?Es el fin del rally de Dakar?

La suspensi¨®n por primera vez en sus 30 a?os de historia de la famosa carrera de coches y motos, Rally Dakar, por el temor a atentados terroristas, es mucho m¨¢s que un accidente. La misma continuidad de la prueba, y hasta de cualquier tipo de competici¨®n deportiva internacional, sobre todo al aire libre, en pa¨ªses del Tercer Mundo, se halla bajo grave amenaza. El pasado d¨ªa 24 cinco miembros de una familia francesa, de turismo en Mauritania, fueron atacados a tiros cuando com¨ªan al borde de la carretera a 250 kil¨®metros de la capital, Nuakchot. La madre y dos ni?os murieron, y el padre se halla malherido. Y el d¨ªa 26, elementos vinculados, como en el caso anterior, a un grupo terrorista que se identifica con Al Qaeda en el Magreb, atacaban un cuartel dando muerte a tres soldados y haci¨¦ndose con un fuerte bot¨ªn de armas y municiones.

El Ministerio franc¨¦s de Exteriores, que ya hab¨ªa recomendado a los ciudadanos de su pa¨ªs no visitar Mauritania durante las fechas de la prueba -que deb¨ªa comenzar ayer- dio a conocer a la direcci¨®n de la carrera las "razones de Estado", como ha dicho su m¨¢ximo responsable, Etienne Lavigne, para desaconsejar que se celebrara. Y est¨¢ claro que no se ha dicho todo lo que se sabe sobre la amenaza para no causar a¨²n m¨¢s alarma, pero el Quai d'Orsay formulaba algo m¨¢s que un simple consejo. La carrera ten¨ªa su tramo esencial, ocho etapas, en Mauritania, y para su Gobierno la suspensi¨®n constituye un dur¨ªsimo golpe. Y no se trata s¨®lo de los millones de euros que en consumo tur¨ªstico generaba la Dakar en este pa¨ªs africano -en el que s¨®lo se aboli¨® la esclavitud a comienzos de los sesenta- sino del desprecio que supone para su capacidad como Estado de garantizar la seguridad de los competidores. El Gobierno hab¨ªa destacado 4.000 polic¨ªas para blindar el paso de los veh¨ªculos, y la noticia ha ca¨ªdo en Nuakchot como un jarro de agua fr¨ªa.

Pero es dif¨ªcil discutir la prudencia de la medida. Tanto m¨¢s cuanto que los organizadores no garantizan que en 2009 vaya a haber un Rally Dakar, sino que s¨®lo aseguran que preparan un gran acontecimiento deportivo. Ser¨ªa fatal que el terrorismo hallara en el deporte un nuevo campo para aterrorizar al mundo.