"La extrema derecha ha secuestrado Estados Unidos"
Para Paul Haggis no hay buenos ni malos, porque, en su opini¨®n, los villanos y los h¨¦roes son la misma persona. Tampoco hay pel¨ªculas buenas o pel¨ªculas malas, porque para este guionista y realizador de 54 a?os, que uno de sus filmes le guste a todo el mundo ser¨ªa se?al de que no est¨¢ haciendo su trabajo como debe.
"Me gusta dar en ese nervio que te hace sentir inc¨®modo"
"Clint Eastwood es mi amigo, mi mentor y un ¨ªdolo"
"Los medios de comunicaci¨®n s¨®lo regurgitan lo que el Pent¨¢gono les dice"
"A James Bond le hago las mismas preguntas que a otros personajes"
"Tiene que haber gente que te ame y gente que te odie, y eso es lo que me dice que estoy en el camino correcto y que debo seguir por ah¨ª", admite tranquilo, aunque con cierta iron¨ªa en la mirada este canadiense que, como tantos otros compatriotas suyos amantes del cine, tuvo que cambiar su residencia al pa¨ªs vecino hace ya m¨¢s de tres d¨¦cadas. No le ha ido mal por el camino en Hollywood. Ha sido capaz de llevar de manera consecutiva al Oscar a la mejor pel¨ªcula a dos de sus historias, Million Dollar Baby y Crash, filme este ¨²ltimo por el que se llev¨® dos estatuillas con su nombre, una por el gui¨®n y otra como productor de una cinta que tambi¨¦n dirigi¨®. Ah¨ª no se quedaron sus haza?as, ya que, al siguiente a?o, y por tercera vez consecutiva, fue candidato al Oscar por Cartas desde Iwo Jima.
Paul Haggis estrena hoy en Espa?a otra pol¨¦mica cinta, En el valle de Elah, pel¨ªcula que protagonizan Tommy Lee Jones, Charlize Theron y Susan Sarandon. ?l mismo lo reconoce y si tiene que definir su estilo asegura que es el de "hacer preguntas dif¨ªciles" sobre aquello que le incomoda. "Me gusta dar en ese nervio que te hace sentir inc¨®modo", dice.
Fue esta filosof¨ªa la que le llev¨® a escribir esa obra coral de Crash que arremet¨ªa contra todos los estereotipos de una ciudad tan plural como racista llamada Los ?ngeles, una historia que naci¨® de la experiencia personal, despu¨¦s de que le fuera robado su veh¨ªculo. Y ahora con En el valle de Elah se atreve a sembrar la incomodidad con uno de los dramas m¨¢s elogiados por la cr¨ªtica en torno a la guerra de Irak, aunque, como muchos otros de los estrenados este a?o, tambi¨¦n cay¨® en el olvido del p¨²blico estadounidense.
Inspirado en un art¨ªculo de la revista Playboy sobre una historia real de los veteranos de esta guerra, Haggis admite de su obra de ficci¨®n que fue "una responsabilidad", que alguien ten¨ªa que acometer un tema as¨ª, especialmente ahora "que la gran mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n estadounidenses se limitan a regurgitar lo que el Pent¨¢gono les dice".
Historias que, en su opini¨®n, necesitan ser contadas y que hasta cuentan con el apoyo de sus protagonistas, o al menos de esos familiares que recuerdan c¨®mo sus hijos, esposos o parientes se ahorcaron, dispararon o en definitiva se suicidaron nada m¨¢s regresar de este cruento conflicto.
De nuevo y, como es su estilo, la cinta no es del todo lo que parece. Concebida como "un caballo de Troya", donde comienza con todas las convenciones de los buenos filmes policiacos, "una de suspense donde al final el misterio de qui¨¦n lo hizo es lo menos importante". Se trata, como recuerda, de la misma t¨¦cnica que aplic¨® en Crash, donde mezcl¨® los estereotipos con lo que pensamos de los estereotipos. "Esos secretos que te hacen retorcerte inc¨®modo en el asiento", afirma contento de sus logros.
