Las mil y una noches en pintura y m¨²sica

"Gracias a la invenci¨®n y la imaginaci¨®n, Sahrazad consigue salvar su vida y tambi¨¦n la nuestra. Es la maravillosa met¨¢fora de Las mil y una noches. La literatura, la poes¨ªa, la fantas¨ªa, nos permiten sobrevivir d¨ªa tras d¨ªa y en la oscuridad de las noches". Frederic Amat resume as¨ª el sentido ¨²ltimo de una de las grandes obras germinales de la literatura, Las mil y una noches, que ha ilustrado en los tres tomos de la edici¨®n Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores, con 285 pinturas-collages, que se pueden ver en la sala de exposiciones de la editorial en Barcelona (Consell de Cent, 323), hasta el 9 de enero.

Un total de 40 obras, las m¨¢s mat¨¦ricas, se exhiben en vitrinas horizontales, mientras que las otras 245 est¨¢n colgadas conformando un gran mosaico, laber¨ªntico como el propio libro. Delante de este lienzo fragmentado, en el que confluyen el erotismo, la violencia, la ternura, la fascinaci¨®n y dem¨¢s sentimientos que agitan los relatos de Sahrazad, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles (19.30 horas) Paco Ib¨¢?ez protagonizar¨¢ una velada musical, con la participaci¨®n de Rosa Zaragoza, Eduard Iniesta y Mohamed Soulimane y Mohamed Ayoub, de la Orquestra ?rabe de Barcelona. La ambientaci¨®n correr¨¢ a cargo de Comediants, autores de una versi¨®n teatral del libro, cuya escenograf¨ªa realiz¨® Amat.

"Iluminaciones"

"Una noche de 2004, conversando con Joan Tarrida, director de C¨ªrculo de Lectores, me pregunt¨® qu¨¦ libros me hubiese gustado ilustrar. Entre otros salieron El almuerzo desnudo de Burroughs, la Odisea y Las mil y una noches", recuerda Amat. M¨¢s de dos a?os despu¨¦s, aquel ejercicio intelectual se convirti¨® en una realidad y ahora por primera vez se exponen las ilustraciones -Amat prefiere denominarlas "iluminaciones"- originales. "Me sumerg¨ª en el proyecto. La premura editorial me oblig¨® a un trabajo especialmente r¨¢pido e intenso. Ilustrar este libro fue una aventura extraordinaria", explica el pintor, escenogr¨¢fo y director teatral.

"No quer¨ªa caer en el orientalismo, sino recuperar una tradici¨®n oral at¨¢vica y enriquecerla con el aspecto visual", a?ade. El resultado es un conjunto de obras que, aun siendo muy diversas, resultan especialmente arm¨®nicas. Elementos biol¨®gicos entre humanos y animales (pelos, dientes, un trozo de piel con los restos de una pata, huesos y peces disecados) se mezclan con alambres, trozos de cristal, flores de tejido y cuentas coloreadas que brillan como piedras preciosas. S¨ªmbolos f¨¢licos y animales sagrados destacan en obras de marcado car¨¢cter tridimensional. No hay t¨®picos, s¨®lo breves alusiones -la silueta de un camello, la planta de un har¨¦n, la hoja de una palmera- que invitan "al conocimiento del otro".