Un choque m¨²ltiple de 100 veh¨ªculos colapsa la autov¨ªa de Toledo
Los accidentes, provocados por la espesa niebla, causaron 80 heridos, nueve graves
Pod¨ªa haber sido una tragedia. Se qued¨® en accidentes de tr¨¢fico espectaculares. La culpable, una niebla tan espesa que no se ve¨ªa m¨¢s all¨¢ de tres metros. M¨¢s de cien coches, autobuses y camiones chocaron entre s¨ª en cinco accidentes m¨²ltiples producidos en la autov¨ªa A-42, que une Madrid y Toledo. La carretera vivi¨® una ma?ana llena de golpes, sustos y abolladuras.
No se salvaron ni siquiera un cami¨®n de bomberos o dos ambulancias que acudieron para socorrer a los heridos, que chocaron violentamente contra los coches a los que iban a socorrer. Hubo 80 heridos, nueve de ellos graves. A ¨²ltima hora de la noche tan s¨®lo una mujer permanec¨ªa ingresada en la UCI del hospital Virgen de la Salud de Toledo con un traumatismo craneoencef¨¢lico.
La autov¨ªa A-42 estaba ayer llena de trocitos de cristal, aceite derramado, parachoques arrancados de cuajo o matr¨ªculas dobladas en la cuneta... Cuando todo hab¨ªa pasado, Ricardo Gal¨¢n, un camionero de 46 a?os, aseguraba que nunca en sus "m¨¢s de 20 a?os" al volante hab¨ªa vivido algo as¨ª: "En d¨¦cimas de segundo se ha quedado todo oscuro, como si se apagara la luz".
Este peculiar infierno envuelto en bruma hab¨ªa comenzado despu¨¦s de las 8.30, a la altura del kil¨®metro 51, en el t¨¦rmino municipal de Caba?as de la Sagra (Toledo). Un coche alcanz¨® a otro por detr¨¢s, en sentido Madrid, y provoc¨® una colisi¨®n en cadena en la que se vieron implicados unos 60 coches, tres camiones (uno de ellos con mercanc¨ªas peligrosas) y un autocar de la l¨ªnea regular que une Toledo con Madrid. "El autob¨²s volc¨® y todos empezaron a chillar, fue una cadena; primero unos y luego otros, casi nos matamos", explicaba atemorizada una de las pasajeras, ya en las urgencias. Las primeras llamadas advirtiendo de lo que estaba pasando se realizaron desde los coches que circulaban en sentido Toledo. Sus ocupantes escuchaban golpes que se suced¨ªan a pocos metros sin que pudieran ver qu¨¦ ocurr¨ªa por culpa de la densa niebla. Poco despu¨¦s se produc¨ªa la segunda colisi¨®n m¨²ltiple en el mismo punto, pero esta vez en direcci¨®n Toledo. El tap¨®n de chatarra y de coches abollados se increment¨®.
Hacia las 9.30 se produjeron otros tres choques (uno en sentido Toledo y dos en sentido Madrid). El m¨¢s grave de ellos ocurri¨® en el kil¨®metro 46. All¨ª chocaron entre s¨ª 30 coches, dos camiones y un cami¨®n de bomberos. Cuando parec¨ªa que el macroaccidente de la A-42 estaba superado, sucedi¨® la quinta y ¨²ltima colisi¨®n por alcance. Fue a mediod¨ªa a la altura de Illescas, entre un cami¨®n y varios veh¨ªculos, sin que en este caso hubiera que lamentar heridos graves.Con tantos veh¨ªculos implicados hubo mucho trabajo para las ambulancias, gr¨²as y Guardia Civil. El tr¨¢fico no se pudo restablecer por completo hasta las tres de la tarde.
Los accidentes provocaron un gran atasco que super¨® los 10 kil¨®metros. La Guardia Civil abri¨® caminos alternativos y recomend¨® la autopista de peaje AP-41. La sorpresa y el enfado entre los cientos de veh¨ªculos que llevaban horas retenidos fueron may¨²sculos al comprobar c¨®mo se met¨ªan en un nuevo atasco porque ten¨ªan que pasar por caja. No se levant¨® el peaje.
En el accidente del kil¨®metro 46, la cabina de un cami¨®n de bomberos del Ayuntamiento de Illescas era un acorde¨®n. Dos de sus ocupantes resultaron heridos. Uno ten¨ªa la cadera rota y el otro un golpe en la cabeza. "Iba a uno de los accidentes y no se ha dado cuenta de que ten¨ªa otro delante de sus narices", contaban varios testigos. "He chocado, me he quitado el cintur¨®n y... ?bum! Me han golpeado los bomberos por detr¨¢s", contaba Lucio Mallqui, un camionero.
Pasadas las 11.30, el atasco era monumental a partir del kil¨®metro 34 en sentido Toledo. Muchos conductores bajaban sus ventanillas y encend¨ªan cigarrillos para matar el tiempo. Tres ambulancias se abr¨ªan paso entre el atasco para llegar a los lugares de los accidentes donde esperaban algunos heridos. En la salida hacia Illescas, la Guardia Civil obligaba a pasar por el centro urbano y evitar el tramo entre esa localidad y Yuncos. Los ocho kil¨®metros se tardaban en completar una hora.
La Guardia Civil fue habilitando uno de los dos carriles. Los conductores observaban at¨®nitos a los coches y camiones accidentados. Antonio Robles, de 51 a?os, esperaba a su gr¨²a. "He parado a tiempo. Pero los de detr¨¢s iban a toda leche y me han dado", dec¨ªa. En cuanto pudo sali¨® de su coche. "Vi a un hombre herido en la cabeza dentro de su veh¨ªculo. Me dijo que estaba bien", contaba. Otra conductora, Leticia Chico, de 21 a?os, estaba nerviosa dos horas despu¨¦s del choque: "Ha sido horrible. S¨®lo se escuchaban golpes".
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