La despensa de los pandas
Visita al mayor vivero de bamb¨², en Anduze, cerca de Nimes
Cualquiera que viaje por el sureste de Francia entre los meses de marzo y noviembre deber¨ªa reservar al menos media jornada para acercarse a Anduze y visitar la bambouseraie de Prafrance. Este paraje ins¨®lito a las puertas de la Provenza es, adem¨¢s de vivero, una suerte de parque tem¨¢tico dedicado al bamb¨². Una oportunidad, asequible y pr¨®xima, para descubrir las asombrosas propiedades de una planta de pasado milenario y un futuro m¨¢s que prometedor.
A una hora escasa de Montpellier y a treinta minutos de Nimes, en direcci¨®n norte, se encuentra Anduze, un pueblecito medieval c¨¦lebre por su alfarer¨ªa. Aqu¨ª se fabrican los genuinos Vases d'Anduze, grandes copas de cer¨¢mica vidriada usadas en las mas¨ªas provenzales para el cultivo de naranjos y limoneros.
En 1855, un comerciante de especias se qued¨® prendado del bamb¨² en uno de sus viajes por Asia; trajo la planta a su pueblo en la Provenza y cre¨® un enorme vivero, un parque tem¨¢tico de esa especie.
Actualmente, las piezas m¨¢s antiguas de este tipo de cer¨¢mica, siempre de color miel, casta?o o verde oliva, y sin m¨¢s adorno que una guirnalda de flores y el sello del artesano, alcanzan cifras astron¨®micas en las subastas internacionales. A las nuevas les falta la p¨¢tina del tiempo, pero, en cambio, son mucho m¨¢s asequibles.
Fue Eug¨¨ne Mazel, un rico comerciante en especias, vecino de Anduze, quien en 1855 fund¨® la bambouseraie. Mazel, que era un apasionado de la bot¨¢nica y hab¨ªa viajado por China y recorrido gran parte de Extremo Oriente, decidi¨® aclimatar el bamb¨² en su tierra natal. Para ello adquiri¨® la finca de Prafrance, un prado de 30 hect¨¢reas, a 12 kil¨®metros del pueblo, que con el tiempo se ha convertido en el mayor vivero del mundo dedicado a esta planta privilegiada, ligera y gr¨¢cil como las espigas y resistente como el acero. Por algo los pueblos orientales la consideran un regalo de los dioses.
Las 100 especies que pueblan el enorme vivero de Prafrance, perfectamente adaptadas al clima mediterr¨¢neo, son apenas una d¨¦cima parte del millar y pico que ofrece la naturaleza. A la entrada del parque, los bamb¨²es gigantes, como el Phyllostachys pubescens, 'Mazel', rondan los 30 metros -la altura m¨¢xima que alcanzan en esta latitud- y entrelazan sus copas formando una b¨®veda s¨®lida y densa como un t¨²nel.
Barrera contra el ruido y el viento
Los m¨¢s peque?os, de unos 30 cent¨ªmetros, crecen junto al jard¨ªn acu¨¢tico, mientras que el laberinto y las zonas abiertas est¨¢n trazadas con especies que no sobrepasan el metro y medio, y componen tupidos setos de distinta altura y diferentes tonos de verde. En total unas 700.000 plantas de bamb¨² que a lo largo del recorrido alternan con ¨¢rboles centenarios: gink-gos, secuoyas, magnolios, tuliperos de Virginia, palmeras. En este escenario espectacular rod¨® Henri-Georges Clouzot uno de los t¨ªtulos hist¨®ricos del cine franc¨¦s: El salario del miedo (1953). A?os despu¨¦s, Yves Boisset film¨® en el parque algunas escenas de Los secuaces (1971).
La bambouseraie es tambi¨¦n la despensa que abastece a los osos panda de los zool¨®gicos de Estocolmo y Berl¨ªn. Cada animal consume al d¨ªa unos 20 kilos de hojas frescas. Los humanos, en cambio, preferimos los brotes tiernos, otro bocado exquisito. Pero adem¨¢s de alimento, el bamb¨² es una valiosa materia prima con la que se fabrica pasta de papel, instrumentos musicales, canalizaciones, muebles, utensilios dom¨¦sticos y deportivos, obras de arte...
El poblado laosiano de Prafrance es s¨®lo una peque?a muestra del prestigio que est¨¢ adquiriendo en el ¨¢mbito de la arquitectura, que lo utiliza ya como material de construcci¨®n hightech (con el ejemplo madrile?o de la T-4 de Barajas, donde el espectacular entramado de l¨¢minas de bamb¨² en el interior se convierte en uno de los elementos distintivos del proyecto de Richard Rogers; o el edificio de viviendas sociales de Farshid Moussavi y Alejandro Zaera en Carabanchel).
Para los cient¨ªficos, el bamb¨² representa un gran aliado en la lucha contra la desertizaci¨®n. Igual que los lirios, la planta brota de un rizoma subterr¨¢neo que tiene una asombrosa capacidad para fijar el suelo; sus hojas secas forman un acolchado natural que retiene la humedad y lo a¨ªsla del fr¨ªo y el calor; por eso se recomienda no retirarlas. Se multiplica solo y se desarrolla con una rapidez inusitada. Por ello, el bamb¨² es una opci¨®n ideal para crear pantallas de vegetaci¨®n. No hay barrera m¨¢s eficaz para combatir el ruido y el viento. Proporciona una sombra transparente y fresca, y es, por ¨²ltimo, un mullido refugio para las aves.
La Bambouseraie de Prafrance (0033 466 61 70 47; www.bambouseraie.fr). Anduze (Francia). El parque abre entre el 1 de marzo y el 15 de noviembre. Horario: de lunes a domingo, a partir de las 9.30; la hora de cierre var¨ªa seg¨²n la ¨¦poca. Entrada: 7,50 euros
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