"Ahora tendr¨¦ que hacer dos transbordos de metro con un carrito de mellizas"

"Mi problema se duplica". Adela C¨¦spedes, administrativa de 37 a?os, tiene dos mellizas de 17 meses. Y est¨¢ desesperada. La escuela infantil Valle del Oro est¨¢ a varios minutos de su casa andando. Pero ya no funciona. La nueva, Cinco Lobitos, dista siete kil¨®metros del otro centro, aunque est¨¦n en el mismo distrito (Carabanchel). Traducido en un viaje de metro, para Adela supone ocho paradas con dos transbordos. "Imagine el recorrido con el carrito doble, me va a dar lumbago", cuenta esta mujer por tel¨¦fono. Otro problema. Ni ella ni su marido tienen familia en Madrid. As¨ª que ahora que vuelve al trabajo no sabe con qui¨¦n podr¨¢ dejarlas mientras se trasladan al nuevo centro. Los padres a¨²n no han sido informados de cu¨¢ndo retoman las clases y denuncian que la nueva escuela, tambi¨¦n p¨²blica, a¨²n no funciona. "Nos han avisado un d¨ªa antes de vacaciones para que no podamos reclamar", concluye la madre de las mellizas.

Alicia Galdeano tambi¨¦n tiene un hijo en el centro de dos a?os y medio. "Nos echan a la calle de la noche a la ma?ana", protesta. Sus hijos mayores fueron a la misma escuela infantil. Y vivieron un problema similar con final feliz. "Los trasladaron a otro centro con sus maestros para hacer unas obras y cuando arreglaron el edificio volvieron todos juntos". Ella teme que ahora el proceso no ser¨¢ igual, porque los profesores ser¨¢n repartidos por distintos centros.

"Los ni?os notan mucho los cambios", explica Inmaculada G¨®mez, educadora en Valle del Oro desde hace 20 a?os. El primer d¨ªa, los alumnos pasan una hora con sus padres. El segundo, ya los dejan una hora y media sin ellos... La separaci¨®n se hace de forma progresiva. "Es un proceso delicado al que tendr¨¢n que volver a enfrentarse", a?ade.