Prost¨ªbulos en el laberinto
El Ayuntamiento se da un a?o de margen para ver c¨®mo regula los bares de alterne, despu¨¦s de imponerles unas normas imposibles de cumplir
"?Que pueden cerrar los bares de alterne? No s¨¦ nada. Llevo a?os viviendo en Barcelona, pero no he o¨ªdo nada sobre eso". Una joven prostituta, con acento sudamericano, sentada en un taburete, en el Breston, en la calle de Mari¨¤ Cub¨ª, negaba el mi¨¦rcoles por la noche tener noticia alguna sobre una ordenanza que pende desde hace tiempo sobre los prost¨ªbulos como una espada de Damocles. La norma, que deb¨ªa entrar en vigor el mi¨¦rcoles, exige a los locales unas severas condiciones higi¨¦nicas y de seguridad, y tambi¨¦n una quimera: que no linden con pisos y que, adem¨¢s, no tengan a menos de 200 metros ninguna escuela, ning¨²n hospital, ninguna instituci¨®n p¨²blica, ninguna iglesia.
Manolo Nicol¨¢s, due?o del Breston, escucha atento a la chica y dice categ¨®rico: "Todo eso no lo puede cumplir nadie. Tenemos un estudio que dice que s¨®lo el 5% de locales se ajustan a esas condiciones. Esto era un bar-whiskeria-topless con reservados y hemos hecho las obras que nos han pedido y me he gastado 100.000 euros, pero hay cosas imposibles. ?Qu¨¦ pasar¨¢ si nos cierran? ?Qu¨¦ voy a hacer yo con 58 a?os? ?D¨®nde van a ir ellas? ?A la calle?". Prisionero de su misma draconiana norma, el Ayuntamiento se ha hecho la misma pregunta y se ha dado un respiro. El Consistorio alargar¨¢ un a?o la moratoria de cuatro a?os que ya dio en 2004 a los prost¨ªbulos para que se acoplen a la norma. "Sabemos que esto no va a satisfacer a nadie, pero nos damos una oportunidad de llegar a un consenso", dice Ram¨®n Massaguer, gerente de Urbanismo. "Dentro de un a?o vamos a estar igual si no modifican la ordenanza", lamenta Oriol Gess¨¦, portavoz de Aceca, la patronal del sector. "Hay gente que se ha gastado mucho dinero sin saber si van a cerrar".
"Tenemos la ocasi¨®n de llegar a un consenso", dicen en el consistorio
"Hemos hecho las obras, pero hay dos cosas que escapan de nuestras manos"
Con la moratoria, el Ayuntamiento se ha librado de cerrar los 200 prost¨ªbulos. Tanto los 176 clandestinos, que no han hecho las obras, como los 26 que s¨ª. Pero, sobre todo, ha evitado llenar la calle de prostitutas. El debate es ineludible. Amsterdam ha puesto coto a su m¨ªtico barrio rojo; Suecia ha prohibido la prostituci¨®n, que ha acabado en barcos en el B¨¢ltico, y Barcelona medita qu¨¦ hacer. Pero algo s¨ª tiene claro: no quiere que crezca m¨¢s porque los locales nuevos deben cumplir la ordenanza y estar en calles con anchuras de 25 metros. De momento, s¨®lo uno de nueva creaci¨®n ha iniciado los tr¨¢mites. Parapetados en una mara?a de licencias de sauna, relax y bares de copas, el Ayuntamiento aprob¨® la controvertida ordenanza en 2004. La nueva licencia, apellidada bares musicales con prestaci¨®n de servicios de naturaleza sexual, conduc¨ªa al cierre. Llueve sobre mojado porque otra ordenanza, la de civismo, de 2006, proh¨ªbe a las prostitutas contactar con sus clientes en la calle bajo multa de 375 euros. Su aplicaci¨®n se ha calmado.
"Vamos a ver. Fuera no se puede y dentro tampoco. ?Qu¨¦ hacemos entonces?", se pregunta Clarisa Velocci, del colectivo Genera, que defiende los derechos de las prostitutas. "Muchas veces esas mujeres son cabeza de familia. Hay una madre, una hermana, una familia. Y esas chicas env¨ªan dinero a sus pa¨ªses. El Ayuntamiento quiso regular la convivencia con la ordenanza de civismo y no resolvi¨® ning¨²n problema vecinal, y con la de ahora crear¨¢n problemas vecinales donde no los hay". Massaguer admite que es un problema complejo y que la situaci¨®n es delicada. "No se pueden hacer ordenanzas y luego decir: ?uy, uy!, que hay que cumplirlas", admite el gerente, el ¨²nico cargo municipal que ha dado su versi¨®n ante el silencio de los pol¨ªticos. "Las ordenanzas hay que cumplirlas pero lo que ser¨ªa serio es hacer un debate en profundidad", afirma Maite Fand¨®s, regidora de CiU. "Espero que ¨¦sta sea la ¨²ltima moratoria", avisa Alberto Villagrasa, del PP.
El gerente aprueba el debate y conf¨ªa en que se haga a la luz de la futura ley de actividades y espect¨¢culos de la Generalitat. Pero, mientras, los due?os de los prost¨ªbulos se suben por las paredes. "?C¨®mo ha cambiado! ?No lo reconozco!", exclama una prostituta que hac¨ªa tiempo que no acud¨ªa a un local del Eixample cuyo due?o prefiere el anonimato. Las obras le han obligado a forrar las paredes para que est¨¦n insonorizadas y a que todo el material, desde la ropa, los colchones y la madera, sea ign¨ªfugo. Las ocho fastuosas habitaciones parecen las de un hotel: deben tener un m¨ªnimo de nueve metros cuadrados con ba?o incluido. Se ha gastado 300.000 euros.
Desaparecidos en Ciutat Vella, la mayor¨ªa de prost¨ªbulos est¨¢n en el Eixample o la zona alta. Y muchos han optado por ignorar la ordenanza. La camarera de un local de la calle de Loreto explic¨® que han clausurado las dos habitaciones que ten¨ªan. "Si cierran, muchas chicas se ir¨¢n a la calle y su indefensi¨®n ser¨¢ mayor. Pueden haber muchos abusos. Hay mucho loco suelto", explica mientras dice que la mayor¨ªa son extranjeras, sin papeles, que no tienen m¨¢s alternativa que este trabajo y record¨® la redada que hubo el jueves en un club. Pero, sobre todo, que no saben nada de ordenanzas. Como la chica del Breston.
La ordenanza
La ordenanza municipal obliga a los locales de alterne a no lindar con pisos de vecinos y estar a m¨¢s de 200 metros de usos protegidos tales como escuelas, instituciones p¨²blicas o iglesias.
La patronal quiere que se suprima la ordenanza o se retire las dos condiciones, origen del conflicto. En Barcelona, trabajan 4.000 personas en prost¨ªbulos y se estima en 20.000 el n¨²mero de prostitutas repartidas entre locales, pisos y la calle.
Asociaciones de defensa de derechos de las prostitutas y empresarios elogian la valent¨ªa de la anterior consejera de Interior, Montserrat Tura, de intentar regular la prostituci¨®n. El actual titular, Joan Saura, dice que no es prioritario.
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