Ingenuo y falaz
Entre el ascetismo y el rigor moral, y el neohippismo ingenuo y falaz, hay un largo trecho ideol¨®gico separado por la profundidad de las convicciones. Christopher McCandless, el joven estadounidense protagonista de Hacia rutas salvajes, la nueva pel¨ªcula como director de Sean Penn, estaba seguramente mucho m¨¢s cerca de lo segundo que de lo primero, pero se hizo c¨¦lebre a principios de los a?os noventa por una sencilla raz¨®n: se muri¨®. Si hubiese sobrevivido a su rosario de desaf¨ªos a la naturaleza y a su propio cuerpo, nadie hubiese sabido absolutamente nada de sus aventuras. Su aparici¨®n en las p¨¢ginas de sucesos de los peri¨®dicos locales inspir¨® un reportaje para la revista Outside, un libro (ambos escritos por Jon Krakauer) y ahora una pel¨ªcula sobre su vida.
HACIA RUTAS SALVAJES
Direcci¨®n: Sean Penn.
Int¨¦rpretes: Emile Hirsch, Marcia Gay Harden, William Hurt, Hal Holbrook.
G¨¦nero: drama de aventuras. EEUU, 2007.
Duraci¨®n: 140 minutos.
Reci¨¦n graduado en la universidad, abandon¨® a la familia y a los amigos, y decidi¨® convertirse en un trotamundos agarrado a la naturaleza, en un sin techo de los campos. ?Era McCandless un h¨¦roe rom¨¢ntico o un impostado extravagante? La forma de traducir en im¨¢genes su existencia resulta clave a la hora de que el espectador se ponga de un lado o del otro. La sencillez expositiva hubiese sido la mejor de las opciones. Sean Penn opta por todo lo contrario. La grandilocuencia de la puesta en escena, las c¨¢maras lentas que retratan las sucesivas exhibiciones corporales del personaje, se asemejan al dibujo de un superh¨¦roe. En cambio, las acciones de ¨¦ste no parecen tener altura intelectual o moral m¨¢s all¨¢ de la pura extravagancia. El joven lee con pasi¨®n a Jack London y a Le¨®n Tolst¨®i, pero no hay ni rastro de la profundidad de sus textos. Puede que amara a Tolst¨®i porque hab¨ªa renunciado a una vida de privilegios para rodearse de los indigentes, y a London, por su famosa llamada de la selva. En cambio, en el filme lo que se pone de manifiesto es que los le¨ªa porque resultaba moderno hacerlo, que McCandless era un ap¨®logo del neohippismo basado en la nada.
Con una bell¨ªsima fotograf¨ªa y un brillante, aunque equivocado, montaje, Hacia rutas salvajes podr¨ªa haber estado cerca del esp¨ªritu aventurero de los iluminados personajes de Werner Herzog (en cine) o de Joseph Conrad (en literatura), pero de lo que queda m¨¢s pr¨®ximo es de un libertario (y ultracapitalista) anuncio de autom¨®viles, de los que emulan al Easy Rider de Dennis Hopper para enga?ar a consumistas con ¨ªnfulas de originalidad.
Babelia
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