El nuevo Londres
Por qu¨¦ un n¨²mero elevado de personas elige Londres para vivir, trabajar, estudiar o pasar sus vacaciones? Seguramente porque act¨²a como un im¨¢n -se espera que en los pr¨®ximos diez a?os su poblaci¨®n aumente 800.000 habitantes- que abre sus puertas al mundo. Mientras el resto de Europa duda y se pregunta qu¨¦ modelo de crecimiento debe seguir, Londres tiene claro que quiere ser m¨¢s compacta, m¨¢s accesible, m¨¢s verde y que debe aplicar un impulso m¨¢s igualitario a su pol¨ªtica urbana. Las previsiones son que llegar¨¢ a los ocho millones de habitantes en 2016. Ken Livingstone, su alcalde suele decir que "todo el jodido mundo se encuentra en Londres" y eso porque est¨¢ mejor conectada que cualquier otra ciudad -se puede volar a 273 destinos-, porque habla 300 lenguas, porque acepta a todas las culturas y porque nadie se preocupa de lo que hace el vecino.
La propia ciudad propulsa a quienes trabajan en ella, imprime una vertiginosa velocidad a su forma de pensar, que va con la lengua fuera para adaptarse a los cambios
El Shard, de Renzo Piano, es una afirmaci¨®n del ego de los promotores, con un programa especulativo que sit¨²a las viviendas entre los pisos 53 y 65, encima del hotel Shangri-La
La falta de suelo ha conducido inevitablemente a asumir que la gran altura no era tan mala como parec¨ªa. Richard Rogers, asesor del alcalde, se ha convertido en el adalid de la alta densidad
En junio pasado, la Architectural Foundation present¨® en la Sala de Turbinas de Tate Modern una serie de debates sobre el futuro de Londres. Se cuestion¨® si Londres era una ciudad unida, si una ciudad en explosi¨®n pod¨ªa ser verde a la vez, si pod¨ªa ser grande y maravillosa al mismo tiempo, y se formularon deseos para 2012, a?o en que ser¨¢ ol¨ªmpica. Saskia Sassen (1949), soci¨®loga y economista americana, autora del libro The global city (2001), particip¨® en una de las jornadas y se?al¨® que lo que ahora est¨¢ pasando en Londres forma parte de la denominada econom¨ªa de servicios urbanos avanzados. Se trata de una econom¨ªa que necesita talento y creatividad en grandes cantidades y para ello tiene que devastar otros lugares, arrasar compa?¨ªas asentadas en ciudades ajenas y atraer a los j¨®venes m¨¢s brillantes de todo el mundo para que impriman velocidad a relaciones y transacciones, a modas y a costumbres, al arte y a la tecnolog¨ªa.
Las ciudades globales succionan el talento, van a una velocidad superior al resto y se desarrollan en el espacio m¨¢s r¨¢pidamente.
Londres es una ciudad abierta y diversa. Casi el 40% de la poblaci¨®n londinense no es de origen brit¨¢nico. El multiculturalismo en Londres es por tanto un derecho, el derecho a ser diferente. David Adjaye (1966) es un arquitecto, nacido en Tanzania, que se instal¨® en Londres en 1993. Se ha convertido en una figura destacada de la escena brit¨¢nica, despu¨¦s de aparecer como presentador en una serie documental de la BBC Three titulada Dream Spaces y de terminar recientemente varios edificios comprometidos socialmente y de escala reducida. Seg¨²n su propia definici¨®n, estos ¨²ltimos trabajos "son cajas y objetos que cosen o pegan partes de la ciudad". Pero ese pensamiento queda en el pasado. Ahora, su arquitectura ya no mantiene esa postura y, motivado especialmente por el car¨¢cter global y cambiante que irradia Londres, sus preocupaciones se centran en c¨®mo los edificios crean car¨¢cter y proporcionan identidad a los nuevos lugares en los que se insertan. La propia ciudad propulsa a quienes trabajan en ella, imprime una vertiginosa velocidad a su forma de pensar, que va con la lengua fuera para adaptarse constantemente a los cambios y poder alimentar as¨ª una pr¨¢ctica profesional agotadoramente competitiva. Sus edificios para Idea Store en Tower Hamlets, al este de Londres, con un tercio de la poblaci¨®n proveniente de Bangladesh, intentan sumarse al impulso culturalmente igualitario al que tiende la pol¨ªtica municipal. Los Idea Store de Chrisp Street (2004) y Whitechapel (2005) son una mezcla de biblioteca, mediateca, centro de barrio, guarder¨ªa y aulas de formaci¨®n, que familiarizan con la cultura a los j¨®venes que, de otra manera, nunca antes habr¨ªan pisado un edificio con hojas de papel escritas, encuadernadas y colocadas en estanter¨ªas.
