"El peor enemigo de Dios es la Iglesia"

En cuanto el fot¨®grafo desenfunda la c¨¢mara, ¨¦l extrae su pipa del gab¨¢n y juguetea con ella entre los dedos. "Sin fumar no s¨¦ qu¨¦ hacer con las manos ni soy capaz de articular tres palabras seguidas", se sincera. Luego fumar¨¢ entre plato y plato, un placer venenoso del que, dice, ya no es tan partidario como anta?o. Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) niega ser un t¨ªmido ("?C¨®mo podr¨ªa un t¨ªmido responder a esa pregunta?"), pero gusta de la conversaci¨®n queda, parsimoniosa, sin alzar apenas esa voz susurrante que tanto influye, seguramente, en que muchas mujeres lo sigan encontrando bien atractivo.

El m¨²sico se queja de que "ya no se hacen canciones, sino politonos"

El encuentro discurre en el parque de la Fuente del Berro, inopinado vergel urbano madrile?o, a un paso del Pirul¨ª y la vor¨¢gine de la M-30. Cerca residen varios buenos amigos -Imanol Arias y Pastora Vega, Jos¨¦ Luis G¨®mez- y tambi¨¦n alg¨²n vecino reciente, como la infanta separada ("No soy en absoluto mon¨¢rquico, pero tengamos presente que Bush es republicano"). ?M¨¢s ventajas del barrio? Una fundamental: Las Ventas a tiro de piedra. "El mundo se divide en dos, taurinos y marcianos", proclama entre volutas de humo. "El toro es seducci¨®n y enga?o. Es muerte, sexo, est¨¦tica, riesgo, valor. Lo tiene todo".

Sexo, amor, muerte, Dios. En el fondo, dice Aute, "son todo el mismo material". Y constituyen las constantes en una obra que supera el medio siglo en lo pict¨®rico y alcanza las cuatro d¨¦cadas como cantautor, con trescientas y pico canciones a las espaldas. "S¨®lo se me ocurre algo mejor que una tarde de gloria de Jos¨¦ Tom¨¢s: un buen polvo. Y no hablo de aerobic genital, no, sino de un polvo enamorado", anota con un destello en la mirada. Embalado, esboza su teor¨ªa de metaf¨ªsica sexual. "Si Dios existe, debe ser sexo puro. El ¨¦xtasis religioso, si no es lo mismo, se parece mucho al orgasmo. Y a Dios le preocupa tanto el sexo que le invocas cuando culminas. Nadie exclama en ese momento '?Oh, Satan¨¢s!', sino '?Dios, Dios!".

No, no teme excomuniones. Se confiesa, a su manera, religioso. "Todo lo que nos rodea no puede ser s¨®lo casualidad, debe haber alguna causalidad", murmura mientras escudri?a el parterre a trav¨¦s de la cristalera. "El problema de Dios, su peor enemigo, es la Iglesia. Todo concepto tiene su contrario, y el de Dios es el Papa. Hasta Garc¨ªa Gasco, si se casara y tuviera hijos, lo entender¨ªa bien...".

El a?o pasado public¨®, por fin, nuevo disco (A d¨ªa de hoy), y ahora acaba de poner en circulaci¨®n un doble CD y DVD en directo, Humo y azar, donde repasa las m¨¢s sustanciosas canciones de amor de su trayectoria.

Admite que en la actualidad existen m¨¢s autores que cuando ¨¦l pis¨® por vez primera un estudio de grabaci¨®n, all¨¢ por 1966, "s¨®lo que ahora no se hacen canciones, sino politonos". Y reivindica su vigencia en este mundo pasado de vueltas, donde todo se consume con atropello y luego se desecha para siempre. "?Pero si yo, despu¨¦s de 40 a?os, a¨²n no he hecho lo que quer¨ªa hacer!", objeta. "A¨²n estoy aprendiendo a saber, a reflexionar, a vivir, y espero que esta sensaci¨®n no finalice nunca. Si crees que lo que hiciste ya est¨¢ lo bastante bien, s¨®lo te queda palmarla...".