'Pintita' busca su sitio
A Schuster le preocupan las p¨¦rdidas de bal¨®n de Gago, sustituto de Diarra
Ram¨®n Maddoni fue el ¨²ltimo entrenador al que Fernando Gago prest¨® atenci¨®n. Fue hace a?os, cuando jugaba en los equipos infantiles del Club Parque y todav¨ªa consideraba que ten¨ªa mucho que escuchar y aprender. Maddoni es el arquetipo de maestro del f¨²tbol argentino. Noble, sagaz y agudo para detectar virtudes y defectos. Un d¨ªa, durante un partido, descubri¨® que Gago se distra¨ªa acomod¨¢ndose las guedejas en medio de la acci¨®n. "?Pintita!", le reproch¨®; "?dej¨¢ de peinarte!".
Desde entonces, Gago padece con verg¨¹enza el apodo que le estamp¨® Maddoni. Su carrera, aunque breve, le ha permitido considerarse un hombre afortunado. Desde 2005 siempre ha ganado alg¨²n t¨ªtulo por temporada. Lo ha logrado sin atender demasiado a lo que dec¨ªan sus t¨¦cnicos. Est¨¢ convencido de haber incorporado todos los conocimientos necesarios durante su etapa juvenil: un poco en el Club Parque y otro poco repasando v¨ªdeos de Fernando Redondo.
Gago tuvo suerte desde que debut¨® con Boca en la Primera argentina. Tan bien le salieron las cosas que el Madrid pag¨® 20 millones por su fichaje. Ten¨ªa 20 a?os. Su ¨ªdolo, Redondo, tard¨® cinco a?os m¨¢s que ¨¦l en jugar vestido de blanco. Cuando se cumple el primer aniversario de la firma de su contrato, Gago sigue sin establecerse en el equipo como un jugador importante.
En el Madrid, Gago ha tenido dos entrenadores: Capello y Schuster. Ambos apostaron por ¨¦l desde un principio. Luego lo postergaron. Ahora regresa a la alineaci¨®n por casualidad. La convocatoria de Diarra para jugar la Copa de ?frica le brinda una nueva oportunidad de demostrar su valor. Tiene un mes de plazo. Nada menos. Ayer, antes de viajar a Valencia, donde hoy el Madrid se enfrentar¨¢ al Levante (19.00, PPV), Schuster dio a entender que descartar¨¢ a Guti para ocupar el medio centro. "Lo de dar descanso est¨¢ muy bien, pero ahora no estamos en un momento adecuado para eso", dijo el t¨¦cnico cuando le preguntaron por la oportunidad de dosificar al argentino, ante el peligro de una sanci¨®n. "Se fue Diarra, y ahora estamos con Fernando. Quisimos que Diarra se quedara hasta hoy, pero no fue posible. Gago tiene cuatro tarjetas pero no le dir¨¦ nada. No puedes jugar pensando en no arriesgar porque cuando no metes el pie lo pagas por otro lado".
Schuster habl¨® de Diarra con la nostalgia del jefe que pierde a un empleado esencial. "Confiamos en que entre Guti, Baptista, Sneijder y Gago cubran bien las tres posiciones del medio campo", dijo. "Con ellos hemos hecho buenos partidos. Ahora tenemos que asumir la obligaci¨®n de seguir adelante sin Diarra".
El entrenador alem¨¢n, que fue un medio centro de ¨¦poca, recomend¨® a Gago cuidar el bal¨®n. "Lo m¨¢s importante en esa posici¨®n es la seguridad en el pase", advirti¨®. "Sobre todo en Europa, donde los equipos presionan m¨¢s sobre esa zona. Al actuar por delante de la l¨ªnea de cuatro, es importante que el medio centro, sea Gago o Diarra, encuentre el pase m¨¢s f¨¢cil, se ofrezca siempre, y siempre est¨¦ en ese sitio, sin perder el lugar".
De las palabras de Schuster se infiere su consideraci¨®n de Gago. El argentino tiene fama de gran pasador, pero su promedio de pases errados es peor que el de Diarra. El maliense, m¨¢s c¨¦lebre por hilar grueso que por su finura en las entregas, pierde una pelota cada 14 minutos. Gago, una cada 11. Este detalle preocupa a Schuster. El t¨¦cnico se alarm¨® el jueves en Mallorca, durante el partido de Copa. Fue el primer ensayo sin Diarra. Y Gago perdi¨® un bal¨®n cada siete minutos. "Tuvimos p¨¦rdidas de bal¨®n como en ning¨²n otro partido", lament¨® Schuster. "Con eso dimos mucha vida al rival".
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