "estas empresas crearon un gran emporio econ¨®mico y ahora nos dejan en el paro con el lago para tomar el sol".

El Ministerio de Industria y el Gobierno gallego, a trav¨¦s de las conseller¨ªas de Industria y Traballo, destinar¨¢n 75 millones de euros a financiar planes formativos y otras ayudas para recolocar a los desempleados y reorientar la econom¨ªa de las dos cuencas mineras que durante d¨¦cadas han girado en torno al eje de la mina. El yacimiento de lignito pardo de As Pontes fue hasta la fecha la mayor explotaci¨®n a cielo abierto de Espa?a y en 1987 lleg¨® a tener en n¨®mina a 1.800 trabajadores. Desde sus inicios en los a?os 70, se han extra¨ªdo 260 millones de toneladas de carb¨®n para alimentar los hornos de la mayor central el¨¦ctrica de Espa?a y tambi¨¦n la m¨¢s contaminante. El hueco de la mina es hoy un gigantesco cr¨¢ter de ocho kil¨®metros cuadrados tan grande como A Coru?a y casi dos veces m¨¢s que Ferrol. En los pr¨®ximos cuatro a?os la cuenca pontesa se ir¨¢ rellenando con el agua del r¨ªo Eume (540 millones de metros c¨²bicos) hasta formar un lago artificial de proporciones descomunales -811 hect¨¢reas y 200 metros de profundidad- que en 2012 pasar¨¢ a manos de la Xunta de Galicia. Endesa invierte en este proyecto 35 millones de euros para reparar el impacto medioambiental de 30 a?os de explotaci¨®n minera copiando el modelo alem¨¢n para reconvertir antiguos yacimientos sovi¨¦ticos como Senftenberg en zonas tur¨ªsticas y de ocio.

Desde ayer, las calderas de la t¨¦rmica de As Pontes s¨®lo queman carb¨®n importado de Indonesia -hulla subituminosa- en tres de los cuatro grupos el¨¦ctricos que han tenido que adaptar a un combustible mineral menos contaminante que comercializa a trav¨¦s del puerto exterior de Ferrol con la pretensi¨®n de reducir en un tercio las emisiones de gases a la atm¨®sfera.