Francia vende dos reactores nucleares a Emiratos ?rabes

"El mundo musulm¨¢n no es menos razonable que el resto del mundo para recurrir a lo nuclear civil para sus necesidades de energ¨ªa". Justo antes de iniciar su viaje por la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, dejaba claras sus intenciones con esta declaraci¨®n al diario saud¨ª con base en Londres Al Hayad.

El inquilino del El¨ªseo est¨¢ tejiendo una estrategia de exportaci¨®n industrial en el campo de la energ¨ªa y el transporte, basada esencialmente en el auge de lo nuclear como alternativa a las fuentes tradicionales de energ¨ªa. En este sentido, Sarkozy asume el gran papel de vendedor y gran representante del lobby nuclear. China y Venezuela son algunos de los clientes, pero esencialmente Sarkozy se dirige al mundo ¨¢rabe: Marruecos, Argelia, Libia, y ahora, las monarqu¨ªas del Golfo. Francia negocia con Arabia Saud¨ª contratos militares, de seguridad, gas y transporte por valor de unos 40.000 millones de euros. Todav¨ªa no se ha cerrado la operaci¨®n, pero incluye la venta de Francia a Arabia Saud¨ª de sistemas de desalaci¨®n de agua, la construcci¨®n de una l¨ªnea ferroviaria entre La Meca y Medina o una l¨ªnea de metro para la capital.

Ayer, el anuncio de que tres gigantes como Total, Areva y Suez se hab¨ªan asociado para construir en los Emiratos ?rabes Unidos dos reactores nucleares de tercera generaci¨®n dibuja con claridad la estrategia de Sarkozy. Un portavoz de Areva se?alaba: "Es importante se?alar que los grandes pa¨ªses petroleros, como los Emiratos ?rabes, se interesan ahora por lo nuclear con vistas a sus futuras necesidades de energ¨ªa el¨¦ctrica. Es un cambio determinante en el paisaje energ¨¦tico mundial. Estos pa¨ªses van a convertirse en mercados muy importantes".

Areva, sin embargo, est¨¢ teniendo m¨¢s problemas de los esperados con sus centrales de tercera generaci¨®n. La ¨²nica que est¨¢ actualmente en construcci¨®n, en Finlandia, ha sufrido ya varios retrasos. Los expertos aseguran que es algo normal en el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas, pero no descartan que la presi¨®n del mercado exija la entrada de capital en la empresa. El precio de una central dotada de dos reactores se sit¨²a en torno a los 6.000 millones de euros.

Se trata de proyectos que tardar¨¢n a¨²n tiempo en concretarse; dif¨ªcilmente esos reactores podr¨¢n entrar en servicio antes de 2016. La estructura semip¨²blica de la mayor¨ªa de las grandes empresas francesas las obliga a depender en gran medida del Estado para vender sus productos.

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