Anthony Giddens (1938), soci¨®logo brit¨¢nico, ha moldeado, desde la London School of Economics, con su Tercera V¨ªa el pensamiento del nuevo laborismo brit¨¢nico. Ken el Rojo, la persona que dirige los destinos de Londres desde hace m¨¢s de siete a?os, no ha sido ajeno a las cinco conocidas consignas del gur¨² Giddens: tomar el centro pol¨ªtico, asegurar la fortaleza de la econom¨ªa, invertir en servicios p¨²blicos e infraestructuras, reforzar la responsabilidad individual y no permitir que los conservadores dominen el tema de la seguridad ciudadana. Todos estos trucos comerciales de la nueva izquierda, unidos al convencimiento de que los promotores privados son los ¨²nicos que pueden empujar hacia adelante a una ciudad, han conseguido transformar ese Londres desregulado y orientado hacia los servicios financieros en un centro mundial ¨¢vido de inversiones.
Las mejoras en infraestructuras atraen capitales y son uno de los temas clave de la pol¨ªtica urbana londinense. El martes 6 de noviembre, la reina Isabel inaugur¨® la Estaci¨®n Internacional de alta velocidad de Saint Pancras, que reemplaza a Waterloo como t¨¦rmino de la conexi¨®n entre Londres y el continente. Esta estaci¨®n, junto con la remodelaci¨®n del ¨¢rea de King's Cross -concurso ganado por Foster and Partners (al que hay que reconocer su papel como constructor de piezas notables en la ciudad) en 1988-, se va a convertir en el nudo de transporte m¨¢s importante del centro de Londres. Aqu¨ª coinciden, en el subsuelo, seis l¨ªneas de metro y parten todas las v¨ªas r¨¢pidas de ferrocarriles brit¨¢nicos hacia el norte. La recesi¨®n de 1990 hundi¨® el proyecto inicial, desarrollado posteriormente por un equipo multidisciplinar, con Arup como consultora. El plan de ordenaci¨®n aprobado ha desvirtuado la idea original y ha quedado reducido a un conjunto de prismas de arquitectura comercial dentro de un complejo multiusos con el habitual programa de viviendas, oficinas, comercio y hotel. Transmite un mensaje poco innovador, porque se recrea en la teor¨ªa del nuevo urbanismo americano con algunas referencias a la tradici¨®n y a las preexistencias ferroviarias del siglo XIX. English Heritage tiene que estar satisfecha.
En el caso de King's Cross, el dise?o urbano no ha sido protagonista, pero en la ¨²ltima edici¨®n del Premio Stirling, los medios de comunicaci¨®n han contribuido a difundir la trascendencia de la arquitectura. A primeros de octubre se fall¨® el Stirling Prize for Architecture 2007. El Museo de Literatura Moderna en Marbach, Alemania, de David Chipperfield Architects result¨® ganador. El debate, que salpic¨® el fallo del jurado, fue si realmente la gente se siente alienada con la nueva arquitectura que deja todo resuelto y muy pulido. A la hora de m¨¢xima audiencia, en el Canal 4 de televisi¨®n, Steve Tompkins (1959) defendi¨® la idea de una arquitectura al servicio de los usuarios y explic¨® que su objetivo no es construir objetos bellos, convertidos en muda expresi¨®n de espacios autosuficientes donde no cabe la m¨¢s m¨ªnima modificaci¨®n, sino "afinar lo que es ordinario". En ese sentido, el Young Vic Theatre de Haworth Tompkins, tambi¨¦n candidato al Premio Stirling 2007, es un buen ejemplo. Seg¨²n Tompkins, "el Young Vic es un lugar que ha respetado la personalidad de la calle, conservando un alto grado de informalidad". Se pueden hacer cambios y a?adidos, pero por eso el edificio no va a perder el car¨¢cter acogedor que hace que el espectador se sienta a gusto. La valoraci¨®n de lo ordinario en Young Vic contrasta con la arquitectura m¨¢s r¨ªgida y estirada -British Museum, National Portrait Gallery, Royal Opera House- que se ha construido a partir de los fondos obtenidos con la loter¨ªa nacional, sistema iniciado en 1993 por John Major. Ken Livingstone pretende utilizar otro sistema basado en la Private Finance Initiative, iniciativa de financiaci¨®n privada, pero suaviz¨¢ndolo, y conseguir que la arquitectura intervenga de manera m¨¢s destacada en el proceso. Ha creado, para ello, la figura consejera de Design for London, cuya misi¨®n es alcanzar la excelencia en la arquitectura, los espacios p¨²blicos y el tejido urbano.
