Leonardo necesita un buen lavado
La mugre amenaza los dibujos de Da Vinci en la Ambrosiana
Leonardo da Vinci prefer¨ªa dibujar. Pensaba que el dibujo era el mejor instrumento para presentar sus proyectos de m¨¢quinas prodigiosas que s¨®lo centenares de a?os m¨¢s tarde fueron realizadas. Da Vinci sol¨ªa decir que un dibujo es mucho m¨¢s eficaz que la palabra escrita, y desafiaba a sus amigos literatos a que intentaran superar con sus escritos las im¨¢genes dibujadas.
Durante toda su vida llen¨® hojas y hojas con bocetos espectaculares y peque?os apuntes que los explicaban. Aplicaba el mismo m¨¦todo a la arquitectura, la f¨ªsica, la ingenier¨ªa, la anatom¨ªa, la bot¨¢nica y tambi¨¦n a la pintura para estudiar las proporciones y las composiciones de sus obras m¨¢s conocidas. En el dibujo se funden las dos almas, art¨ªstica y cient¨ªfica, del genio italiano. Nunca se ocup¨® personalmente de recopilar en una o varias obras todos sus estudios, pues pensaba que esta tarea les correspond¨ªa a los sucesores. S¨®lo muchos a?os despu¨¦s de su muerte se realizaron varias recopilaciones de sus proyectos, a los que se dio el nombre de c¨®digos. El m¨¢s amplio de ¨¦stos es el C¨®digo atl¨¢ntico, con 1.119 dibujos divididos en 12 vol¨²menes, conservado en la Biblioteca Ambrosiana de Mil¨¢n. Esta obra de valor inestimable se ve amenazada estos d¨ªas por la mugre.
Como todo lo que tiene que ver con Leonardo, el 'C¨®digo atl¨¢ntico' est¨¢ rodeado de un aura de misterio
Como todo lo que tiene que ver con Leonardo, el C¨®digo atl¨¢ntico est¨¢ rodeado de un aura de misterio. Para entender esta situaci¨®n es necesario recordar las etapas m¨¢s significativas de su intricada historia. Al morir, Leonardo da Vinci dej¨® en herencia a su disc¨ªpulo preferido, el milan¨¦s Francesco Melzi, sus dibujos y obras en folios, que se estimaban en unos 120 vol¨²menes. Melzi emprendi¨® la recopilaci¨®n de los documentos, pero muri¨® cuando s¨®lo hab¨ªa logrado agrupar los bocetos de pintura. Su familia, que hered¨® los dibujos, no supo valorar el tesoro que le hab¨ªa tocado y comenz¨® a vender o regalar parte de la obra. Empez¨® as¨ª una suerte de di¨¢spora de los folios de Da Vinci, hasta que Pompeo Leoni, un escultor, coleccionista y gran admirador de Leonardo, consigui¨® recuperar buena parte de ellos durante la segunda mitad del siglo XVI. Entre 1580 y 1590, Leoni se dedic¨® a ordenar los dibujos seg¨²n un criterio arbitrario.
"La clasificaci¨®n y organizaci¨®n de Pompeo Leoni es la que todav¨ªa se respeta hoy", explica monse?or Marco Navoni, responsable de la Biblioteca Ambrosiana de Mil¨¢n, mientras ense?a, con amplios movimientos de las manos, una copia del C¨®digo atl¨¢ntico realizada por Ulrico Hoepli (1847-1935).
Antes de llegar definitivamente a la Ambrosiana en 1815, el c¨®digo pas¨® tambi¨¦n por las manos de Napole¨®n Bonaparte, quien orden¨® que fuera trasladado a Par¨ªs.
Despu¨¦s de 150 a?os sin que nadie lo tocase, entre 1968 y 1972 se realiz¨® una gran obra de restauraci¨®n para salvar el c¨®digo de los pegamentos que se hab¨ªan utilizado en el pasado para fijar los dibujos sobre los soportes. Se cambiaron los soportes, ahora de tama?o atlas (de ah¨ª el nombre "atl¨¢ntico"), se crearon 12 vol¨²menes, pero tambi¨¦n se utiliz¨® un nuevo pegamento que hoy, 30 a?os despu¨¦s, es la causa de la mugre y las manchas.
