Los Reyes Magos llegan a Catalu?a con regalos y carb¨®n
Sus Majestades llegan a las ciudades catalanas recibidos por miles de ni?os
Miles de ni?os salieron a la calle ayer para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los Magos llegaron en barco a Barcelona y Tarragona; en tren, a Lleida por las v¨ªas del AVE, y por el puente del r¨ªo Onyar, a Girona. "Tenemos carb¨®n para se?ores y se?oras que vienen de lejos", amenaz¨® el paje Gregori en la cabalgata de Barcelona. Antes, el rey Melchor hab¨ªa tranquilizado a los ni?os asegurando que todos los catalanes tendr¨ªan regalos y, por si acaso, mostr¨® sus carrozas llenas de presentes. Entre los que salieron a las calles a recibir a los Reyes Magos, el presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, que pase¨® con sus hijos y su mujer como un ciudadano m¨¢s, o el ex presidente Pasqual Maragall, que acompa?¨® a sus nietos para que dieran la carta a Sus Majestades.
El rey Baltasar fue el preferido por los ni?os "porque lleva m¨¢s regalos"
Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron ayer a Barcelona para entregar sus regalos a las 425.000 personas que se agolparon en las calles para recibirlos. El alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, que cedi¨® a los Reyes Magos la llave m¨¢gica que abre las puertas de todas las casas de la ciudad, agradeci¨® el aguante de los barceloneses en un a?o dif¨ªcil: "Toda Barcelona se ha portado muy bien, ha tenido mucha paciencia". Hereu pidi¨® a los Reyes "que se cumplan los deseos de la ciudad en 2008".
El rey Melchor, que actu¨® de portavoz de Sus Majestades, ri?¨® a los que se portaron mal, pero tranquiliz¨® a los ni?os preocupados. "Venimos cargados de carb¨®n para los que se han portado mal, pero traemos muchos regalos para los ni?os de Barcelona", asegur¨® Melchor.
El paquebote Santa Eulalia condujo a los Reyes hasta el Moll de la Fusta, donde los ni?os esperaban impacientes y nerviosos su llegada. Antes, el paje Gregori, encargado de clasificar las cartas que recib¨ªan los Reyes durante los ¨²ltimos d¨ªas, ameniz¨® la espera con un espect¨¢culo que contaba con los s¨¦quitos de Melchor, Gaspar y Baltasar. Tras desembarcar, los Reyes pasearon entre los ni?os, salud¨¢ndoles y recogiendo sus cartas. Tras su discurso, se dirigieron en coches de ¨¦poca hasta el parque de la Ciutadella, donde, con cierto retraso, empez¨® la cabalgata, que este a?o estuvo marcada por la interculturalidad.
Una estrella compuesta por 25.000 bombillas guiaba a los Reyes en su camino. Tras ella, el rey Melchor, procedente de Asia, abr¨ªa la comitiva precedido de tres lib¨¦lulas gigantes. Unas figuras hinchables, que representaban a ciudadanos de diferentes culturas, acompa?aban al rey Gaspar, originario de la India. El rey Baltasar, que lleg¨® desde ?frica, desfil¨® junto a un t¨®tem de seis metros de altura que asust¨® a m¨¢s de un cr¨ªo.
La ilusi¨®n y el nerviosismo eran dominantes entre los m¨¢s peque?os, encaramados sobre los hombros de sus sufridos padres para ver mejor a Sus Majestades. Alg¨²n avispado incluso opt¨® por llevarse una escalera de casa para evitar el peso sobre la espalda. Entre las peticiones, hab¨ªa para todos los gustos, aunque abundaban las videoconsolas. "He pedido dos juegos para mi consola, ojal¨¢ me los traigan", deseaba Eduard, de ocho a?os. El rey Baltasar fue el preferido por los ni?os y ni?as, como Paula, de cinco a?os, que se inclinaba por el rey negro "porque lleva m¨¢s regalos". Tambi¨¦n hab¨ªa indecisos. Enric, de seis a?os, no las ten¨ªa todas consigo: "Me he portado un poco mal y me traer¨¢n carb¨®n", reconoc¨ªa. Aina, de siete a?os, decidi¨® demostrar su buen comportamiento a Sus Majestades: "Les dejar¨¦ los deberes hechos y las notas del colegio".
Los Reyes llegaron ayer tambi¨¦n al resto de ciudades catalanas. En Lleida, el Ayuntamiento reparti¨® 12.000 manos con el lema M'he portat b¨¦! En Girona, la carroza del rey Gaspar sufri¨® un peque?o incendio que oblig¨® a Su Majestad a seguir andando. En Tarragona, la protagonista fue una nueva carroza con una r¨¦plica de la catedral de la ciudad con motivo del a?o jubilar. Los pajes subieron a los balcones para entregar sus regalos a los ni?os al menos en tres poblaciones catalanas: Igualada, Calaf y Cornudella de Montsant.
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