M¨¢s muertos y m¨¢s menores

Los hechos demuestran que la emigraci¨®n irregular africana act¨²a como una riada: si se le tapona una salida, labra un nuevo cauce. Cuando Marruecos sell¨® sus costas, los inmigrantes desbordaron las vallas fronterizas de Ceuta y de Melilla. Cuando fueron deportados por Rabat, buscaron un escape en Mauritania. Y cuando tambi¨¦n all¨ª los controles se endurecieron, comenzaron a zarpar desde Senegal: primero desde San Luis, luego desde Dakar, despu¨¦s desde la Casamance. Cada vez m¨¢s al sur. Con la longitud de la traves¨ªa han aumentado los riesgos de la aventura. Este a?o, el n¨²mero de cad¨¢veres recogidos en las costas espa?olas ha aumentado considerablemente.

El director de la agencia europea de fronteras (Frontex), Ilkka Laitinen, declar¨® en noviembre que los controles desplegados en ?frica Occidental por el Gobierno y por la Uni¨®n Europea han provocado el desplazamiento de las rutas de los sin papeles hacia el este del Mediterr¨¢neo.

Al mismo tiempo, las repatriaciones de los inmigrantes han generado en los pa¨ªses subsaharianos un fen¨®meno que ya se viene registrando en Marruecos desde hace a?os. Dado que los adultos que logran llegar a Espa?a son devueltos a sus pa¨ªses, las familias han comenzado a embarcar a sus hijos peque?os, cuya repatriaci¨®n es mucho m¨¢s complicada, si no imposible.