Patricia Verdugo, periodista

La autora del libro period¨ªstico m¨¢s vendido en la historia del pa¨ªs, y que con sus investigaciones ayud¨® a desentra?ar varios de los cr¨ªmenes m¨¢s atroces de la dictadura, Patricia Verdugo, fue sepultada ayer en Santiago despu¨¦s de una misa y funeral al que asistieron cientos de personas.

Verdugo, de 61 a?os, premio Nacional de Periodismo (1997), premio Mar¨ªa Moors Cabot de Estados Unidos (1993) y autora de una decena de libros, falleci¨® en la noche del domingo en la cl¨ªnica donde estaba hospitalizada, tras luchar durante dos a?os contra el c¨¢ncer.

Jovial, cari?osa, solidaria y empe?osa, fue tambi¨¦n ella misma v¨ªctima de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). Su padre, Sergio Verdugo, fue asesinado en 1976 por agentes secretos de la dictadura, que lo detuvieron y despu¨¦s ahogaron sumergi¨¦ndolo en agua y arrojaron su cad¨¢ver al r¨ªo Mapocho, para simular un suicidio.

En Bucarest 187, un libro donde sostiene que "recordar es un acto sagrado", cuenta que cuando en democracia le comunicaron que su padre hab¨ªa sido declarado v¨ªctima de "agentes del Estado", despu¨¦s de una extensa investigaci¨®n en la que ella particip¨®, tom¨® una fotograf¨ªa de ¨¦l y mientras se le escapaban los sollozos, repiti¨®: "Cumpl¨ª, pap¨¢, cumpl¨ª". S¨®lo ese d¨ªa pudo Patricia volver a bajar hasta el cauce de ese r¨ªo que atraviesa Santiago como el Manzanares a Madrid, con sus "tumbas invisibles".

Durante la mayor parte de la dictadura trabaj¨® en la revista Hoy, una de las pocas publicaciones de oposici¨®n, donde mostr¨® su talento como chispeante entrevistadora, hizo en un periodo el an¨¢lisis pol¨ªtico central de la publicaci¨®n e indag¨® en los cr¨ªmenes de la dictadura. Fue una de las fundadoras de la organizaci¨®n Mujeres por la Vida, que se manifest¨® p¨²blicamente en las calles colocando siluetas de cart¨®n del tama?o de personas, representando a detenidos desaparecidos. Libretista y locutora en varias de las mayores concentraciones masivas contra Pinochet, se comprometi¨® con la causa de los derechos humanos.

Todo esto fue como un preparativo para su obra mayor, Los zarpazos del puma, una investigaci¨®n period¨ªstica que cuenta el viaje en helic¨®pteros de una comitiva militar encabezada por el general Sergio Arellano, enviada por el general Pinochet a asesinar a 75 prisioneros pol¨ªticos en varias ciudades. La comitiva llegaba a un lugar, sacaba detenidos pol¨ªticos de los regimientos o c¨¢rceles y los fusilaban o mataban con cuchillos y bayonetas, ocultando los cuerpos. Pasaban sobre las atribuciones de los comandantes de cada ciudad, en un mensaje tambi¨¦n interno a los militares. Con esta obra, Verdugo bati¨® r¨¦cords de venta y hasta fue pirateada y el juez del caso, Juan Guzm¨¢n, la incorpor¨® en el expediente.

Su pasi¨®n por la verdad nunca se acomod¨® a los Gobiernos democr¨¢ticos, en los que no tuvo cargos. Dedicada a la docencia, investigar y escribir libros, durante sus ¨²ltimos a?os fue una conciencia cr¨ªtica, con sus denuncias por la inacci¨®n y pasividad de muchas autoridades de los tres poderes del Estado frente al anhelo de justicia, y con su clamor por la democratizaci¨®n de la sociedad.