Correos suspender¨¢ la entrega a domicilio de cartas en las aldeas
445.000 gallegos residen en las zonas afectadas por la supresi¨®n del servicio
Un decreto aprobado en abril por el Ministerio de Fomento dejar¨¢ sin cartas a domicilio a buena parte del rural gallego. La norma permite a Correos suspender la entrega puerta a puerta de correspondencia en las viviendas ubicadas en "entornos diseminados", en los que, seg¨²n el censo de 2001, habitan 445.000 gallegos. Los afectados tendr¨¢n que desplazarse a buzones comunitarios para recoger sus misivas, que la empresa p¨²blica situar¨¢ en puntos acordados con los ayuntamientos y asociaciones de vecinos.
La medida, que se aplicar¨¢ en toda Espa?a, tendr¨¢ un especial impacto en Galicia, la comunidad con la poblaci¨®n m¨¢s dispersa y que concentra la mitad de los 63.613 pueblos y aldeas del Estado. El sindicato CIG calcula que 400 de los 1.200 carteros rurales que trabajan en Galicia perder¨¢n su empleo, aunque Correos niega que se vayan a producir recortes de plantilla. Los representantes de los trabajadores preparan movilizaciones para intentar convencer a Fomento de que suavice el impacto de la aplicaci¨®n del decreto en la comunidad gallega.
En Galicia trabajan alrededor de la mitad de los carteros rurales de Espa?a, que recorren hasta 200 kil¨®metros diarios para repartir las cartas puerta a puerta. Ellos pagan de su bolsillo el veh¨ªculo y su mantenimiento y Correos les abona el combustible y un sueldo que oscila entre 1.000 y 1.300 euros.
La empresa estatal defiende que la supresi¨®n de la entrega a domicilio en las aldeas m¨¢s aisladas "facilitar¨¢" la tarea de sus trabajadores. "El decreto va a garantizar una mayor calidad en las entregas, sorteando las dificultades que a menudo se encuentran: deficiencias de se?alizaci¨®n, falta de r¨®tulos en las calles, inexistencia de buzones o su instalaci¨®n en el interior de verjas con animales", se?alan fuentes de Correos.
Los carteros, sin embargo, atribuyen la medida a "criterios economicistas" y denuncian que supone una discriminaci¨®n hacia los habitantes de las ¨¢reas rurales, ya castigados por la merma de otros servicios.
Correos est¨¢ elaborando un estudio para determinar qu¨¦ zonas dejar¨¢n de recibir las cartas a domicilio. No ser¨¢ ¨¦ste el ¨²nico cambio al que se enfrenta el sector.
A partir de 2009, la liberalizaci¨®n del servicio postal permitir¨¢ a las empresas privadas competir con Correos en la distribuci¨®n de la correspondencia. El secretario de Comunicaciones de CC OO, Ramiro Otero, no duda que habr¨¢ multinacionales interesadas en atender las zonas urbanas, pero augura que el servicio sufrir¨¢ un "deterioro" en las aldeas.
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