A pesar de la calidad, variedad e innovaci¨®n que existen detr¨¢s de algunas de las grandes piezas de arquitectura londinense, la residencia sigue siendo el tema pendiente. En las ¨²ltimas gu¨ªas publicadas, la vivienda social colectiva es una categor¨ªa disminuida, con escasos edificios representados. El precio de la vivienda es un asunto escandaloso. Londres es ya la segunda ciudad m¨¢s cara del mundo, despu¨¦s de Tokio. Ha subido cinco puestos desde 2003. Los capitales globales descubren r¨¢pidamente el milagro multiplicador del ladrillo, en una ciudad que necesita desesperadamente incrementar su densidad y crear un tejido urbano mucho m¨¢s compacto. No en vano, Londres, con menos de 50 viviendas por hect¨¢rea, es la metr¨®poli europea con la densidad m¨¢s baja. En este momento, los grandes temas de discusi¨®n son c¨®mo aumentar la densidad y si se puede sobrepasar o no el Cintur¨®n Verde londinense establecido en 1955 como l¨ªmite del desarrollo urbano. La falta de suelo ha conducido inevitablemente a asumir que la gran altura no era tan mala como parec¨ªa. Richard Rogers, asesor del alcalde, se ha convertido en el adalid de la alta densidad y ha jugado un papel esencial, porque con su teor¨ªa de la "regeneraci¨®n urbana" ha colocado la arquitectura dentro de la agenda pol¨ªtica. Desde la Greater London Authority se pretende focalizar la construcci¨®n en determinados puntos y concentrar intensos programas de usos mixtos en emplazamientos nodales previamente aprobados y consensuados. El m¨¢s destacado de estos megaproyectos es la London Bridge Tower que, con sus 310 metros de altura, quiere convertirse en la m¨¢s alta de Europa. Tambi¨¦n conocido como Shard, este edificio de Renzo Piano Building Workshop, en Southwark, al sur del r¨ªo, repite el consabido programa de usos mixtos que mezcla comercios, oficinas, hotel, restaurantes y viviendas. La aguja de vidrio se concibe como una ciudad vertical que acoger¨¢ diariamente a m¨¢s de 18.000 personas. Seg¨²n Renzo Piano, tendr¨¢ "una afilada y luminosa presencia en la silueta urbana de la ciudad". Este edificio es una afirmaci¨®n del ego de los promotores, con un programa especulativo que sit¨²a las viviendas entre los pisos 53 y 65, encima del hotel Shangri-La.
Si en materia de vivienda asequible la mayor parte de los esfuerzos est¨¢n por hacer, en educaci¨®n hace tiempo que se han puesto en marcha actuaciones innovadoras destinadas a zonas desfavorecidas. Sure Start, iniciado en 1999, es un programa de la Administraci¨®n inglesa para que cada ni?o comience su vida de la mejor manera posible. A?ade nuevos servicios a los que proporcionan las guarder¨ªas tradicionales, con especial dedicaci¨®n a los cuidadores y educadores, que se integran en el funcionamiento diario del jard¨ªn de infancia. DSDHA ha dise?ado dos centros para Sure Start, Paradise Park en Islington y John Perry en Dagenham, que destacan por un sugerente empleo de materiales. Fawood Children's Centre en Brent, al norte de Londres, ha sido proyectado por Alsop and Partners. Si bien Will Alsop (1947) ha mantenido una trayectoria con gestos llamativos, en este caso, el edificio tiene algo de nariz roja de payaso que desentumece la seria arquitectura de centros infantiles. Dentro de un cobertizo de estructura met¨¢lica se han introducido tres vol¨²menes cerrados, montados a partir de contenedores de barco. Tambi¨¦n se ha levantado una yurta mongola como espacio m¨¢gico. La novedad es que no es s¨®lo un centro infantil, porque se atiende a la unidad de convivencia en su conjunto (antes familia). Se prestan servicios sanitarios y se dan cursos de formaci¨®n para padres sin empleo, implicando al sector privado y al voluntariado del barrio. La arquitectura, en el caso del programa Sure Start, sobrepasa la dimensi¨®n del edificio y se hace propositiva, alterando programas tradicionales y eliminando barreras administrativas entre departamentos y sectores, borrando la diferencia que existe entre lo p¨²blico y lo privado.
Seg¨²n Saskia Sassen, "la vieja pol¨ªtica, que produjo resultados en el periodo keynesiano, ya no funciona, por eso estamos ante una nueva realidad". Pocas ciudades se han dado cuenta de este revelador panorama. Es la realidad, nueva para Europa, de la desregulaci¨®n, de la progresiva sustituci¨®n del poder p¨²blico por la iniciativa privada, del inevitable aumento de la densidad, del cambio clim¨¢tico, de la diversidad cultural. Londres, por su manhattanismo, pragmatismo y apertura, vive ya esta nueva realidad y se est¨¢ continuamente reinventando a s¨ª mismo. Posee los ingredientes necesarios, capital, talento y creatividad.
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