Atrapados por los edificios ilegales

Cerca de 1.000 propietarios de negocios de Marbella viven atados a los edificios que los albergan. Las irregularidades urban¨ªsticas de estas construcciones, algunas en los tribunales, condicionan sus licencias de actividad, les impiden acometer nuevas obras o traspasarlos a otras personas. Tienen miedo de que les sancionen por no tener estos permisos, por lo que algunos piden que no se les identifique, y tambi¨¦n se sienten impotentes porque no est¨¢ en su mano la regularizaci¨®n definitiva de estas construcciones. Todo depende del Plan General y el sistema de compensaciones. En el mismo saco hay oficinas, despachos profesionales, joyer¨ªas, boutiques, guarder¨ªas, restaurantes o bares.

Hay personas que no saben si es legal el edificio donde est¨¢ su negocio

Warren, propietario de una cafeter¨ªa en el edificio Antonio Herrero -construido en pleno centro, pero en suelo destinado a viario y zona verde- se quejaba ayer de que no ha podido traspasar su negocio. "Escoges el que era el mejor edificio de Marbella, pagas durante cuatro a?os un alquiler car¨ªsimo y ahora no puedes decidir sobre el futuro de tu propio negocio", explicaba. A pesar de que su pasteler¨ªa tiene licencia de actividad, en Urbanismo le han explicado que el nuevo regente podr¨ªa tener problemas si decide acometer una reforma.

Hace apenas un mes que tres de los principales procesados por la corrupci¨®n en Marbella -el presunto cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, el ex alcalde Juli¨¢n Mu?oz y el ex primer teniente de alcalde Pedro Rom¨¢n- se sentaron en el banquillo de los acusados por prevaricaci¨®n urban¨ªstica en relaci¨®n a este edificio. El caso Incopromar fue uno de los primeros en instruirse por irregularidades urban¨ªsticas del fallecido Jes¨²s Gil. El edificio, de 68 viviendas, obtuvo una licencia en 1997 para ocupar una parcela que el planeamiento urban¨ªstico reservaba para equipamiento p¨²blico. "En Urbanismo me han dicho que no tienen una respuesta, que puede tardar seis o siete meses, me tienen atado porque no puedo tomar una decisi¨®n", contaba.

A pesar de que la corrupci¨®n urban¨ªstica de Marbella ha llenado p¨¢ginas y p¨¢ginas de los medios de comunicaci¨®n y ha traspasado fronteras, a¨²n quedan personas en la ciudad que no toman la precauci¨®n de averiguar si el edificio en el que piensan montar su negocio es irregular. La propietaria de una tienda de muebles reci¨¦n abierta en Ricardo Soriano, la calle m¨¢s cara del centro urbano, contaba ayer que descubri¨® que estaba en un edificio ilegal cuando solicit¨® el alta del agua. "Cuando vas a comprar una casa lo miras, pero con un negocio no caes. Por si fuera poco, el due?o no nos dijo nada", afirmaba. El negocio, abierto al p¨²blico desde hace unos meses, tiene la licencia solicitada aunque todav¨ªa no han recibido respuesta del Ayuntamiento.

En el bloque, perfectamente consolidado a pesar de que su licencia de obra fue declarada nula en 2004, hay otros comercios que presumen de una licencia de actividad cuestionada por la ilegalidad de la construcci¨®n.