Polonia enfr¨ªa el plan de EE UU para desplegar un escudo antimisiles
El nuevo Gobierno polaco escuchar¨¢ las inquietudes de Rusia antes de decidir
El nuevo clima de entendimiento entre Varsovia y Mosc¨² ha empezado a dar sus frutos. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha anunciado que el Gobierno de Varsovia no est¨¢ listo para decidir si acepta albergar elementos del escudo antimisiles con el que Washington pretende hacer frente a posibles ataques procedentes de Ir¨¢n o Corea del Norte. Y se tomar¨¢ su tiempo para hacerlo. El nuevo Gobierno polaco quiere primero escuchar las inquietudes de Mosc¨², contrario a los planes estadounidenses, y quiere tambi¨¦n analizar los riesgos que implicar¨ªa la cooperaci¨®n militar transatl¨¢ntica, incluido el deterioro de las relaciones con Rusia. Los polacos temen dilapidar toneladas de capital pol¨ªtico diciendo "s¨ª" a un proyecto que acabe por no contar con el visto bueno del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
"No nos sentimos amenazados por Ir¨¢n", declar¨® este fin de semana el ministro Sikorski en una entrevista a la Gazeta Wyborcza. "Todav¨ªa no hemos tomado una decisi¨®n. Este
[el escudo antimisiles] es un proyecto estadounidense, no polaco", a?adi¨®.
Las palabras de este pol¨ªtico conservador y ferviente atlantista son un reflejo de la nueva posici¨®n de Varsovia en sus relaciones con Washington, lo que supone un cambio sustancial frente al cheque en blanco que el anterior Gobierno de los gemelos Kaczynski ofreci¨® al aliado estadounidense para instalar 10 misiles interceptores en Polonia.
El Gobierno liberal de Donald Tusk, vencedor de los comicios del pasado octubre, se ha propuesto resucitar el reguero de cad¨¢veres diplom¨¢ticos que los Kaczynski dejaron a su paso. La recomposici¨®n de las relaciones con la Uni¨®n Europea y con Rusia, tratando de no ofender a Washington, es el eje principal de la pol¨ªtica exterior de Tusk. Prueba de ello es la visita de Sergu¨¦i Kisliak, viceministro de Exteriores ruso, a Polonia -algo inimaginable en tiempos de los Kaczynski- el pr¨®ximo jueves, para hablar del escudo antimisiles, seg¨²n confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo polaco. El mismo d¨ªa, Tusk viajar¨¢ a la Rep¨²blica Checa, donde EE UU tiene previsto instalar un radar del escudo, para abordar la cuesti¨®n. Encuestas recientes indican que cerca de la mitad de los checos y los polacos son contrarios a albergar elementos del escudo antimisiles.
El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, que ha llegado a comparar los planes estadounidenses con la crisis de los misiles de Cuba en 1962, amenaz¨® en noviembre pasado con suministrar misiles a la vecina Bielorrusia con capacidad para alcanzar territorio polaco, de seguir adelante el escudo antimisiles, que considera una amenaza para su propia seguridad.
Por eso, Varsovia quiere detenerse a evaluar y minimizar en la medida de lo posible los riesgos que implicar¨ªa la instalaci¨®n de los interceptores estadounidenses en Polonia. Y por eso tambi¨¦n, exige a Washington que contribuya a aumentar la capacidad defensiva polaca.
El titubeo polaco ante el despliegue del escudo antimisiles obedece, adem¨¢s, a los tiempos de la pol¨ªtica interna estadounidense. Fuentes del Gobierno polaco pr¨®ximas a las negociaciones aseguran que las elecciones para el cambio de inquilino en la Casa Blanca a principios del a?o que viene constituyen "sin duda" un factor que Varsovia tiene muy en cuenta en sus negociaciones con Washington.
"El peor escenario ser¨ªa aquel en el que Polonia aceptase el escudo, asumiese el coste pol¨ªtico y luego no se desplegara porque cambie el Gobierno estadounidense", dijo Sikorski a la Gazeta Wyborcza.
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