'Mobbing' al Estado
Son im¨¢genes que te acercan a la trama, ves la estructura grandiosa, el esqueleto colosal, compuesto de piezas que parecen infinitas, y comprendes la envergadura de la tarea; lo costoso, en energ¨ªa mental y material, que es construir. Cualquier construcci¨®n supone un gran esfuerzo; lo est¨¢s viendo representado a las mil maravillas en las im¨¢genes de esta malla apretada, minuciosa, milim¨¦trica sobre la que luego se apoyar¨¢ el ondulado edificio de titanio que Frank Gehry ha dise?ado para una bodega de la Rioja. Se trata de una serie de fotograf¨ªas de Adrian Tyler, que pertenecen a la exposici¨®n Construir, habitar, desocupar, abierta en el Koldo Mitxelena de San Sebasti¨¢n hasta principios de febrero.
La realidad pol¨ªtica vasca evidencia que es mucho m¨¢s f¨¢cil destruir que construir
Construir es arduo, destruir en cambio suele ser, desgraciadamente, mucho m¨¢s sencillo; tambi¨¦n puedes verlo en im¨¢genes. La tercera fase de la exposici¨®n, titulada Desocupar, re¨²ne fotograf¨ªas de Joel Meyerowitz sobre la tremenda tarea de desescombro de las Torres Gemelas de Nueva York, tras el atentado del 11 de septiembre. Destruir es mucho m¨¢s sencillo que construir. Estas im¨¢genes y las que enseguida evoca la memoria los aviones impactando, el fuego, el humo y como en una pesadilla el derrumbe lo expresan de un modo estremecedor. Se puede truncar, guillotinar en un instante el proceso lento, detallado, ¨²nico, valioso de una y de miles de biograf¨ªas. Se puede destruir en unos pocos minutos lo que se ha tardado a?os en dise?ar y edificar; la suma de innumerables esfuerzos, talentos voluntades, ilusiones.
Escribi¨® Walter Benjam¨ªn que en un buen relato siempre encuentras algo que puede servirte para la vida. Lo mismo puede decirse de las buenas exposiciones: siempre sales con algo que te ilustra la vida o en la vida.
Salgo del Koldo Mitxelena, observo la realidad pol¨ªtica vasca y se actualiza no s¨®lo la evidencia misma de que es mucho m¨¢s f¨¢cil destruir que construir, sino la amarga constataci¨®n de que nuestros dirigentes Ibarretxe y sus consejeros m¨¢s expl¨ªcitos est¨¢n empe?ados en la facilidad: en la tarea de demoler no s¨®lo los consensos pol¨ªtico-sociales que tanto ha costado edificar; sino fundamentalmente los principios del Estado de Derecho que tan largo interminables decenios de dictadura ha sido alcanzar. Esa tarea de acoso y erosi¨®n adopta la forma de una siembra, de un constante sembrar y/o abonar y/o regar dudas y sospechas sobre nuestro Estado de Derecho, sobre su calidad, su funcionamiento, sus instituciones, sus argumentaciones, su legitimidad, sus objetivos.
Si en las recientes detenciones de dos presuntos etarras se ha cometido alg¨²n tipo de inaceptable violencia o abuso, el Estado de Derecho posee mecanismos para investigarlo y en su caso sancionarlo con la rotundidad debida; es decir, el Estado de Derecho contiene en su teor¨ªa y en su pr¨¢ctica el remedio a esa y a cualquier otra situaci¨®n parecida.
A lo que le veo mucho peor pron¨®stico y consecuencias de mucho m¨¢s dif¨ªcil remedio es al empe?o del nacionalismo gobernante por astillar, erosionar, derrumbar nuestro Estado de Derecho, el constante mobbing pol¨ªtico al que le somete. Ese acoso (interesado) nos coloca a los ciudadanos vascos en la indefensi¨®n democr¨¢tica, con el suelo de nuestro sistema jur¨ªdico movi¨¦ndose permanentemente bajo nuestros pies, como quien dice, temblando.
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