El Bar?a se apunta al resultadismo
El equipo de Rijkaard elimina al Sevilla en un partido muy t¨¢ctico y tenso psicol¨®gicamente
Apurado en la Liga y a expensas de ser reformulado futbol¨ªsticamente, el Bar?a aprende a funcionar a corto plazo sin mayor pretensi¨®n que dignificar el carpe diem y resolver los partidos que se le presentan al tiempo que va recuperando a sus mejores jugadores. Torneos de ida y vuelta como la Copa y la Champions le vienen especialmente bien, como ayer qued¨® demostrado ante el Sevilla, que hab¨ªa salvado las ¨²ltimas 15 eliminatorias. El mejor Sevilla naci¨® precisamente a costa del Barcelona en M¨®naco. Anoche, en cambio, claudic¨® como campe¨®n en el Camp Nou en un encuentro de m¨¢xima tensi¨®n psicol¨®gica y una gran carga ambiental.
A Jim¨¦nez le faltaron delanteros, desfondado como qued¨® Luis Fabiano por la gripe, y a Rijkaard le sobraron defensas. A los azulgrana les sali¨® la vena resultadista y nadie les reproch¨® nada, sobre todo cuando se comparaba su formaci¨®n con la lista de bajas. Hoy por hoy, el fin justifica los medios, como cuando se compet¨ªa por la Copa de Europa en noches intensas y t¨¢cticas que requieren concentraci¨®n.
BARCELONA 0 - SEVILLA 0
Barcelona: Vald¨¦s; Zambrotta, Milito, Puyol, Abidal; Xavi, M¨¢rquez, Gudjohnsen (Bojan, m. 55); Giovani (Deco, m. 68), Henry e Iniesta. Jugadores no utilizados: Oier; Sylvinho y Thuram.
Sevilla: De Sanctis; Daniel Alves, Mosquera, Dragutinovic, Adriano; Navas, Poulsen, Renato, Capel (Alfaro, m. 80); Chevanton (Duda, m. 73) y Luis Fabiano (Kerzhakov, m. 68). Jugadores no utilizados: Vargas; Mart¨ª y Lolo.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Giovani, Mosquera, M¨¢rquez y Duda.
Camp Nou: 75.917 espectadores. Tras el 1-1 en la ida, el Bar?a se clasifica para los cuartos de final por el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate.
Al campe¨®n le faltaron delanteros y el Barcelona hizo valer el resultado de la ida
Las ausencias, y hasta cierto punto el 1-1 de la ida, condicionaron las alineaciones. El Bar?a se recogi¨® con Iniesta como extremo mientras el Sevilla se desplegaba a partir de dos laterales ofensivos. Especialmente fuerte por fuera, apretaba arriba el equipo andaluz, decidido a ir a por el partido nada m¨¢s sacar de centro como se constat¨® en un centro estupendo de Alves que se le escap¨® por un dedo a Chevant¨®n. Exigido defensivamente, el Bar?a procur¨® no ceder espacios y atacar con los cambios de orientaci¨®n de M¨¢rquez, el descaro de Giovani, las conducciones de Iniesta y los contragolpes de Henry, tan generoso como poco solista como exig¨ªa el d¨ªa en ausencia de gente como Messi, Eto'o y hasta Ronaldinho.
La frecuencia ofensiva del Sevilla superaba aparentemente la del Barcelona, parado en su cancha, excesivamente especulador, re?ido con la pelota, como si quisiera repetir el partido del Nervi¨®n. Rijkaard sabe bien que el rival se maneja mejor en los arrebatos que en los ataques continuos. Al Bar?a, sin embargo, el campo le resultaba tan largo como el partido. A la media hora se hab¨ªan contado muchas faltas y pocos disparos porque los azulgrana procuraban que la contienda no adquiriera ritmo, no se embalara, confiados en un plan muy italiano. Aunque el marcador avalaba su conducta, el partido pintaba peligroso para el Bar?a, dif¨ªcil de reconocer cuando no tiene el bal¨®n, al tiempo que al Sevilla le faltaban delanteros y extra?aba la poca participaci¨®n de Navas y Capel. Nadie alcanzaba las ¨¢reas y medios y zagueros se bat¨ªan en un litigio de una presi¨®n extrema, sin picos futbol¨ªsticos.
No romp¨ªa el Sevilla y tampoco el Bar?a, falto en el enganche porque Iniesta quedaba demasiado orillado y solamente romp¨ªa con alguna que otra llegada de los futbolistas de la segunda l¨ªnea, como Gudjohnsen. As¨ª las cosas, a la hinchada le dio por corear el nombre de Deco cuando sali¨® a calentarse con Bojan. Las p¨¦rdidas del cuero se suced¨ªan en el campo del equipo azulgrana, sostenido de nuevo por los centrales. La situaci¨®n demandaba un cambio inmediato por parte de Rijkaard porque no hab¨ªa noticias de los delanteros y a los centrocampistas les superaba el trabajo. El t¨¦cnico opt¨® por quitar a Guddy y dar entrada a Bojan, de manera que Iniesta pas¨® a ejercer de medio y Henry qued¨® volcado al margen izquierdo, aliviado por no tener que jugar de espaldas.
A simple vista, el Bar?a se ase¨® y sus futbolistas se sintieron m¨¢s a gusto, superiores al Sevilla, cada vez m¨¢s disminuido f¨ªsicamente. El partido vir¨® a favor de los azulgrana, reforzados por la competitividad de Deco. El oficio se impuso a la sorpresa y al Sevilla no le alcanz¨® una ¨²ltima carga presidida por el suspense en el ¨¢rea local. Resisti¨® a pie firme el Bar?a, que nada tiene que ver con el equipo que disput¨® espl¨¦ndidos duelos con el Sevilla cuando Ronaldinho estaba en plena forma. Ausente Ronnie, y tambi¨¦n Messi y Eto'o, no est¨¢ el Bar?a para filigranas, sino para ganar tiempo con un juego pr¨¢ctico y resolutivo. Act¨²a de acuerdo a las circunstancias m¨¢s que pendiente de su f¨²tbol. Vive tan al d¨ªa que un 0-0 en el Camp Nou suena hoy a gloria bendita.
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