Mejor fue el resultado en taquilla, que convirti¨® un filme independiente de 6,5 millones de d¨®lares en un ¨¦xito de 55 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n en la taquilla estadounidense. Aun as¨ª, el camino a En el valle de Elah no fue f¨¢cil. Una pel¨ªcula que comenz¨® a preparar en 2003 sin ninguna ayuda por parte del Ej¨¦rcito, en una ¨¦poca en que, como recuerda, se trataba de "antipatriotas y traidores" a los que pensaban como ¨¦l. "Y no creo que a los guionistas, a los artistas, a los realizadores nos guste que nos digan que no pensemos. As¨ª que fuimos muchos los que comenzamos a plantearnos preguntas mientras ¨¦ramos atacados por una extrema derecha que ha secuestrado Estados Unidos", a?ade sin ocultar su rabia contra la guerra, aunque asegurando que su apoyo a los soldados all¨ª destacados es mayor que el de todos esos que se pasean "cacareando patriotismo con pegatinas en el guardabarros del coche".
Haggis no siempre fue el inconformista -"el iconoclasta que desaf¨ªa el dictado y se aferra a la independencia"- que describe la prensa. Ser guionista fue un sue?o de infancia, "un mal estudiante" que tan s¨®lo fue alentado por esa maestra que le dijo que era bueno "contando historias". El camino que llev¨® hasta ese momento de gloria que le proporcionaron las tres candidaturas consecutivas y que le han convertido en el guionista del momento no pudo dar m¨¢s vueltas, de fot¨®grafo a dramaturgo pasando por obrero de la construcci¨®n o chico de las mudanzas. Hab¨ªa que comer. Lo mismo ocurri¨® durante a?os ya como guionista, un profesional del campo de la televisi¨®n con series como Treintaytantos o La ley de Los ?ngeles entre sus trabajos m¨¢s decentes.
Si algo le daba sudores era pensar que su obituario le recordar¨ªa como "el que colabor¨® en Walker, Texas ranger". Lo que ahora llama "suerte" le lleg¨® en la forma de un gui¨®n en el que adapt¨® las historias de boxeo de F. X. Toole por su cuenta y riesgo, una inversi¨®n personal que se transform¨® en Million Dollar Baby y con la que se gan¨® el inter¨¦s de Clint Eastwood, desde entonces una figura constante en la carrera de este guionista.
?l es mi amigo, mi mentor, un ¨ªdolo y, como te puedes imaginar, la persona m¨¢s dulce", describe de este colaborador con el que comparte incluso aquellos trabajos que no son conjuntos como Crash o ahora En el valle de Elah. ?El secreto de su ¨¦xito? "Una buena historia. Hay demasiada gente que se pasa el tiempo pensando en los gustos de Hollywood. Yo mismo malgast¨¦ as¨ª muchos a?os. Pero mi recomendaci¨®n a los que empiezan es que se hagan en pantalla las preguntas para las que no tienen respuestas", confiesa el director canadiense.
A pesar de su popularidad, Haggis cuenta con tantos seguidores como detractores. ?stos ¨²ltimos le acusan de que Crash rob¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula a Ang Lee y su En terreno vedado y califican la obra del canadiense de "mesi¨¢nica". Eso, cuando no apuntan a sus lazos con la Cienciolog¨ªa como secreto de su ¨¦xito, una religi¨®n de la que el guionista no reniega pero de la que tampoco hace proselitismo como otro de sus miembros m¨¢s destacados, Tom Cruise.
"Entiendo a los que no est¨¢n de acuerdo conmigo", ofrece como toda disculpa un escritor que, por lo dem¨¢s, dice buscar el consenso. "Pero s¨¦ que no siempre puedes encontrarlo, y a m¨ª las historias que me gustan son las m¨¢s complejas", a?ade. No siempre es el caso porque, adem¨¢s de sus colaboraciones con Eastwood, que espera seguir expandiendo, y sus trabajos como guionista y director independiente, Haggis es tambi¨¦n un escritor al alcance del mejor postor.
Este a?o estrena su segundo gui¨®n para la saga de James Bond y est¨¢ negociando con Cruise la adaptaci¨®n de la obra infantil Ranger's apprentice, de la que ser¨ªa tambi¨¦n su director.
De ninguno de sus futuros proyectos suelta demasiada prenda. "A Bond le hago las mismas preguntas que le har¨ªa a cualquier otro de mis personajes. Porque quiz¨¢ ah¨ª estuvo el problema en ocasiones anteriores, cuando no sometieron al personaje a los rigores y a las preguntas que yo le planteo ahora y de las que saldr¨¢ con buenas respuestas", admite desprovisto de toda modestia. "?Qu¨¦ voy a saber yo, que s¨®lo he hecho dos pel¨ªculas?", agrega con humor.
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