Parece beneficioso, pero a largo plazo no lo es
Qu¨¦ tipo de pol¨ªtica es proponer una rebaja fiscal de hasta 1.000 euros para las mujeres que trabajan fuera del hogar -y, as¨ª, promover el empleo femenino-, una promesa anunciada recientemente por Mariano Rajoy.
Para que una pol¨ªtica p¨²blica de igualdad sea eficaz debe definirse el objetivo de la actuaci¨®n formulada y, seguidamente, aplicar un test de razonabilidad y proporcionalidad en relaci¨®n con el objetivo perseguido. Bajo estos par¨¢metros, la pol¨ªtica anunciada deber¨ªa disponer de un diagn¨®stico o an¨¢lisis preliminar del problema a resolver, una formulaci¨®n clara de la medida destinada a darle soluci¨®n y un mecanismo de evaluaci¨®n que permita calibrar su efectividad: el impacto de g¨¦nero.
En la promesa electoral lanzada desde las filas populares se aventura una soluci¨®n, pero no se identifica suficientemente el problema a resolver ni se tiene en cuenta su impacto final desde una perspectiva de g¨¦nero.
A pesar de que el autor de la medida no identifica su objetivo, podemos centrarnos en dos aspectos de la desigualdad laboral que afectan a las mujeres: una tasa de empleo inferior en 20 puntos a la de los hombres y unos salarios que, como media, son un 25% m¨¢s bajos (INE, 2007).
Partiendo de estos datos, se tratar¨ªa de explicar qu¨¦ relaci¨®n existe entre el anuncio electoral y la soluci¨®n a los dos problemas citados. En principio, parece claro que la medida no va a incidir en la tasa de empleo incentivando la contrataci¨®n de m¨¢s mujeres, porque no va dirigida a modificar alguno de los elementos b¨¢sicos de la relaci¨®n laboral. En cambio, puede tener cierta incidencia en paliar el desnivel de los salarios. De aplicarse esta medida las mujeres disminuir¨ªan la brecha salarial, eso s¨ª, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Esto es, si se rebajan hasta 1.000 euros en su declaraci¨®n de la renta, no pagan tanto en la pr¨¢ctica y tienen a final de a?o m¨¢s ingresos.
Las preguntas que surgen acto seguido son dos: si ¨¦sta es la soluci¨®n m¨¢s acertada al problema enunciado y qu¨¦ impacto de g¨¦nero puede alcanzar. Puede afirmarse en primer t¨¦rmino que ¨¦sta no es la soluci¨®n o, al menos, no la soluci¨®n acertada. La soluci¨®n m¨¢s adecuada -y m¨¢s eficiente en t¨¦rminos econ¨®micos- es hacer cumplir el principio legal comunitario seg¨²n el cual los trabajos de igual valor deben tener una igual retribuci¨®n econ¨®mica, recogido hace ya tiempo en nuestro Derecho. Por el contrario, una ayuda de este tipo, que aparentemente parece beneficiosa para las mujeres, a largo plazo no lo es tanto, en la medida en que, por una parte, no entra en el n¨²cleo del problema (la discriminaci¨®n salarial) y, por otra, propicia ciertas dudas en cuanto a su razonabilidad y proporcionalidad: por qu¨¦ las mujeres trabajadoras tienen que pagar menos, qu¨¦ ocurre con las mujeres que cobran salarios superiores a la media de las personas empleadas (sean varones o mujeres), etc. Adem¨¢s, su impacto de g¨¦nero puede verse afectado en ciertos casos por un efecto perverso: la aceptaci¨®n de salarios m¨¢s bajos cuando, en alguna medida, puedan verse compensados por los efectos de la rebaja fiscal.
Si la pretensi¨®n es que las mujeres ejerzan el derecho al trabajo en igualdad de condiciones, es necesario establecer programas que mejoren su empleabilidad, pol¨ªticas de conciliaci¨®n de la vida profesional, familiar y laboral o, entre otras pol¨ªticas posibles, elaborar y aplicar planes de igualdad en las empresas. Una serie de pol¨ªticas p¨²blicas que est¨¢n ya contempladas en la Ley Org¨¢nica para la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres.
Ser¨ªa conveniente que los partidos, antes de lanzar sus propuestas, las analizaran de forma suficiente, no s¨®lo con el ¨¢nimo de captar votos, sino de plantear medidas eficaces para solucionar la desigualdad, en este caso, en el ejercicio del derecho al trabajo por parte de las mujeres.
Asunci¨®n Ventura Franch es profesora de Derecho Constitucional de la Universidad Jaume I de Castell¨®n.
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