El Bar?a gana tiempo en Mallorca

Eto'o triunf¨® hace a?os en Mallorca y en Mallorca cuaj¨® ayer el mensaje resultadista del delantero del Bar?a por m¨¢s misas que cante Rijkaard. A los azulgrana les alcanz¨® con un cabezazo de M¨¢rquez a la salida de un c¨®rner y un remate de Eto'o para sacar adelante un partido que inicialmente desmereci¨® la noche de Reyes y al final hasta pareci¨® un festival de Henry. Atrapado por la crudeza del invierno despu¨¦s de gandulear en verano, el barcelonismo necesita ganar tiempo y consecuentemente vive del marcador, y un 0-2 siempre es reparador en d¨ªas de tensi¨®n.

La directiva est¨¢ a expensas de que el equipo reaccione, y los jugadores parecen aguardar a que intervenga la junta ante la desmoralizaci¨®n de la hinchada. As¨ª se presentan moment¨¢neamente las vigilias de cada partido. El de anoche se resolvi¨® a su favor y, por tanto, no habr¨¢ mayor novedad hasta la pr¨®xima contienda. La actitud contemporizadora del Bar?a result¨® descorazonadora tambi¨¦n en Mallorca por m¨¢s que se apuntara un triunfo vital. No hay manera de identificar al grupo de Rijkaard porque el entrenador abona igualmente la confusi¨®n. A juzgar por la formaci¨®n del Ono Estadi, el cl¨¢sico fue un partido con vida propia, nada que ver con los futbolistas que protagonizaban el remonte desde la ca¨ªda de Getafe, sobre todo porque Ronaldinho y Deco, protagonistas ante el Madrid, ayer no figuraban en la alineaci¨®n. Ausente el uno y suplente el otro, Rijkaard volvi¨® sobre sus pasos y recuper¨® a Gudjohnsen y a Giovani.

La actitud contemporizadora azulgrana result¨® descorazonadora

El mexicano refleja mejor que nadie la indefinici¨®n barcelonista. A d¨ªa de hoy se ha amanerado porque quiere parecerse tanto a Ronaldinho que ha dejado de ser un extremo que desbordaba y provocaba repetidas situaciones de superioridad. Giovani act¨²a con los galones de figura cuando todav¨ªa no juega como un titular del Bar?a. No es s¨®lo una cuesti¨®n personal, sino de mec¨¢nica de equipo. Tanto trasiego de futbolistas ha afectado a la mec¨¢nica del juego. Al Bar?a le cuesta reconocerse, de manera que los cambios de posici¨®n se suceden ante la falta de sinton¨ªa entre medios y delanteros, necesitados del lesionado Messi, siempre dispuesto a simplificar las disfunciones colectivas. La discontinuidad azulgrana fue manifiesta hasta el descanso.

Al Mallorca le alcanz¨® con una buena defensa, unas cuantas transiciones y las recepciones de G¨¹iza para desmontar de salida a la l¨ªnea media del Bar?a, sostenido por el intervencionismo de los centrales. Los azulgrana las pasaron canutas durante media hora, hasta que Iniesta se transform¨® como centrocampista porque no recib¨ªa la pelota como delantero, m¨¢s que nada porque Gudjohnsen no ejerc¨ªa ni de una cosa ni de la otra, incapaz ya de saber qu¨¦ se espera de sus servicios, y Eto'o tampoco entraba en juego. Los remates de media distancia, en cualquier caso, subrayaban regularmente el mejor posicionamiento del Mallorca, directo y agresivo, ganador en las segundas jugadas -los balones divididos- de las situaciones de conflicto.

Al Barcelona le perd¨ªan de nuevo la especulaci¨®n y la conducci¨®n. Rijkaard encontr¨® alivio en la rueda de cambios. El t¨¦cnico recurri¨® a Bojan al tiempo que G¨¹iza se retiraba por una lesi¨®n. El partido viraba de alguna manera a favor del Bar?a, que se convirti¨® cuando menos en protagonista de la noche, condici¨®n que asumi¨® el Mallorca, cuyos mejores partidos responden a espectaculares remontes. Le encantan los arrebatos, y ayer nadie le llamaba a ninguna heroicidad, sino a la vida contemplativa.

Justo cuando se extend¨ªa el aburrimiento, rompi¨® el encuentro de forma inesperada. Jon¨¢s profundiz¨® por dos veces hasta la l¨ªnea de fondo y puso dos centros que los buenos delanteros acostumbran a rematar a la red. A la pelota, sin embargo, no llegaron ni los delanteros ni los volantes. La respuesta azulgrana fue instant¨¢nea porque a la segunda oportunidad del Mallorca sigui¨® un contragolpe armado por Bojan e Iniesta y finalizado por Eto'o. El bal¨®n acab¨® en el bander¨ªn de c¨®rner y el saque de esquina de Xavi fue cabeceado por M¨¢rquez.

El Bar?a se apuntaba la victoria en el primer remate entre los tres palos. El instinto de supervivencia le permiti¨® entonces blindar el triunfo con un interesante tramo final amenizado por Henry, que ofreci¨® tres jugadas muy interesantes: una fue gol, que el ¨¢rbitro no concedi¨®; otra fue neutralizada por el portero y la tercera acab¨® remachada por Eto'o. Ausentes Ronaldinho, Deco y Messi, la victoria adquiri¨® para el Barcelona la importancia que el juego le neg¨®. Despert¨® a tiempo el Bar?a en Mallorca, y el entrenador dispone de m¨¢s tiempo para rearmar al equipo en la l¨ªnea apuntada antes de que le venciera el cl¨¢sico. Aparcado Ronaldinho y expectante Laporta, manda Rijkaard.