"La suciedad se ha formado, en mi opini¨®n, por el pegamento de esa restauraci¨®n", explica Cecilia Frosinini, m¨¢xima autoridad italiana en esta materia. "Pero el problema fue que en los a?os setenta se consider¨® oportuno tambi¨¦n cubrir los dibujos con una pel¨ªcula de pegamento para proteger los folios".
Las sustancias utilizadas en aquellos a?os contienen "harinas y pegamentos animales", que son elementos que producen la aparici¨®n de mugre. "La suciedad se presenta ahora en los dibujos de Leonardo como manchas de color verde, marr¨®n o violeta", explica Frosinini. "Es necesario en primer lugar hacer un an¨¢lisis para establecer el tipo de suciedad y ver qu¨¦ partes del c¨®digo se han visto afectadas".
A pesar de que el problema se conoce desde hace a?o y medio, y que los trabajos para diagnosticar los da?os no tendr¨ªan costes particularmente elevados, la restauradora e historiadora del arte se?al¨® que el Ministerio de Cultura no ha proporcionado el dinero necesario. La Biblioteca Ambrosiana ha anunciado que podr¨ªa solicitar financiaci¨®n a patrocinadores como Microsoft.
Una vez que est¨¦ claro el alcance de los da?os, se podr¨¢ programar la restauraci¨®n. "Para comenzar habr¨¢ que remover todas las manchas, analizarlas, limpiar los folios e instalarlos en nuevos soportes", explica monse?or Navoni con voz firme y mucho entusiasmo. "Pero habr¨¢ que hacer tambi¨¦n que el c¨®digo sea m¨¢s accesible". Tal como est¨¢ ahora, los expertos necesitan un permiso para manipular la versi¨®n original del c¨®digo. En el proyecto de restauraci¨®n se pretende separar los folios para que puedan utilizarse de forma independiente en exposiciones. "Ahora s¨®lo se podr¨ªa hacer una exposici¨®n con 12 dibujos, es decir, uno por volumen", explica monse?or Navoni. "Si quiero hacer una exposici¨®n de obras hidr¨¢ulicas de Leonardo, tengo que estar en disposici¨®n de separar todos sus dibujos de hidr¨¢ulica", aclara.
La Biblioteca Ambrosiana y la Comisi¨®n Vinciana comenzar¨¢n la semana que viene la programaci¨®n de los trabajos de restauraci¨®n. Paralelamente, y ante la falta de fondos p¨²blicos, "existe la idea de crear una Asociaci¨®n de Amigos de Leonardo en la Ambrosiana, seleccionando unos participantes de alto nivel, por ejemplo, Microsoft, o tambi¨¦n alguna casa editorial importante y alg¨²n grupo bancario", dice Navoni. "Con un comit¨¦ de este tipo podr¨ªamos abordar una soluci¨®n que no sea simplemente un parche moment¨¢neo, sino una acci¨®n profunda y terap¨¦utica, y al mismo tiempo pensar en nuevas medidas para favorecer la accesibilidad al c¨®digo", se?ala.
En espera de que esto se realice, se pueden consultar las m¨¢quinas proyectadas por el ingeniero italiano, como el helic¨®ptero, el autom¨®vil de tres ruedas y la bicicleta en la versi¨®n digital del C¨®digo atl¨¢ntico, por medio de la p¨¢gina web de la Biblioteca Ambrosiana. Mientras, en el Palacio Real de N¨¢poles se pueden contemplar, hasta el 2 de marzo, las reconstrucciones de las m¨¢quinas m¨¢s significativas de Da Vinci, realizadas con materiales de su ¨¦poca y respetando las proporciones indicadas en el C¨®digo atl¨¢ntico. -
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