Desaceleraci¨®n global
La econom¨ªa espa?ola est¨¢ mejor preparada para evitar la crisis, pero no libre del contagio
En econom¨ªa (y en todo lo dem¨¢s) es dif¨ªcil acertar en el remedio si falla el diagn¨®stico. Nuestra econom¨ªa est¨¢ mejor preparada que otras para hacer frente a la fase de desaceleraci¨®n que se ha iniciado en los principales pa¨ªses del mundo. Pero el hecho de que afecte en mayor medida a los dem¨¢s no es un motivo de tranquilidad sino de incertidumbre.
La situaci¨®n saneada de nuestras cuentas p¨²blicas, de la que habl¨® ayer el presidente del Gobierno, permite dosificar las medidas con criterios m¨¢s flexibles que los que fue forzado aplicar en la crisis de hace 15 a?os, caracterizada por una p¨¦rdida acelerada de empleo. La situaci¨®n actual requiere medidas proporcionadas, y no "brutales" y por decreto como aventur¨® uno de los especialistas del PP en diagn¨®sticos catastrofistas.
La crisis hipotecaria en EE UU y los precios del petr¨®leo y otras materias primas est¨¢n obligando a revisar a la baja las previsiones de crecimiento de la econom¨ªa mundial, y al alza las de inflaci¨®n. En la principal econom¨ªa del mundo la probabilidad de que entre en recesi¨®n se estima en torno al 50%; su tasa de inflaci¨®n ha superado el 4% y la salud de su sistema bancario siguen inquietando en todo el mundo. Los analistas asumen que la desaceleraci¨®n global es un hecho, y ser¨¢ m¨¢s acusada en aquellas econom¨ªas que hasta ahora han dependido m¨¢s del ahorro externo y de su canalizaci¨®n a trav¨¦s de financiaci¨®n hipotecaria. Espa?a es una de ellas, pero no la ¨²nica. Adem¨¢s de EE UU, Reino Unido o Irlanda comparten esos rasgos, sin disponer del margen de maniobra que otorgan las saneadas finanzas p¨²blicas espa?olas.
Negar que el entorno con el que se afronta este ejercicio econ¨®mico es significativamente peor que el vigente hasta el verano ser¨ªa irresponsable; pero transmitir que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ al borde de la recesi¨®n es una muestra de ignorancia o de mala fe. El promedio de las previsiones de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola en 2008 anticipa tasas superiores al promedio europeo: en torno al 2,5%, inferior a la del Gobierno, del 3%, pero muy distante de una situaci¨®n cr¨ªtica. El otro problema compartido con el resto de la OCDE es un repunte muy significativo en la tasa de inflaci¨®n, en gran medida consecuencia de la elevaci¨®n de precios internacionales, pero tambi¨¦n de elementos espec¨ªficos, como una mayor ineficiencia energ¨¦tica y un peor funcionamiento de algunos mercados.
La disposici¨®n de actuaciones de pol¨ªtica econ¨®mica, con las que se procure sortear los efectos de esa situaci¨®n, forma parte de las obligaciones del Gobierno y de la oposici¨®n. Que sean actuaciones concretas y no enunciados tremendistas o pa?os calientes es el requerimiento m¨ªnimo de respeto a los ciudadanos y agentes econ¨®micos. Observar c¨®mo est¨¢n reaccionando en otros pa¨ªses con equivalentes o mayores amenazas que las que pesan sobre nuestra econom¨ªa podr¨ªa ser un buen ejercicio.
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