Joan Ingpen, la agente que lanz¨® a Georg Solti y Pavarotti

En el mundo de la m¨²sica hay gentes que, desde la sombra, mueven los hilos sin que su presencia tenga reflejo medi¨¢tico alguno. Fue el caso de Joan Ingpen, que falleci¨® el pasado 29 de diciembre. Hab¨ªa fundado la agencia Ingpen y Williams, cuya influencia en el mundo musical -oper¨ªstico sobre todo- de los a?os sesenta y setenta del pasado siglo resultar¨ªa decisiva.

En el mundo de la m¨²sica hay gentes que, desde la sombra, mueven los hilos sin que su presencia tenga reflejo medi¨¢tico alguno. Fue el caso de Joan Ingpen, que falleci¨® el pasado 29 de diciembre. Hab¨ªa fundado la agencia Ingpen y Williams, cuya influencia en el mundo musical -oper¨ªstico sobre todo- de los a?os sesenta y setenta del pasado siglo resultar¨ªa decisiva.

Nacida en Londres en 1916, Ingpen era hija de un diplom¨¢tico ingl¨¦s que, enviado en misi¨®n especial a la Rusia revolucionaria, muri¨® cuando ella era una ni?a. Trat¨® de ser una buena pianista pero acab¨® en una oficina de seguros mar¨ªtimos hasta que un encuentro con Walter Legge, el fundador de la Philharmonia y productor discogr¨¢fico para EMI, le hizo cambiar de horizonte. Mientras trabajba con Legge y su milagrosa orquesta poco a poco pon¨ªa en pie su agencia. Por cierto, el Williams que segu¨ªa a su apellido no correspond¨ªa a ning¨²n socio: era el nombre de su perro salchicha, lo que dice mucho a favor de un sentido del humor dif¨ªcil de asociar a lo adusto que a veces resultaba su trabajo de agente.

Su primer triunfo fue representar a Georg Solti al principio de su carrera internacional. El director h¨²ngaro dec¨ªa de ella en sus memorias: "Joan era una irlandesa de sangre caliente que pod¨ªa odiarte y llegar, si era el caso, a ser perversa, o adorarte y ser entonces una mujer maravillosa capaz de apoyarte hasta el final". Es lo que hizo cuando se le nombr¨® a Solti director de la Royal Opera House Covent Garden, una casa en la que no se planificaba nada: con ella a la sombra de su representado consigui¨® cerrar contratos con tres a?os de antelaci¨®n. Luego Solti exigi¨® que le acompa?ara a la Opera de Par¨ªs como directora de planificaci¨®n cuando lleg¨® a la capital francesa en 1972.

Ingpen fue, adem¨¢s, una fabulosa ojeadora de cantantes. Fue la agente, en sus primeros a?os de carrera, de la gran Joan Sutherland y ella fue quien consigui¨® el debut de Luciano Pavarotti en Londres. El tenor italiano fue contratado como cover -posible sustituto en caso de necesidad- de Giuseppe DiStefano en La boh¨¦me de Puccini en 1963 y tuvo la suerte de tener que suplirle en la segunda representaci¨®n con el resultado que la historia certifica. Pl¨¢cido Domingo la recomendar¨ªa m¨¢s tarde como directora de administraci¨®n art¨ªstica en el Metropolitan de Nueva York donde realiz¨® una labor impagable junto al director musical, James Levine.

Se ha dicho que fue implacable con algunas de sus exigencias a la hora de planificar repartos. Como en todo buen agente, su olfato corr¨ªa paralelo a su intransigencia, pero el devenir de sus representados -entre ellos Rudolf Kempe en sus primeros a?os-, su buena mano para los descubrimientos -el ¨²ltimo el de la mezzosoprano Anne-Sophie von Otter- y su personalidad, la convirtieron en una suerte de mito dentro del oficio.