El ex director de Caja Alcoi achaca la quiebra a presiones del Banco de Espa?a

"El Banco de Espa?a vino a cepillarse a la caja". Esta fue la coletilla a la que, una y otra vez, recurri¨® Jes¨²s Llopis Ferrer, ex director general de la Caja de Cr¨¦dito de Alcoi, en su declaraci¨®n ante el tribunal de la Audiencia de Alicante que juzga la quiebra fraudulenta de extinta entidad, hace ahora 14 a?os. El fiscal pide para el ex directivo seis a?os de c¨¢rcel por un delito de insolvencia punible. Mientras, la acusaci¨®n particular eleva la petici¨®n de pena a 14 a?os por el mismo delito y otro de apropiaci¨®n indebida.

El ex director general de la caja defendi¨® ante el tribunal, la secci¨®n 3? de la Audiencia de Alicante, la "legalidad" de los balances contables de la entidad, as¨ª como que todos los pr¨¦stamos se conced¨ªan con "las debidas garant¨ªas". "Todas las auditor¨ªas que presentamos ante el Banco de Espa?a eran positivas, pero ¨¦ste presion¨® al auditor para cambiar los informes", explic¨®. "El Banco de Espa?a quer¨ªa que la caja desapareciera", a?adi¨®, aunque sin explicar por qu¨¦. Llopis ¨²nicamente aludi¨® a que d¨ªas antes de la suspensi¨®n de pagos desde el Banco de Espa?a le "amenazaron" con difundir en la prensa noticias que les abocar¨ªan al cierre de la entidad. "Y tambi¨¦n nos impidieron acceder a las cuentas que la caja ten¨ªa depositadas en otras entidades", puntualiz¨®.

El ex directivo rechaz¨® las acusaciones del fiscal relativas al maquillaje de las cuentas de la entidad, a la existencia de libros contables no registrados y a la concesi¨®n de pr¨¦stamos sin las suficientes garant¨ªas. Llopis tambi¨¦n neg¨® que la presentaci¨®n del expediente de suspensi¨®n de pagos fuera "premeditado" al no poder garantizar los dep¨®sitos de los 1.500 clientes. ?stos reclaman a la caja un total de 3,5 millones de euros.

La Caja present¨® suspensi¨®n de pagos en julio de 1993 por ser su activo inferior a su pasivo en 749.996 euros. En mayo de 1995, un juzgado de Alcoi calific¨® como fraudulenta la quiebra, extremo que motiv¨® la apertura de la v¨ªa penal contra los directivos de la entidad.

El ex director general de la Caja de Cr¨¦dito de Alcoi, Jes¨²s Llopis Ferrer, admiti¨® ayer ante el tribunal que la entidad concedi¨® pr¨¦stamos por un total de 162.000 euros en el espacio de dos a?os a su hijo, Jes¨²s Lidiano Llopis Jord¨¢, a su vez director de una de las sucursales de la caja. El ¨²ltimo de los pr¨¦stamos, una l¨ªnea de descuento por valor de 72.000 euros, se le autoriz¨® en julio de 1993, un d¨ªa antes de la suspensi¨®n de pagos.

El fiscal mantuvo que la caja renovaba los pr¨¦stamos al hijo del ex director general sin haber cancelado los anteriores. El ex directivo neg¨® la imputaci¨®n y se?al¨® que ¨²nicamente dej¨® de pagar el ¨²ltimo, "que se le otorg¨® para regularizar una situaci¨®n de n¨²meros rojos".

Jes¨²s Lidiano Llopis Jord¨¢, tambi¨¦n procesado por estos hechos, ratific¨® la versi¨®n ofrecida por su padre. "Todos los pr¨¦stamos, excepto el ¨²ltimo, est¨¢n pagados", declar¨®, aunque precis¨® que no posee los extractos de la cuenta para justificar su aseveraci¨®n. Asimismo, insisti¨® en que el objetivo del ¨²ltimo pr¨¦stamo era "tapar un descubierto". El fiscal y la acusaci¨®n particular piden para ¨¦l la misma pena que para el ex director general.

En la jornada de ayer del juicio tambi¨¦n declar¨® la ex subdirectora general de la Caja, Mercedes Llopis Candela, acusada de los mismos delitos que el ex director general. Candela dijo que intervino en las operaciones supuestamente fraudulentas por "orden de su superior". No obstante, puntualiz¨® que no intervino en el ¨²ltimo pr¨¦stamo al hijo del ex director general, porque no vio "clara" la operaci¨®n.

Mientras, los siete miembros del consejo rector de la entidad procesados declararon que este ¨®rgano se "limitaba" a ratificar las operaciones ya ejecutadas por el ex director general. Adem¨¢s, se?alaron que no sospechaban que la entidad pudiera presentar suspensi¨®n de pagos, porque un mes antes el ex director general y el abogado de la caja les dijeron que "todo estaba correcto".