Goitom tumba a Osasuna

El proletariado futbol¨ªstico no suele destacar por la est¨¦tica. Prefieren las estructuras macizas, hormig¨®n, mucho cimiento y l¨ªneas estrictamente definidas. Ni un ¨¢pice de creatividad, ni un adorno de m¨¢s. As¨ª, bajo esta arquitectura sovi¨¦tica, chocaron ayer en La Condomina dos conjuntos demasiado obvios, que dispensaron un choque entretenido por la igualdad y el marcador pero casi nulo en juego y diversi¨®n.

Murcia y Osasuna necesitaban resarcirse de sus eliminaciones de Copa, especialmente los navarros, y por eso saltaron al campo mascando seriedad y orden. El bal¨®n correteaba por el medio campo sin que los hombres desequilibrantes de ambos conjuntos, especialmente Regueiro y Vela, creasen f¨²tbol por las bandas. As¨ª, tuvo que ser de libre directo como llegasen las primeras aproximaciones: Dady lanz¨® un libre directo al palo.

El ob¨²s sirvi¨® para dinamizar el juego y para que Baiano y Abel probasen a Ricardo. No hab¨ªa cohetes, pero s¨ª m¨¢s tensi¨®n. Y cada minuto se constataba las carencias ofensivas de ambos, m¨¢s dispuestos a resguardarse atr¨¢s y endurecerse en el mediocentro que a desmelenarse.

S¨®lo quedaba el recurso a alguna individualidad que salvase el partido del oprobioso empate sin goles. Y los t¨¦cnicos dispusieron sus apuestas: I?igo, muy h¨¢bil, dio mejor resultado a Alcaraz que Juanfran a Ziganda. En ese juego a la desesperada apareci¨® Goitom, que hab¨ªa destacado m¨¢s por sus tiritas en las piernas que por su juego. Arranc¨® con potencia desde la medular y culmin¨® la jugada ante Ricardo en una exhibici¨®n de m¨²sculo que la zaga navarra no supo frenar. Ya a la desesperada, Osasuna no consigui¨® despertar y otra vez el sueco, en el descuento y tras una internada, fue objeto de penalti que transform¨® Abel.