Al banquillo por pasar sus discos al ordenador
Una discogr¨¢fica demanda a una familia de Arizona por "copias no autorizadas" de los compactos que compra
Las compa?¨ªas discogr¨¢ficas estadounidenses han llevado la protecci¨®n de sus derechos a extremos inimaginables. El ¨²ltimo paso lo ha dado Atlantic Records, subsidiaria del grupo Warner y propietaria de los derechos de, entre otros, The Corrs, Missy Elliott o James Blunt. En una demanda contra la familia Howell, de Arizona, la compa?¨ªa asegura que es delito grabar en el disco duro del ordenador personal la m¨²sica de un CD comprado de forma legal.
Los internautas acuden a los 'blogs' para descargarse m¨²sica gratis
Jeffrey Howell, taxista de Scottsdale, guarda cientos de ¨¢lbumes en su PC. Todos comprados en tiendas de discos, seg¨²n su versi¨®n. Todos pasados a su ordenador para escucharlos en casa o en su reproductor digital. En 2006 recibi¨® una citaci¨®n judicial por haberse conectado al programa de intercambio de archivos Kazaa. Los demandantes le piden 40.000 d¨®lares (27.371 euros). A Howell lo hab¨ªa cazado SafeNet, que trabaja para la Asociaci¨®n de Empresas Discogr¨¢ficas de Am¨¦rica (RIAA, en ingl¨¦s), conect¨¢ndose permanentemente a los programas de descarga para detectar infracciones legales. Howell, que no ha podido costearse un letrado, se defender¨¢ a s¨ª mismo.
Ira Schwartz, abogado de Atlantic, asegura en un escrito entregado al juez que traspasar m¨²sica de un CD al disco duro del ordenador personal genera "copias no autorizadas". Los demandantes definen el mp3 como "un formato comprimido que permite la inmediata transmisi¨®n de archivos de audio digitales de un ordenador a otro por correo electr¨®nico o cualquier otro protocolo".
El juicio contra los Howell comienza hoy. En la demanda, a la que ha tenido acceso EL PA?S, Atlantic asegura que "una sola copia puede llevar a millones de descargas a trav¨¦s de programas P2P". La industria discogr¨¢fica ataca as¨ª al verdadero coraz¨®n de la revoluci¨®n digital: la capacidad de convertir la m¨²sica de un CD a formato digital. Miembros de la RIAA han negado que su intenci¨®n sea impedir que los usuarios pasen m¨²sica a su ordenador personal. Pero en su propia web, este organismo asegura que el comprador no tiene el "derecho legal" de "transferir una copia al disco duro del ordenador o al reproductor port¨¢til".
El pasado mes de octubre, un juzgado de Minnesota mult¨® con 126.000 euros a Jamie Thomas, una madre soltera que ofreci¨® 24 canciones a trav¨¦s de Kazaa. El juez estableci¨® que no es necesario demostrar que alguien se ha descargado las canciones para condenar a quien las ofrece. En los ¨²ltimos a?os, la RIAA ha presentado hasta 22.000 denuncias con este mismo argumento.
As¨ª est¨¢n cambiando las costumbres de los internautas. Un programa P2P, como Limewire o Emule, implica que los contenidos que el usuario se descarga tambi¨¦n se ponen a disposici¨®n de los dem¨¢s miembros de la Red. Muchos est¨¢n sustituyendo los programas de intercambio de archivos por el acceso libre y gratuito a blogs. Cientos de ellos, creados en el ¨²ltimo a?o, ofrecen enlaces a p¨¢ginas donde se puede descargar m¨²sica gratuitamente.
Dos empresas se reparten la mayor¨ªa de este mercado, tambi¨¦n llamado "alojamiento en un click". Rapidshare ocupa el n¨²mero 12 en la clasificaci¨®n de p¨¢ginas m¨¢s visitadas del mundo, seg¨²n la empresa de mediciones Alexa. A Megaupload le corresponde el puesto 14?.
Las discogr¨¢ficas pueden localizar a los administradores de estos sitios web a trav¨¦s de sus direcciones IP. "No puede ser muy dif¨ªcil encontrar a los due?os de estos blogs", explica Tracy Medrano, experta en propiedad intelectual de la Universidad de Cornell, en el Estado de Nueva York. La RIAA puede, adem¨¢s, denunciar a la empresa que ofrece el alojamiento web. De este modo, compa?¨ªas como Blogger se pueden enfrentar a denuncias millonarias.
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