Obama denuncia juego sucio
El senador se siente v¨ªctima de una campa?a de descr¨¦dito por parte de Bill Clinton - Los aspirantes dem¨®cratas intercambian golpes bajos en el debate m¨¢s bronco
Barack Obama y Hillary Clinton atacaron mutuamente el lunes su honestidad pol¨ªtica y su honradez personal en un duelo fratricida que promete tener serias consecuencias para ambos. Clinton acus¨® a Obama de defender a Ronald Reagan, de caer en constantes inconsecuencias entre sus palabras y sus actos y de una supuesta colaboraci¨®n sospechosa con un pol¨¦mico hombre de negocios de Chicago. El senador afroamericano sugiri¨® ser v¨ªctima de una sistem¨¢tica campa?a de descr¨¦dito por parte del matrimonio Clinton y record¨® el trabajo de Clinton, como abogada, al servicio de grandes compa?¨ªas.
El debate celebrado por la cadena CNN en Carolina del Sur, donde el s¨¢bado se celebrar¨¢n elecciones primarias, reflej¨® la dur¨ªsima tensi¨®n que se vive entre los dos principales candidatos ante lo imprevisible del resultado. Clinton aludi¨® a una declaraci¨®n hecha por Obama la semana pasada a un diario de Nevada en la que cit¨® a Reagan como ejemplo del tipo de ideas que cautivan a los votantes del partido contrario. "Claro que los republicanos ten¨ªan ideas en ese tiempo, pero malas ideas", dijo Clinton.
"Lo que yo dije", contest¨® Obama, "es que Reagan es la clase de figura pol¨ªtica renovadora que es capaz de conseguir que los dem¨®cratas voten en contra de sus propios intereses econ¨®micos para hacerlo a favor de una agenda com¨²n, aunque sea una agenda que yo rechazo". El senador de Illinois contraatac¨® inmediatamente. "Y puedo decir que la rechazo porque mientras yo luchaba en las calles para ayudar a encontrar trabajo a toda esa gente que ve¨ªa c¨®mo sus empleos volaban al extranjero, t¨² trabajabas como abogada de las grandes corporaciones y te sentabas en el Consejo de Administraci¨®n de Wal-Mart", lo que, efectivamente, hizo durante seis a?os, hasta que lleg¨® a la Casa Blanca, en 1992.
"Un momentito", interrumpi¨® Clinton. "Yo estaba trabajando contra esas ideas republicanas cuando t¨² eras un abogado y representando a tu contribuyente Rezko en su negocio inmobiliario a costa de los pobres de Chicago". Tony Rezko es un empresario de Illinois que, seg¨²n ha mencionado la prensa de Chicago en algunas ocasiones, ayud¨® a Obama a comprar su casa actual. Esa relaci¨®n presenta algunos puntos oscuros sobre los que Obama ha tenido que responder en algunas ocasiones en su ciudad y que le han recomendado romper desde hace ya tiempo sus contactos con Rezko y devolver los 40.000 d¨®lares que ¨¦ste don¨® a su campa?a.
Clinton y Obama trataron de destruir la oferta pol¨ªtica de cada uno. Obama acus¨® a Clinton de haber respaldado en el Senado muchas de las decisiones pol¨ªticas de George Bush, no s¨®lo la guerra de Irak, sino una ley sobre bancarrota que permite a las empresas presentar expedientes de quiebra en condiciones ventajosas para sus intereses.
Clinton mencion¨® que Obama se hab¨ªa ausentado en decenas de votaciones durante su tiempo como congresista del Estado de Illinois con el prop¨®sito de no comprometer su posici¨®n pol¨ªtica. "Es muy dif¨ªcil discutir contigo porque t¨² nunca te responsabilizas de ning¨²n voto, y eso se ha convertido en una pr¨¢ctica constante en tu caso", manifest¨® la senadora por Nueva York.
Obama tuvo que responder sobre el papel que su raza tiene en esta campa?a, un tema en el que est¨¢ obligado a hacer un dificil¨ªsimo equilibrio entre conseguir el voto de los blancos sin perder el de los negros. El candidato fue preguntado sobre una declaraci¨®n reciente de Charles Rangel, presidente del Comit¨¦ de Presupuestos de la C¨¢mara de Representantes y uno de los l¨ªderes m¨¢s influyentes del caucus negro, que ped¨ªa que los votantes negros hagan "lo que creen que es mejor para su naci¨®n". Obama dijo que no quer¨ªa caer en el juego de convertir la campa?a "en una batalla entre razas". Y a?adi¨® que tampoco deber¨ªa ser una batalla entre sexos. El voto femenino es clave para Clinton.
La violencia del enfrentamiento puede a la larga hipotecar sus opciones de ganar la presidencia. Los aspirantes republicanos representan pol¨ªticas diferentes pero no enfrentadas. Cuando el tiempo lo exija estar¨¢n unidos.
Los momentos m¨¢s tensos
Obama. Vamos a hablar de Reagan.
Clinton. No he dicho nada de Ronald Reagan.
Obama. Acabas de decir que yo aplaud¨ª las ideas republicanas. Eso no es verdad. Lo que yo dije es que Ronald Reagan es la clase de figura pol¨ªtica renovadora que es capaz de conseguir que los dem¨®cratas voten en contra de sus propios intereses econ¨®micos para hacerlo a favor de una agenda com¨²n, aunque sea una agenda que yo rechazo.
Clinton. En una reuni¨®n con un peri¨®dico, dijiste dos cosas diferentes. Hablaste de Ronald Reagan como un l¨ªder pol¨ªtico transformador. Yo no he mencionado su nombre.
Obama. Tu marido lo hizo.
Clinton. Bueno, pero soy yo quien est¨¢ aqu¨ª, no ¨¦l. Y...
Obama. Vale. Bueno. A veces no s¨¦ contra qui¨¦n me estoy enfrentando...
Clinton. Bueno, creo que ambos tenemos parejas apasionadas y comprometidas que nos apoyan. Pero t¨² tambi¨¦n has estado hablando de las ideas que han tenido los republicanos.
Obama. Y puedo decir que las rechazo, porque mientras yo estaba luchando en las calles para ayudar a encontrar trabajo a toda esa gente que ve¨ªa c¨®mo sus empleos volaban al extranjero, t¨² trabajabas como abogada de las grandes corporaciones y te sentabas en el consejo de administraci¨®n de Wal-Mart.
Clinton. Un momentito. Yo estaba trabajando contra esas ideas republicanas cuando t¨² eras un abogado y representando a tu contribuyente [Tony] Rezko en sus negocios inmobiliarios de las barriadas de Chicago.
Obama. No, no, no.
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