Las voces del odio
Una reuni¨®n extraordinaria del Consejo de Ministros aprobar¨¢ ma?ana el decreto de disoluci¨®n de las Cortes, que entrar¨¢ en vigor tras su publicaci¨®n el pr¨®ximo martes en el Bolet¨ªn Oficial. A partir de ese momento empezar¨¢n a correr los plazos de las etapas sucesivas del proceso electoral, que desembocar¨¢ 55 d¨ªas despu¨¦s en el recuento de las urnas. Como ya sucedi¨® al concluir la legislatura 1993-1996, tambi¨¦n desventrada por un PP impaciente de llegar al poder, se derramar¨¢n pocas l¨¢grimas ante el t¨²mulo de unas c¨¢maras que, lejos de suavizar las tensiones, exasperaron los ¨¢nimos.
En la memoria de los ciudadanos quedar¨¢ el recuerdo de cuatro desagradables a?os de agria vida parlamentaria. La c¨¢mara para la discusi¨®n racional y la negociaci¨®n democr¨¢tica de los conflictos sociales e ideol¨®gicos fue transformada en simple caja de resonancia y amplificaci¨®n de la guerra desatada por la direcci¨®n del PP para recuperar al abordaje el poder perdido el 14-M. Animado por la estrategia de crear un asfixiante clima que forzase -como en 1996- una disoluci¨®n anticipada de las Cortes, el PP no vacil¨® en recurrir a todos los medios -por inmorales o fraudulentos que fueran- puestos a su alcance, incluida la manipulaci¨®n partidista de la lucha antiterrorista y de sus v¨ªctimas.
Se cierra la legislatura tras la detenci¨®n de dos miembros de ETA acusados del atentado de Barajas
La plana mayor del PP acus¨® al presidente Zapatero de haber firmado con ETA unos pactos secretos que implicaban la capitulaci¨®n del Estado de derecho ante la banda terrorista, traicionaban la memoria de las v¨ªctimas y conced¨ªan la independencia a una Euskal Herria formada por el Pa¨ªs Vasco y el Viejo Reino de Navarra. El delirio lleg¨® hasta el extremo de que los dirigentes populares apoyaron la teor¨ªa de la conspiraci¨®n fraudulentamente construida por el diario El Mundo y la Radio de los Obispos; seg¨²n ese fabulado embuste, el atentado del 11-M habr¨ªa sido planeado por ETA, la polic¨ªa espa?ola y los servicios extranjeros -con el PSOE al fondo- para dar la presidencia a Zapatero.
El terrorismo no pod¨ªa faltar a la cita en las postrimer¨ªas de esta amarga legislatura del odio. La detenci¨®n hace ocho d¨ªas en Mondrag¨®n de dos etarras -imputados despu¨¦s como autores del atentado de la T-4 de Barajas- dio lugar a una denuncia por malos tratos y a la apertura de unas diligencias judiciales que ser¨¢n resueltas en su d¨ªa por los tribunales como corresponde al Estado de derecho. El PP no ha podido resistir, en todo caso, a la tentaci¨®n de seguir aplicando el ascua del terrorismo a su sardina electoralista; esta vez ha sido a prop¨®sito de la eventual ilegalizaci¨®n por el Supremo de ANV y del Partido Comunista de las Tierras Vascas como segundas marcas de Batasuna, disuelta en 2003 de conformidad con la ley de partidos como brazo pol¨ªtico de ETA. Pero la convocatoria urgente -exigida por el PP- de un Pleno del Congreso previo a la disoluci¨®n de las Cortes el martes para respaldar esa demanda era innecesaria: bastar¨ªa con la acci¨®n de la fiscal¨ªa y el Gobierno.
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