V¨¢zquez Montalb¨¢n, alias 'Jack el Decorador'
Un libro evoca su faceta como autor de art¨ªculos sobre dise?o
La madre fue una peque?a burguesa que se acercaba al consumismo y a un incipiente dise?o a partir de la formica, de colores chillones y formatos psicod¨¦licos, de apoteosis del pl¨¢stico... El padre ser¨ªa un Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n que, marcado por las necesidades alimenticias, ejerce en 1966 de jefe de redacci¨®n de la revista Hogares modernos.
Tres a?os despu¨¦s decide, dijo, "enviar mensajes de n¨¢ufrago". El hijo de esta situaci¨®n ser¨¢, en marzo de 1969, Las andanzas de Jack el Decorador, serie que dar¨¢ pie a los textos m¨¢s gamberros de V¨¢zquez Montalb¨¢n. Las entregas s¨®lo del primer a?o son las que ha recogido por primera vez en libro Debolsillo, que en la misma tacada recupera otro t¨ªtulo m¨ªtico del periodista, Informe sobre la informaci¨®n, que escribi¨® entre 1962 y 1963 desde la c¨¢rcel de L¨¦rida, pr¨¢cticamente de memoria.
"Son textos iconoclastas: pueden leerse como una novela por entregas, una cr¨ªtica de dise?o avant la lettre y una propuesta intelectual porque el libro es el anti-F¨®rum de 2004, ese orgasmo del display que vivi¨® Barcelona, ese dise?o como codificador de todo y que de manera visionaria ¨¦l apunt¨® ya entonces", opina Iv¨¢n de la Nuez, editor y prologuista, junto a Valent¨ªn Roma, de Jack el Decorador. "Es la mirada de un flaneur que cuestiona los nuevos rituales de una sociedad urbana ya moderna", a?ade Roma, que recuerda que V¨¢zquez Montalb¨¢n aborda por vez primera la figura de un seudodetective y utiliza seud¨®nimo.
Jack el Decorador hace honor al nombre mal prestado del Destripador. El contexto ayuda. En 1964 Susan Sontag hab¨ªa publicado Notas sobre el camp. En 1965 Umberto Eco lanzaba su Apocal¨ªpticos e integrados. El escritor est¨¢ en pleno desenga?o vital y eso se traducir¨¢ en su libro Manifiesto subnormal (1970) y en, periodismo, en la serie de Triunfo Cr¨®nica sentimental de Espa?a y la de Hogares modernos.
El sadismo cr¨ªtico de Jack ir¨¢ in crescendo: desde meterse con el mobiliario de la revista, sacudir una discoteca psicod¨¦lica de Barcelona a la triste muestra Hogarotel 1969.
La secci¨®n fue un arma de doble filo para una publicaci¨®n de 48.000 ejemplares. Jack fue tratado de "payaso", "terrorista", y "resentido personaje, de incivilitud y mal gusto", por algunos lectores. Medio en broma, Jack citaba en enero de 1970 las sugerencias de gerencia para que suavizara sus cuchillazos a quienes tambi¨¦n eran anunciantes de la revista. Fruto de ello o no, ese a?o la secci¨®n se hizo ya intermitente, para morir en 1972.
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