Israel destruye el Ministerio del Interior de Ham¨¢s en Gaza
El Ej¨¦rcito bloquea la franja y deja a los palestinos sin ayuda humanitaria
En plena escalada de las hostilidades en Gaza, un misil de la Fuerza A¨¦rea israel¨ª redujo ayer a escombros las cuatro plantas deshabitadas del edificio que hasta hace unos meses hab¨ªa servido como Ministerio del Interior del Gobierno de facto que ejerce el Movimiento de la Resistencia Isl¨¢mica (Ham¨¢s). Un portavoz militar israel¨ª aleg¨® que era un "fuerte" de los islamistas.
Seg¨²n fuentes del hospital de Shiffa, una mujer muri¨® y resultaron heridos 30 de los asistentes a una boda que se celebraba junto al edificio atacado desde un avi¨®n sin piloto, operado por control remoto. Ya son 50 los palestinos muertos y cerca de un centenar los heridos desde que el martes pasado comenz¨® la actual escalada de violencia.
El bombardeo del ministerio palestino parece una nueva vuelta de tuerca en la agresi¨®n de Israel a Gaza. "En la guerra como en la guerra", dicen los israel¨ªes. Tras el ataque hubo una nueva reducci¨®n en el suministro de combustible, que paga la Uni¨®n Europea, y se cerr¨® el paso fronterizo entre Israel y Gaza. El cierre afecta, entre otros, a la ayuda humanitaria que los organismos internacionales, entre ellos la ONU, prestan a la "prisi¨®n m¨¢s grande del mundo", con un mill¨®n y medio de habitantes, como suelen llamar los palestinos a su terru?o, en el que nadie sale y nadie entra.
De momento se desconoce si el Ej¨¦rcito permitir¨¢ salir a enfermos graves que reciben atenci¨®n m¨¦dica en hospitales de Israel, o en pa¨ªses ¨¢rabes vecinos.
Las decisiones las tom¨® el ministro de Defensa y l¨ªder laborista israel¨ª, Ehud Barak, en respuesta a los ataques palestinos, que en las ¨²ltimas 48 horas lanzaron m¨¢s de 140 proyectiles de mortero contra las localidades del sur de Israel vecinas de la franja de Gaza. En un caso causaron un incendio en un invernadero, y en otro dieron en un jard¨ªn de infancia aunque, por estar protegido, no caus¨® v¨ªctimas entre los ni?os.
Barak, seg¨²n analistas israel¨ªes, cree que esas medidas dr¨¢sticas y la intensificaci¨®n de las operaciones militares, sin llegar a una invasi¨®n masiva de Gaza, "har¨¢n entrar en raz¨®n a los terroristas". Pero los milicianos de Ham¨¢s est¨¢n convencidos de que Barak "tirar¨¢ la toalla" y pedir¨¢ el alto el fuego cuando advierta que no se rinden y siguen disparando sus cohetes y sus morteros.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, sigue la guerra desde lejos, desde la Mukata de Ramala, en Cisjordania, pues Ham¨¢s lo expuls¨® de Gaza. Y de vez en cuando condena duramente las incursiones del Ej¨¦rcito israel¨ª. Abbas tiene otra estrategia: cree que los islamistas, sus enemigos, perder¨¢n su fiereza cuando ¨¦l consiga un Estado palestino independiente si prospera el proceso de paz.
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