La mitad de un gran concierto
Lorin Maazel es un carism¨¢tico director que siempre llena las salas donde act¨²a. Lo lleva haciendo en las temporadas de Iberc¨¤mera desde 1990 y el pasado jueves volvi¨® a llenar el Auditori de Barcelona en un concierto al frente de la Symphonica Toscanini consagrado monogr¨¢ficamente a Beethoven.
El concierto tuvo dos caras. Para ver la cara buena debemos situarnos justo al final de la velada, con el p¨²blico despidiendo al cotizado director estadounidense entre gritos de j¨²bilo tras la ¨²nica propina, una obertura Egmont de arrollador empuje. Antes, firm¨® una bell¨ªsima versi¨®n de la Sinfon¨ªa n? 6 'Pastoral', dirigida con pulcritud, elegancia, inspiraci¨®n y mucho encanto sonoro. Hasta aqu¨ª llega la justa narraci¨®n de un triunfo en toda regla. Veamos ahora la otra cara.
SYMPHONICA TOSCANINI
Obras de Beethoven. Alex¨¦i Volodin, piano. Director: Lorin Maazel. Temporada Iberc¨¤mera. Auditori. Barcelona, 17 de enero.
Hubo un tiempo en que Maazel ven¨ªa con grandes orquestas, como la Sinf¨®nica de la Radio de Baviera o la Philharmonia de Londres. ?ltimamente prefiere venir con una joven formaci¨®n italiana, la Symphonica Toscanini, de la que es director musical permanente: ponen ilusi¨®n y empe?o, pero su rendimiento es irregular. Abrieron el concierto con una obertura Fidelio cuajada de pifias y desajustes, y se esmeraron poco acompa?ando al joven pianista ruso Alexei Volodin en el Concierto para piano y orquesta n? 3. Volodin estuvo bien, pero no acab¨® de levantar el vuelo. Su toque es preciso, transparente y limpio, sin cabos sueltos y t¨¦cnicamente impecable. Le falta algo m¨¢s de fantas¨ªa y variedad de matices, despegarse un poco de la letra para obtener mayor calidez expresiva.
El medio gran concierto lleg¨® en la segunda parte, con una respuesta orquestal de mucho m¨¢s calibre: sonido m¨¢s redondo e intenso en las cuerdas, matices m¨¢s delicados en los instrumentos de madera, metales m¨¢s seguros y brillantes, mayor equilibrio y transparencia. Parec¨ªa otra orquesta. ?Milagro? No, sencillamente m¨¢s ensayos, mayor concentraci¨®n y la experiencia que proporciona haber tocado las sinfon¨ªas de Beethoven en varias giras. Ante un nivel de calidad tan dispar en cada parte, no cabe hablar de un gran concierto. Lo justo es decir que, en esta ocasi¨®n, Maazel consigui¨® dar s¨®lo medio gran concierto, que fue suficiente para meterse al p¨²blico en el bolsillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.