Ilegalizaci¨®n a los 20

El d¨ªa en que se cumpl¨ªan 20 a?os de la firma del Pacto de Ajuria Enea, ANV, la formaci¨®n utilizada por Batasuna para estar en las elecciones municipales y forales de 2007, presentaba sus candidaturas para las legislativas de marzo. Candidaturas virtuales, porque es improbable que esas listas lleguen a hacerse efectivas, dada la decisi¨®n, conocida tambi¨¦n el s¨¢bado, de la Fiscal¨ªa General de instar la ilegalizaci¨®n de ANV en aplicaci¨®n de la Ley de Partidos, y, simult¨¢neamente, su suspensi¨®n cautelar por v¨ªa penal.

Lo que no habr¨¢ es una votaci¨®n conjunta de los grupos de PP y PSOE en favor de esa ilegalizaci¨®n. En 2002 s¨ª hubo una iniciativa parlamentaria, entonces en relaci¨®n a Batasuna, respaldada por ambos partidos. Ahora, el PP ha tenido inter¨¦s en que el ¨²ltimo pleno de la legislatura registrase la oposici¨®n del partido del Gobierno y sus aliados a un pronunciamiento de ese tipo, para utilizarla como munici¨®n electoral; con el argumento de que Zapatero se resiste a la ilegalizaci¨®n porque quiere dejar abierta la posibilidad de negociar con ETA.

Es una acusaci¨®n muy artificiosa puesto que portavoces del PSOE hab¨ªan adelantado a comienzos de a?o que ya estaba tomada la decisi¨®n de instar la ilegalizaci¨®n. Pero es probable que el retraso en formalizar esa decisi¨®n hasta la disoluci¨®n de las Cortes est¨¦ motivado por el escaso inter¨¦s socialista en votar junto al PP, algo a lo que se oponen probables socios futuros como, especialmente, el PNV. Lo que indica que intereses de bajo vuelo siguen presidiendo las relaciones entre el Gobierno y el PP, incluso en aquello sobre lo que est¨¢n m¨¢s de acuerdo.

Contra ¨¦se y otros sectarismos se firm¨® el 12 de enero de 1988 el Pacto de Ajuria Enea. Acuerdo que escenific¨® ante los ciudadanos la idea de que mientras persistiera el terrorismo, todos los partidos democr¨¢ticos, de derecha o de izquierda, nacionalistas o no, situados en el Gobierno o en la oposici¨®n, estar¨ªan del mismo lado. El pacto inclu¨ªa un rechazo a cualquier negociaci¨®n pol¨ªtica con ETA, pero tambi¨¦n una oferta de reinserci¨®n para sus miembros si dejaban las armas y una invitaci¨®n a que Batasuna defendiera libremente en las instituciones sus ideas independentistas.

Aunque Ajuria Enea se mantuvo hasta finales de los noventa, sus principios comenzaron a quebrarse a comienzos de esa d¨¦cada, cuando varios de los firmantes aceptaron modificar el trazado de la autov¨ªa de Leizar¨¢n, como exig¨ªa ETA. El Pacto de Lizarra llev¨® al extremo la divisi¨®n entre nacionalistas y los partidos que no lo son, que fueron declarados, tras la ruptura de la tregua en 2000, "objetivo militar" de la banda. Ello, m¨¢s la incapacidad de HB para distanciarse, conden¨® al brazo pol¨ªtico a la ilegalidad, como la ruptura del ¨²ltimo alto el fuego ha condenado a ANV tras comprobarse que era lo que parec¨ªa: un intento de dar continuidad al brazo pol¨ªtico de una banda que ataca a quien no se pliega a sus designios.