Camps, el rey del hercio

De momento, a la furia desatada por Francisco Camps y su dicharachera troupe contra los repetidores de TV3 le han echado un jarro de agua helada. Ha sido en Castell¨®n, donde el juzgado n¨²mero 2 de lo contencioso administrativo, en atenci¨®n a las alegaciones formuladas por Acci¨® Cultural del Pa¨ªs Valenci¨¤ (ACPV), ha denegado a la Generalitat la autorizaci¨®n para entrar en el repetidor instalado en El Bartolo (Benic¨¤ssim), propiedad de la citada asociaci¨®n, con objeto de saquear la se?al e interrumpir las emisiones de la televisi¨®n catalana, seg¨²n cumple a sus delirios persecutorios. Como es presumible, Francisco Camps y su Consell apelar¨¢n el auto.

Pero, al margen del resultado de la apelaci¨®n, el encarnizamiento del ejecutivo popular en este empe?o reiterado y obsceno ya ha mostrado, sin paliativos, su descarada naturaleza pol¨ªtica y de turbios intereses, y ha puesto p¨²blicamente en cuesti¨®n la pretendida legalidad de sus actuaciones. Y es que, estos se?ores del PP est¨¢n perdiendo hasta las cartas de marear y ya ni siquiera se aclaran en el limbo radioel¨¦ctrico. Con raz¨®n, me dec¨ªa uno de los dirigentes de Acci¨® Cultural que la defensa de los derechos de miles y miles de valencianos a la libertad de expresi¨®n y a recibir informaci¨®n veraz por cualquier medio de difusi¨®n, no s¨®lo era constitucional y justa, sino tambi¨¦n legal, a la vista del fallo del referido juzgado. Pero las comarcas del sur, la mitad del Pa¨ªs, no recibe la se?al de TV3, desde que la derecha montaraz consigui¨® hacerse con el repetidor de la Carrasqueta y lo cerr¨® y lo precint¨®, en la oscuridad de la noche y sin aviso alguno, siguiendo as¨ª su despectivo comportamiento hacia la ciudadan¨ªa. A la luz de estos episodios, se advierten, en toda su mezquindad, las represalias del gobierno valenciano del PP, contra una asociaci¨®n cultural (ACPV) a la que ha impuesto una multa desorbitada de 300.000 euros. Una muy grave y peligrosa sinraz¨®n, por el precedente que sienta, y por c¨®mo vulnera los principios democr¨¢ticos: un abuso del poder absolutamente intolerable. Es, en consecuencia, reconfortante y esperanzador que cada d¨ªa se levanten m¨¢s concluyentes cr¨ªticas y m¨¢s firmeza frente a tanta prepotencia y desvar¨ªo. Ayer mismo, Marina Albiol, diputada de EU, al conocer la decisi¨®n judicial, exigi¨® que cesara la persecuci¨®n ling¨¹¨ªstica y pol¨ªtica contra TV3, por parte del Consell, quien financia una televisi¨®n de ideolog¨ªa fascista "como es la de Josety y Gimeno". Y afirm¨®: "El PP pretende imponer una dictadura informativa en el Pa¨ªs Valenciano, eliminando todas aquellas voces que ofrecen una visi¨®n honesta y veraz de la realidad".

Confiemos en que prospere el recurso de inconstitucionalidad de la ley del audiovisual de la Generalitat, presentado por Acci¨® Cultural del Pa¨ªs Valenci¨¤ al Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Entre tanto, hay que tutelar a Francisco Camps y a su dicharachera troupe, no sea que se nos cuelen por cualquier socav¨®n del dominio p¨²blico radioel¨¦ctrico. Este Camps, que si rey del hercio, que si rey del hercio, hombre, en todo caso del mambo y con alguna colleja de P¨¦rez Prado.