La Bisbal de Falset, aceite y loter¨ªa

En 2007 s¨®lo hubo un nacimiento en La Bisbal de Falset (Priorat), un peque?o pueblo de 250 habitantes que despert¨® ayer ocupado por la prensa y los empleados de los bancos tras resultar agraciado con 15 millones de euros del segundo premio del sorteo del Ni?o. "Esto nos da un poco m¨¢s de esperanza para el futuro", explicaba ayer su alcalde, Llu¨ªs Masip, que asegura que este pueblo, b¨¢sicamente productor de aceite, debe seguir invirtiendo en regad¨ªo para progresar. Es un pueblo tan aislado que no va a poder leer esta cr¨®nica, ya que no llegan peri¨®dicos a no ser que alg¨²n vecino conduzca 30 kil¨®metros para comprarlos.

El Montsant, parque natural que divide el Priorat, domina la vida en La Bisbal de Falset. Su aceite de oliva arbequina, afrutado y premiado, se llama Mont Sacer y esta magna monta?a condiciona, desde el clima hasta el aislamiento. "Hace unos 10 a?os empezamos a instalar el regad¨ªo en el pueblo y hoy el 75% del municipio ya lo tiene", se?ala Masip. El regad¨ªo, proveniente del vecino Margalef de Montsant, fue la verdadera loter¨ªa que le ha tocado al pueblo y lo que ha posibilitado que sus pocos j¨®venes decidan quedarse.

Son pocos vecinos, pero tan euf¨®ricos que parecen multiplicarse

Los 250 habitantes viven b¨¢sicamente de la producci¨®n de aceitunas

Un agricultor medio del pueblo puede obtener entre 25.000 y 30.000 kilos de olivas anuales en un a?o sin heladas. A 85 o 90 c¨¦ntimos el kilo, el pay¨¦s puede ganarse la vida. Parad¨®jicamente, 2007 pasar¨¢ a la historia local como un muy mal a?o para la aceituna por las heladas, que la han dejado en la mitad de lo habitual, y pese a esto, ser¨¢n las navidades m¨¢s felices que recordar¨¢n durante d¨¦cadas.

En La Bisbal no hay cajero autom¨¢tico. S¨®lo la secci¨®n de cr¨¦dito de la cooperativa atiende a los vecinos los martes, mi¨¦rcoles y viernes de cinco a siete de la tarde. Pero ayer, La Bisbal amaneci¨® ocupada por empleados de m¨²ltiples entidades financieras que pretend¨ªan arrimar el ascua a su sardina. La mayor¨ªa de los agraciados optaron por depositar su d¨¦cimo en la caja de ahorros vinculada a la cooperativa.

Temerosos de que la lluvia de millones atrajera a indeseables, los vecinos de La Bisbal solicitaron que la polic¨ªa patrullara el pueblo durante la noche del lunes, y as¨ª lo hicieron tanto los Mossos como la Guardia Civil, que se acercan a este rinc¨®n del Montsant de uvas a peras.

Son pocos vecinos, pero todos estaban ayer tan euf¨®ricos que parec¨ªan multiplicarse. "Que vengan los ladrones y ya ver¨¢n", dec¨ªa uno que se acerc¨® al Ateneu Bisbalenc a la hora del caf¨¦. Mientras, en la tele del bar, sal¨ªan sus convecinos celebr¨¢ndolo con cava. Este bar, el ¨²nico del pueblo, fue el que trajo la suerte. En La Bisbal no hay quien venda loter¨ªa y por eso esta entidad cultural, de la que casi todos los vecinos son socios, se gast¨® 3.000 euros en 150 d¨¦cimos que compr¨® a la administraci¨®n n¨²mero 6 de Reus (Baix Camp), ciudad de referencia del pueblo y situada a m¨¢s de una hora de coche por enrevesadas carreteras.

Jordi Duarte, de 32 a?os, casado y padre de una ni?a, es empleado del Ateneu Bisbalenc y lleva el bar. Tambi¨¦n ¨¦l tiene un d¨¦cimo, que le servir¨¢ para saldar deudas y comprar un coche. Vive en la vecina La Palma d'Ebre (Ribera d'Ebre) tras dejar su Sabadell natal y es un ejemplo de un fen¨®meno: parejas que abandonan la ciudad para instalarse en estos pueblos. Xavier y Carles Ib¨¢?ez, hermanos que viven en L'Hospitalet de Llobregat, visitaron ayer a sus padres en el pueblo para recoger su d¨¦cimo. Sus padres tienen otro.

Es tambi¨¦n el caso de Valent¨ª Gorgori, de 62 a?os y propietario de un secadero de jamones. "Hace 10 a?os me robaron 400 jamones que no ten¨ªa asegurados. Mire, me toc¨® la loter¨ªa y perd¨ª tres millones. Y ahora me ha vuelto a tocar, pero esta vez me ha tocado la buena", dec¨ªa ayer.

Su empresa, dos casas rurales que reciben numerosos turistas europeos interesados en el paisaje del Montsant, una fonda y un peque?o colmado son los ¨²nicos negocios de este pueblo, cuya econom¨ªa depende, y seguir¨¢ dependiendo, pese a los 15 millones del Ni?o, del aceite. "Ojal¨¢ consigamos vender todo envasado alg¨²n d¨ªa", dice el alcalde, consciente de que la alegr¨ªa coyuntural de la loter¨ªa no corregir¨¢ el problema estructural de una d¨¦bil econom¨ªa totalmente agr¨ªcola en un pueblo cuya escuela de primaria tiene una veintena de alumnos de entre 4 y 12 a?os. "Hace 10 a?os el futuro del pueblo era muy negro. Hoy no lo es tanto", sentencia Masip.